Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 11 de junio de 2020.- Y el pueblo se vistió de blanco. De flores y de globos, pero también de muchas lágrimas. De rabia, de luto, de exigencia de justicia:
“¡La Embajada de Estados Unidos ya está atrás de la pista de todo esto y no me voy a cansar, así tenga que mover cielo, mar y tierra, van a tener que pagar los culpables! ¡No queremos más policías criminales! ¡Basta de tantos muertos!”
El grito de un padre dolido, migrante que regresó a Acatlán de Pérez Figueroa sólo para ver a uno de sus vástagos en el féretro, de nacionalidad norteamericana y mexicana.
A eso de las cinco de la tarde salió una caravana; motocicletas, como le gustaba a Alexander; coches, camionetas; globos blancos y muchas flores. ¡Justicia!, el grito de hombres y mujeres vestidos de blanco, a lo largo del trayecto a la iglesia y luego al panteón.
¡Justicia!, el clamor de los padres de Alexander G. y de todo el pueblo acateco, en una tarde de nubarrones y a punto de lluvia.
El féretro de madera llegó a su destino final. Un joven con guitarra interpretó melodías de despedida al deportista, al amigo, al futbolista que comenzaba a hacer realidad su sueño: ser jugador profesional. Y ya lo era, de tercera división, en la vecina entidad veracruzana.
La noche trágica del martes 9 duele en toda la Cuenca, en todo Oaxaca, en todo México.
“¡Dime cómo voy a vivir sin ti, dime cómo!”. El grito desgarrador de la madre de Alexander se mezcla con la melancólica melodía. “Te amo por siempre! ¡Diosito te cuide mi corazón! ¡Te amo…! ¡Gracias por ser mi hijo! ¡Gracias por ser yo tu madre mi corazón!”.
“¡Vas derechito para el cielo, carnal”, le dice el hermano sobreviviente, que abraza a su desconsolada madre.
Casi cae la noche; las últimas paladas sobre el féretro de Alejandro, flores, bendiciones, agua bendita. Lágrimas, desmayos, clamor, la advertencia del padre de Alexander al edil de Acatlán, Adán Maciel Sosa:
“Me vale madre ahora, voté por ti pero por pendejo, ¡oíste! Voté por ti porque mataron a tu familia pendejo, voté por ti porque pensé que ibas a ser una buena persona. ¡Pero mira lo que le has hecho a mi hijo! De aquí pa’l real te veo has de cuenta que a un perro, hijo de tu pinche madre…
“Ya dije en Estados Unidos si a mí me pasa algo a mí o a mi familia, contigo van las cosas hijo de tu perra madre. ¡Mataste a un niño inocente!”.