Ismael García/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 13 de abril de 2020.- La pandemia del Covid-19 dejará graves secuelas en el mundo, en México y en Oaxaca. Pero será más brutal en el aspecto económico que en la salud.
No hay hasta ahora vacuna para el nuevo coronavirus, que tiene alarmado al orbe; surgió repentinamente, se dispersó de China hacia Europa y luego Latinoamérica y Estados Unidos de Norteamérica.
Curiosamente –o es parte del plan–, los países más afectados son potencias mundiales, que con recelo se miran entre sí: China, Italia, Francia, España, Gran Bretaña, Estados Unidos, Rusia, entre otros, que además mantienen una disputa por la hegemonía mundial.
En China –potencia que atemoriza a EU–, donde surgió el coronavirus a finales de diciembre pasado, ya pasó lo peor en materia sanitaria; pero hasta ahora, no se ven o no se han difundido los efectos económicos.
El lunes de hace ocho días, en un estudio la ONU dijo que el 81 por ciento de la fuerza laboral mundial (estimada en tres mil 300 millones de personas) se encontraba con su trabajo parcial o totalmente cerrado como consecuencia de la pandemia.
También la semana pasada, el Fondo Monetario Internacional dio su proyección: “el impacto negativo de la crisis generada por el covid-19 sobre la economía mundial será el peor que ha vivido el mundo en casi un siglo.
«Anticipamos las peores consecuencias económicas desde la Gran Depresión», proyectó la directora de la institución financiera, Kristalina Georgieva.
De acuerdo con la estimación del FMI, el crecimiento económico global este año será «fuertemente negativo» y para 2021 solo se verá una «recuperación parcial».
Pero en México –como en Oaxaca–, estamos en pañales en ambos aspectos. Con un mes de parálisis en todos los órdenes, incluyendo el comercial, ya se comienzan a resentir los efectos, y las protestas.
En el país, el domingo 5 de abril la nación esperaba un anuncio espectacular en materia económica por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador, para paliar la crisis; no hubo tal y durante la semana ya hubo quejas de los empresarios y hasta de gobernadores, que quieren independizarse fiscalmente de la Federación.
En Oaxaca, para paliarlos, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa ha emitido por lo menos tres mensajes, en uno de los cuales presentó su plan económico… basado en compromisos financieros de hace siete meses y en créditos, que para las empresas y comercios que quebrarán, serán impagables.
EL MEGAPROYECTO
Con fecha 17 de septiembre de 2019, mediante el oficio GEO/035/2019, el gobernador de Oaxaca envió al Congreso del Estado su propuesta de proyectos de gran envergadura, en que utilizaría los tres mil 500 millones de pesos que estaba requiriendo.
Enlistaba 118 proyectos, entre ellos 52 caminos y puentes, por 759.220 millones de pesos, 16 para electrificación y alumbrado por 16.165 millones de pesos; cinco para espacios públicos por 92.5 millones de pesos; cinco para mercados por 77.1 millones de pesos y 25 para plantas de tratamiento por 460.7 millones de pesos.
Además, nueve proyectos estratégicos por 520 millones, uno de tecnologías por 50 millones, uno de desarrollo intraurbano para la zona metropolitana de la capital por mil 300 millones (convertir el cuartel de la Zona Militar, en Santa María Ixcotel, en un centro de desarrollo y convivencia) y cuatro de módulos de desarrollo de infraestructura social por 134 millones de pesos; los 118 proyectos dan en total tres mil 410 millones de pesos.
“Resulta necesario recurrir a un financiamiento público con la finalidad de coadyuvar en el desarrollo, impulso y promoción de las áreas prioritarias del estado que inciden en el fortalecimiento económico, así como la ejecución y desarrollo de una política pública de inversión, que considere como prioridad, la consolidación de proyectos de infraestructura que generen rentabilidad social, detonen el desarrollo sostenido del estado y permitan la ampliación de capacidades de la población, por medio de la generación de empleos…”, fue la retórica con que argumentó el empréstito, que fue autorizado por el Poder Legislativo el 3 de octubre del mismo año.
EL MISMO PLAN
A más de medio año de la autorización, la Secretaría de Finanzas ha tardado en extremo en buscar quién prestaría el dinero, y resultó Banobras, bajo una supuesta licitación.
Esa lentitud la aprovechó el gobernador y emparejó los tiempos de la deuda con el Covid-19 y anunciar un fastuoso plan por mil 270 millones de pesos, pero en su mayoría provenientes de dicho empréstito.
