Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 25 de mayo de 2020.- El 15 de mayo de este año la Secretaría de Energía (Sener) publicó un acuerdo que endurece la operación de nuevas centrales de generación de energías renovables en México, con el objetivo de darle confiabilidad y orden al sistema eléctrico.
Además de que decidirá cuáles son las compañías más confiables para despachar primero, considerando factores como la congestión en la red, incluso la distancia que hay entre cada planta, y no cuál es la energía más barata para despacharse a los usuarios finales.
Sin embargo, a pesar de que lo ha presumido como uno de los logros de su administración y ante el probable impacto negativo para las eólicas de Oaxaca, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa ha guardado absoluto silencio, para no contraria al Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien le ha tenido especial deferencia.
Mucho más el titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable, que encabeza el ex priista y ex panista Samuel Gurrión Matías, que desde hace dos meses está desaparecido; está más enfocado a su enésima campaña electoral en busca de la gubernatura.
Hay dos ópticas del tema y usted decidirá con cuál se queda. Una es la gran importancia que representa para México y el mundo el uso cada vez mayor de energías sustentables, solar o por el viento, a fin de mitigar los graves daños al ambiente.
Otro es la voracidad de las compañías eólicas, la mayoría extranjeras, principalmente de España y de Francia, que dan mucho menos que migajas a los dueños de las tierras y, por supuesto, pagan ínfimos impuestos al Estado, pese a que se benefician del erario al vender a la Comisión Federal de Electricidad esa energía que producen.
VASTA RIQUEZA
En 2019, la energía eólica creció 35 por ciento en su capacidad instalada en la República Mexicana, al pasar de cuatro mil 875 a seis mil 590 megawatts (MW), ubicándose en el segundo lugar en fuentes de energía renovable y superando la geotermia, solar fotovoltaica y termosolar.
La energía eólica sólo fue rebasada por la de generación hidroeléctrica, que alcanzó 12 mil 670 MW de capacidad instalada, según datos del Sistema de Información Energética de la Secretaría de Energía (Sener).
Oaxaca produce actualmente la mayor cantidad, con dos mil 756 megawatts; en segundo lugar Tamaulipas con mil 485 y en un tercer lejano lugar, Nuevo León con 524 megawatts.
De acuerdo con la página oficial del Gobierno de Oaxaca, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, Energía y Desarrollo Sustentable, en la entidad existen 22 parque eólicos en operación.
La lista se encabeza por el proyecto “La Venta”; propietario Comisión Federal de Electricidad; donde se invirtieron 2.2 millones de dólares; inició operaciones el 10 de noviembre de 1994 con siete aerogeneradores y capacidad nominal de generación de (MW):1.57.
Están también “La Venta II” en Juchitán, Ventosa I, de Iberdrola Energías Renovables; Eurus, de Acciona Energía; “Bii Nee Stipa”, de Iberdrola Energías Renovables, en El Espinal.
La de “Peñoles”, de Fuerza Eólica del Istmo, en El Espinal; “Oaxaca II” y “Oaxaca III” de Acciona Energía, en Santo Domingo Ingenio. “Oaxaca III” y “Oaxaca IV” en Juchitán de Zaragoza, por mencionar algunos.
De acuerdo una publicación de este 23 de mayo del diario “El Universal”, el gobierno federal revisaría los contratos firmados con generadores eólicos privados en administraciones pasadas.
Entre los parques en la mira se encuentran los operados por Iberdrola, Acciona y Grupo Cobra en Oaxaca; “los contratos estiman construcción de los parques eólicos bajo el esquema de Inversión Financiada Condicionada amparan la compra de energía eléctrica limpia por 20 años, que este año cumple la mitad del plazo”.
¿Y LA REACCIÓN?
A más de una semana del anuncio, ni el mandatario Alejandro Murat ni nadie han manifestado su postura, a favor de regular mejor a las compañías eólicas, o en contra de que se privilegien las energías fósiles en lugar de las renovables.
Por el contrario, a lo largo de su administración ha festinado que el arribo de empresas generadoras de energía a partir del viento, han generado miles de empleos y han traído miles de millones de dólares en inversión.
Hace un año, el 28 de mayo de 2019, en que se inauguró el parque de Eólica del Sur en Juchitán, que genera 396 megawatts, presumió que Oaxaca es líder en América Latina en producción de energía sustentable.
Incluso, en un boletín, difundió que con la entrada en operaciones de este nuevo parque eólico, suman un total de 28, generando dos mil 756 Megavatios a través de sus mil 583 aerogeneradores.
¿El titular de la Semaedeso? Ex diputado local, sólo tiene miras y fines políticos. El ex regidor panista, candidato perdedor a la alcaldía de Oaxaca de Juárez, fue coptado por el ex gobernador José Murat para que se ande movilizando.
Pero el juchiteco no respeta ni reconoce pactos políticos; desde la Semaedeso ocupa personal y recursos para seguir su promoción personal, a través del obsequio de contenedores para separación de basura, su única acción en dicha dependencia, hasta ahora.
Tampoco hizo mucho por el ambiente el ex titular José Luis Calvo Ziga, que para lo único que sirvió fue para fortalecer sus lazos de amistad con el sector empresarial.
BOTÍN DE GUERRA
Indudablemente que la generación de energía eólica es fundamental para el país, pues el cambio climático es atroz en el planeta; urge, por supuesto, una mayor generación de energías limpias.
Pero también urge frenar la voracidad de los empresarios extranjeros que literalmente pagan una miseria a los campesinos que arrendan sus tierras en la región del Istmo de Tehuantepec.
Se estima que las compañías pagan a tres pesos el metro cuadrado de tierra que se les renta para instalar los aerogeneradores, una auténtica grosería frente a los miles de millones que ganan con la venta de energía eléctrica que producen.
Tan disputada está la instalación y continuación de operaciones de los parques eólicos, que muchos empresarios han tenido que utilizar grupos armados para defender sus tierras; incluso ya se han registrado asesinatos.
El 29 de junio de 2017, a través de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se otorgó el título de permiso E/1922/GEN/2017 a Eólica de Oaxaca, filial de Eólica de Francia, con una vigencia de 30 años para operar en Unión Hidalgo, cuya instalación sigue sin concretarse, por oposición de la gente.
En San Dioniso del Mar tiene también varios años la disputa por la instalación de otro complejo eólico; las cantidades de dinero en disputa, es el pleito; de ello se han beneficiado muchos políticos y supuestos gestores sociales. Botín del que se han beneficiado de manera particular hasta autoridades municipales, principalmente de Juchitán; si no, que le pregunten a Gloria Sánchez López.
Por supuesto que el gobierno de México no debería estar en contra de la energía generada por el sol o por el viento. Esperemos que la determinación del Presidente López Obrador sea en realidad regular a los emporios extranjeros para que paguen realmente lo que corresponde, tanto en arrendamiento como en impuestos que se deben caer en el país. De no ser así, la extinción de los parques eólicos sería el acabose de la economía oaxaqueña, que, paradójicamente está contemplada dentro del megaproyecto de desarrollo del Istmo de Tehuantepec.
