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Desorden, impunidad y delitos, en sector transporte de Oaxaca

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., 27 de julio de 2020.- En Oaxaca pareciera que no hay ley. O aunque exista, no se aplica.

Y esto sucede en la mayoría de los rubros del quehacer social, pero en particular en el sector transporte, donde conductores bloquean con unidades concesionadas; pelean a la vista del público; trasladan a presuntos delincuentes; golpean a individuos frente a la policía; transportan droga…

Y todos los delitos quedan en la más absoluta impunidad, frente a una Secretaría de Movilidad que no hace nada para meter orden en el transporte. Después de todo, poco o nada se puede esperar de su actual titular, Mariana Nassar Piñeyro, en el cargo sólo por recomendación de su madre, y sin ninguna experiencia en el cargo.

CREAN MONSTRUO

El monstruo comenzó a tomar forma a finales del sexenio de José Murat, en que se repartieron a diestra y siniestra al menos cinco mil concesiones, principalmente de taxis foráneos. Con él nació la Coordinación de Transporte (Cotran)… que dirigió la empresaria camionera Aurora López Acevedo, hoy diputada.

Pero a Murat lo rebasó Ulises Ruiz Ortiz, quien luego de sus seis años, vilipendiado por las organizaciones sociales, otorgó entre 10 mil y 12 mil concesiones, algunos refieren con pago previo.

Paralelo a ello surgieron vivales que comenzaron a aglutinar a los ruleteros, que por miles llenaban comunidades de todas las regiones. Aunado a ello comenzaron a fortalecer también la impunidad.

El primero de ellos fue el extinto Juan Luis Martínez y su Confederación Nacional De l Productividad (CNP) quien cobró vida con Ulises Ruiz y poder extremo con Gabio Cué Monteagudo, para hacer y deshacer, con extrema violencia.

Fue Cué precisamente, con sus supuestos aires de democracia, quien intentó poner orden al aprobarse, por fin, en su mandato, una Ley Estatal de Transporte, con la cual a su vez surgió la Secretaría de Transporte (Setran).

Pero puso a vivales al frente de la dependencia; primero al perredista Pedro Silva Salazar, que repartió a diestra y siniestra concesiones a sus allegados en la Mixteca.

Saciado éste, vino el priista José Antonio Estefan Garfias, que aprovecho el cargo para también repartir concesiones, ahora en el Istmo de Tehuantepec.

Le sucedió el panista Carlos Moreno Alcántara, que supuestamente con aires de honestidad, pondría por fin orden; pero por presuntos delitos, algunos aseguran que fabricados, fue a parar a la cárcel por supuesta venta de concesiones; al final salió libre.

SEXENIO DEL HORROR

Justamente fue con Cué cuando las organizaciones sociales, ahora Sindicato “Libertad”, además de la CNP, imponían el terror en las calles e incluso golpeaban a policías frente a la gente, sin que nada sucediera.

Fue (sigue siendo) la familia del finado Juan Luis Martínez la que protagonizó la mayor cantidad de hechos delictivos, derivado de disputas internas por el poder. Paralelo a ello, resurgió la CTM pero ya como brazo armado y no gremio sindical, que también se metió a la disputa violenta.

Con Alejandro Murat, fueron arropadas en la campaña política y después continuaron con su racha violenta.

Sin ninguna experiencia en el cargo, más que el manejo de grupos delictivos, a José Manuel Vera Salinas, actual titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, le encargaron la relación con los gremios de transporte.

Mientras que Francisco García López, también sin experiencia en el ramo, fue designado secretario de Vialidad, de adorno, más que de acción.

El resultado fue más violencia y desorden, más divisiones; el Sindicato “Libertad” desapareció y se unió a un gremio nacional, Confederación “Libertad”; desde México y vía morenistas se creó la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), hoy por hoy la reina de la impunidad, con Jaime Paz a la cabeza en la entidad.

La CTM prácticamente desapareció y surgió CATEM Joven, con los jóvenes Luis Villaseca, los únicos en desgracia política; pero la mutación ahora de los “Libertad” y CATEM fue hacia la construcción de obras y acarreo de materiales, que ha derivado en los últimos tres años en asesinatos, disparos de arma de fuego a plena luz del día, sin dejar de lado su negocio de transporte de sustancias prohibidas, además de armas.

Justamente el manejo por varias cabezas del sector transporte es el que tiene el caos en el sector; mientras José Manuel Vera mueve hilos (ahora para su campaña política) a su conveniencia y permite la violencia, la Secretaría de Movilidad (Semovi) sólo se queda mirando.

Después de García López por varios meses hubo un encargado de la dependencia, Alejandro Villanueva López, de familia transportista. Finalmente asumió Mariana Nassar, que procedía del DIF estatal.