El 7 de abril pasado anunció su plan de 10 acciones para apoyar a cinco mil 200 empresas, hoteles, restaurantes, cafeterías y otros negocios que se han visto o se pudieran ver afectados por la contingencia, y con lo que prevé preservar cerca de 20 mil empleos directos.
Condonación del 50 por ciento al Impuesto sobre Nómina a las empresas, así como condonación del Impuesto al Hospedaje… que no sirve de mucho pues hoteles, restaurantes y demás negocios ya cerraron sus puertas desde hace dos semanas y por lo tanto no tienen ingresos; incluso trabajadores ya denuncian despidos.
Un fondo de crédito de 100 millones de pesos, cantidad irrisoria, para preservar fuentes de empleo, a tasas preferenciales, sin decir cuáles; no se establecen plazos del pago y quienes pidan el préstamo no podrán pagarlo a mediano plazo.
Un fondo de otro irrisorio 10 millones de pesos a través de BanOaxaca para micro y pequeñas empresas, cuyo préstamo de cinco a 20 mil pesos no les servirá en absoluto.
Prevé destinar 35 millones de pesos para empleo temporal para evitar despido de trabajadores; sin embargo a la fecha no se ha anunciado qué tipo de trabajos y para quiénes.
Pidió apoyo al Servicio Nacional de Empleo para que con el programa Bécate, se pueda ayudar a capacitación… a empresas y comercios que están parados.
A través del DIF, 200 mil despensas por 30 millones de pesos para todo el estado, que será una entrega única para al menos tres meses de contingencia y parálisis económica.
Más créditos, a través de FIRA, para apoyos al campo, por 190 millones de pesos; la donación –obligatoria– del 10 por ciento del salario de burócratas de confianza, que seguirá generando más inconformidades.
Quizá la única buena noticia es que con ese dinero, que estima sean 96 millones de pesos, se otorguen bonos para personal médico además de atender la contingencia.
“El Gobierno del Estado pondrá en marcha 48 proyectos de infraestructura por un monto de 648 millones de pesos que serán implementados conforme la contingencia lo vaya permitiendo y cuyo propósito es fortalecer más la economía oaxaqueña”, cuyo dinero no precisó con claridad que es parte del préstamo de tres mil 500 millones de pesos.
LA RESPUESTA
La propuesta no gustó en absoluto a la mayoría de legisladores en el Congreso del Estado, particularmente del Partido Morena: “El plan se quedó corto”.
La mayoría de la población oaxaqueña depende de la economía informal y para ellos no hay incentivos, como tampoco para los trabajadores del campo. No hay hasta ahora sanciones o exhortos a las empresas y comercios establecidos para que no corran a los empleados, situación que ya está ocurriendo.
“Más de la mitad de las obras y los recursos anunciados como parte de su programa para hacer frente a la contingencia económica derivada de la pandemia, son en realidad obras y recursos que el Congreso del Estado ya había aprobado y etiquetado, y cuya ejecución no obedece a la necesidad de paliar los efectos de la emergencia sanitaria, sino a su obligación de ejercer los recursos conforme fueron previstos. Plantearlo de otra manera es un acto de simulación por parte del Ejecutivo, en medio de una situación que no admite dobles discursos”, le dijeron los diputados morenistas.
No hay reglas de operación de los programas crediticios anunciados, que pudieran ser utilizados electoralmente, ni mucho menos lineamientos para su transparencia. Invitaron al mandatario a un debate e intercambio técnico de ideas y propuestas, pero el Ejecutivo estatal los ha ignorado.
En resumen, el Gobierno del Estado no tiene la más remota idea de la grave crisis que comienza a permear en el sector comercial, turístico y empresarial; la pérdida de empleos será de más de los 20 mil que estima; la inseguridad y la pobreza se agudizarán; las inconformidades sociales también.
Pero para el gobernador Murat Hinojosa, con ese plan, ya hizo historia y se adelantó al resto de las entidades del país… con anuncios de créditos y más créditos y con obras que se realizarán con un préstamo atrasado medio año en su ejecución. Por cierto, ¿en dónde está la mayoría de los funcionarios del gabinete legal y ampliado? ¿En dónde está el presupuesto ordinario 2020? ¿Por qué no disminuir recursos a las dependencias y entidades públicas, particularmente a Comunicación Social que tiene cerca de 300 millones de pesos?
