Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 23 de marzo de 2020.- El miedo a ser una víctima más de la violencia de género y feminicida, se apoderó de una joven este fin semana, luego de una tentativa de secuestro, robo y violencia de la que fue víctima por parte de un chofer de taxis colectivos de la población de Ánimas Trujano.
“Esta publicación la hago a nombre de mi amiga, porque tiene miedo de lo que pueda pasar, sólo les pido compartan y así este sujeto no tenga la paz que le ha quitado a ella”, cita la publicación en Facebook titulada “Porque no amanecí muerta, no hay delito que perseguir según la Fiscalía”.
El relato argumenta la falta de acción por parte de una Fiscalía General del Estado de Oaxaca en la que no proceden los ataques contra mujeres si no terminan en feminicidios, y cuando terminan en ello no existe justicia, de acuerdo con las denunciantes.
El hecho se registró la noche del viernes cuando una joven tomó un taxi en la avenida Símbolos Patrios de la ciudad de Oaxaca, del sitio “Ánimas Trujano”, con número económico 03-914, placas 71-93SJL, y le indicó que le avisara cuando estuviera en la gasolinera de San Agustín de las Juntas.
Cosa que no sucedió y por el contrario el vehículo se fue quedando vacío, conforme las y los pasajeros descendían, por lo que vía telefónica pidió la ayuda de una amiga quien le dijo que pidiera al chofer la regresara.
Así lo hizo y al momento de ubicar el lugar en el que tenía que bajarse, la joven procede a pagar el servicio, sin embargo, el chofer argumentó que se trataba del doble por la ida y vuelta.
Mientras que busca el dinero para pagar, inicia el caos pues el hombre comienza a gritarle y arranca el vehículo en contra de la voluntad de la mujer, que marcó por teléfono nuevamente a su amiga para avisarle que no sabía para donde la llevaban.
Sin saber qué hacer decidió grabar con su teléfono para dejar evidencia de los hechos, sin embargo, el chofer al darse cuenta le arrebata el celular, lo avienta por la ventana y le grita que se baje del auto aún en movimiento. Sin pensarlo demasiado, la joven lo iba a hacer, pero un auto se interpuso en el camino del colectivo para impedir que pasara otra cosa.
Se trataba de la amiga de la joven, quien venía siguiendo las instrucciones para llegar al lugar que pidió al taxista que la dejara bajar y le advirtió que llamaría a la policía, por lo que el chofer se arrancó golpeando el vehículo que tenía enfrente.
Ambas jóvenes tomaron los datos del vehículo y fueron a denunciar al municipio de Animas Trujano, al sur de la capital, donde les informaron que al tratarse de tentativa de secuestró tendrían que ir a la Fiscalía General.
Por lo que rápidamente se dirigieron a las oficinas ubicadas en la calle de Arista en el Centro Histórico, en donde después de dos horas de rendir la declaración, les hicieron saber que la denuncia no procedía porque no hubo secuestro consumado, no hubo robo y tampoco violación o abuso sexual.
“¿Se dan cuenta que tan jodida está la justicia en nuestro estado? ¿Qué hubiera pasado, si no hubiera llegado mi amiga? ¿Dónde estaría yo ahora? En una bolsa, tirada en algún terreno baldío después de haber sido violada o torturada”, son las preguntas que se hace la víctima después del ataque del que fue víctima y el miedo que la invadió.
Las jóvenes lamentan que no existan leyes que las protejan, que necesiten un delito grave –feminicidio, desaparición o violación– para hacer algo y ni así lo hacen.
Prueba de ello los índices de impunidad en torno a los feminicidios en la entidad oaxaqueña, además la simulación por parte de las autoridades que aunque toman la denuncia después argumentan no pueden hacer nada.
“Lo que más coraje da es que uno hace su parte, denunciando y haciendo todo el circo burocrático que te piden, repitiendo infinidad de veces lo que te sucedió, para que sólo te digan que no hay razón para siquiera investigar el tema”, refieren.
De igual forma la denunciante aseguró que lamentablemente los casos tienen que hacer “ruido” en las redes sociales para ser considerado por las autoridades; responsabilizó a la Fiscalía General del Estado de cualquier cosa que pueda ocurrirle y aseguró que interpondrá su denuncia ante la Secretaria de Movilidad y la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, a fin de que existan sanciones para el responsable y ninguna otra mujer sea víctima de un acto similar.
“Basta de tanta impunidad y desinterés por parte de las autoridades. Y en verdad les deseo que nunca les pase, porque, aunque estoy viva, tengo miedo”, concluye.