DESORDEN E IMPUNIDAD

El control sobre quienes operan las unidades del servicio público en la modalidad de taxis es blando, débil, inexistente y continua… sobre la Secretaría de Movilidad operan taxis sin concesiones, choferes cómplices de delitos y choferes ejecutores de hechos violentos. Hasta los taxistas de la ciudad de Oaxaca han llegado los extremos, además de los conductores de camiones del transporte urbano en la capital.

Secuestro, robo de autopartes, intento de privación de libertad, agravios contra mujeres, protagonistas de bloqueos viales y hasta agresiones a las policías, son sólo algunos de los delitos que se cometen por parte del gremio de taxis, sobre todo de aquellos adheridos a organizaciones identificadas como violentas, mismas que tienen atada de pies y manos a la Semovi.

Algunos ejemplos. A través de videocámaras de domicilios particulares se logró la identificación y detención de ladrones de autopartes en la capital, que operaban con el apoyo de un taxi de San Jacinto Amilpas, para huir.

El pasado 24 de julio se dio a conocer del robo de una pieza de vehículo por parte de un hombre que bajó y trató de huir en un taxi del sitio “Llano Verde”, del municipio conurbado a Santa Cruz Amilpas, con placas 63-95-SJN y número 1596.

El año avanza entre hechos delictivos por parte de este sector. Recientemente, el pasado 12 de julio, taxistas de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), se enfrentaron a policías para detener a uno de sus agremiados que provocó un accidente.

El taxi responsable, es una unidad “pirata” del sitio Talán de Magdalena Apazco, de Etla. La Semovi desconocía de la ilegalidad del vehículo que circulaba sólo pintado como taxi foráneo, pero sin placas, ni número económico.

Pero, además de la balacera que desataron los integrantes de CATEM y gresca taxistas armados con palos y tubos en contra del policía que tomaba conocimiento del accidente, también bloquearon diversas vialidades en la capital para exigir la liberación de su compañero.

En el mes de junio, además de participar como agremiados a CATEM en diversos bloqueos en exigencia de obras para los compañeros materialistas, también obstruyeron vialidades en la defensa y exigencia de liberación de un integrante detenido por su presunto liderazgo en del Cártel del Golfo en Valles Centrales, y se le relaciona con el trasiego de drogas y envío a la frontera con los Estados Unidos de América.

Durante ese bloqueo se reportó en las redes sociales actos de robo de celulares contra otros taxistas por parte de los choferes de las unidades de Magdalena Etla, agremiado a CATEM.

A finales del mes de abril, un grupo de nueve taxistas del Frente Nacional Indígena y Campesino (FNIC), en Huajuapan de León, en la región Mixteca, fueron detenidos por participar como grupo de choque en un desalojo violento en el palacio municipal.

Pero los taxistas fueron puestos en libertad, pues supuestamente no se les configuro ningún delito, esto luego que el dirigente del FNIC se negó a pagar una fianza de 25 mil por cada uno y denunció a la presidenta municipal de San Marcos Arteaga, Irma Guerrero Pastrana por abuso de autoridad y violación a los derechos humanos.

En este mismo mes, los taxistas del Valle Eteco se rebelaron y se enfrentaron con la Policía Estatal y Vial durante un operativo implementado por la Semovi, por decreto del gobernador Alejandro Murat, para implementar medidas contra Covid-19, dentro de las unidades del servicio público.

En su negativa de acatar las medidas, con la reducción del número de pasajeros, los ruleteros adheridos a la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), atacaron a elementos de la Policía Vial Estatal y Estatal.

Sobre el crucero de Hacienda Blanca los taxistas de la zona de Etla iniciaron un bloqueo, durante el cual causaron daños en contra de las dos unidades policíacas. Una de las patrullas fue volcada por los taxistas.

Pero delitos de alto impacto como es el secuestro también se ha llevado a cabo desde un taxi que pertenecía al sitio Reyes, de Etla, con número económico 02-743 perteneciente a la CATEM.

En marzo, la Policía Estatal detuvo a cinco hombres que a bordo de una unidad del servicio público trasladaban a una persona secuestrada en la cajuela; el hecho se registró en un retén sobre la carretera federal en la colonia de La Joya, perteneciente a la agencia de Pueblo Nuevo de la capital oaxaqueña.

Pero también han sido escenarios de agresiones contra mujeres. Ese mismo mes una ciudadana denunció en redes sociales un taxista, de la agrupación de CATEM, se negó a bajarla, por lo que tuvo que ser auxiliada por una amiga para detener la unidad. Tuvo que atravesar su vehículo sobre el paso de la avenida Símbolos Patrios.

El hecho no fue tomado como un delito en el ministerio público, por lo que la mujer denunció el caso en redes para señalar las omisiones en la justicia y la tolerancia para los taxistas.

A inicios de este año también se dio a conocer de la agresión de un taxista del sitio Monte Albán de la capital contra un ciudadano que pagó con un billete del cual el conductor no tenía cambio.

Es pues la impunidad que reina en el transporte y así llegará el cuarto año del sexenio.

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