Ismael García
Oaxaca de Juárez, Oax., 25 de junio de 2019.- ¡Ta-ta–ta-ta-ta-ta! ¡Ta-ta-ta-ta-ta! ¡Ta-ta-ta-ta-ta! El tableteo del fuego cruzado con armas de grueso calibre, incesante.
“¡Con todo vamos!, ¡venga más, que baje la gente! ¡Vámonos, vámonos!”, el grito, de presuntos integrantes del Sindicato “Libertad”, que tomaron valor una vez que llegaron sus dirigentes a bordo de una camioneta doble cabina de color negro.
Diez de la mañana de soleado martes. La refriega con la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) se intensificó, a un costado de la gasolinera de la colonia La Joya.
Dos muertos, una decena de heridos, una treintena de camiones y otros vehículos dañados, algunos vandalizados, el saldo final de la cruenta lucha ocurrida en la vía federal 190, crucero con el acceso a la agencia de Trinidad de Viguera, en la ciudad capital.
EXPERTO EN ESPIONAJE
El presagio llegó por la noche del lunes, con un mensaje de Comunicación Social de gobierno para una conferencia del mandatario Alejandro Murat Hinojosa, a fin de hacer un anuncio especial.
A las 9:30 horas de hoy, el Salón Gobernadores del Palacio ya estaba a medio llenar de periodistas, ansiosos por escuchar la noticia. Pero los mensajes de Whatsapp y vía Twitter hicieron que algunos salieran corriendo, mientras el gobernante tardaba en salir.
Casi a las diez, finalmente aparecieron Murat, José Ramuyndo Tuñón Jáuregui, y lo que se preveía: un nuevo secretario de Seguridad Pública, Raúl Ernesto Salcedo Rosales, experto en espionaje pero no en lides policiacas.
A riesgo de enfrentar preguntas incómodas ante lo que a esa hora ya era un hecho, un muerto por enfrentamiento entre sindicatos, el gobernador salió a prisa, y hasta olvidó tomar en ese momento protesta al nuevo funcionario.
La recepción no pudo ser en un contexto más elocuente: violencia y enfrentamiento a balazos en la propia capital.
ZONA DE GUERRA
A esa hora, del lado poniente de la ciudad, a más de cinco kilómetros, la refriega entre “Libertad” y la CATEM. “Ta-ta-ta-ta”…, el fuego cruzado, hombres corriendo de un lado para otro, que dejaron las piedras que aventaban y sacaron a lucir armas de alto poder.
Corretizas por doquier. Gritos de auxilio, llamadas para traer más gente.
“¡Pinche, no mames, ya le dieron a un cabrón!”, las exclamaciones, cuando cayó el primero, que fue llevado a una clínica y más tarde falleció.
10:30, la calma retornó, los policías llegaron, pero sin hacer ninguna detención. El crucero de Viguera, zona de guerra y de nadie.
Camiones incendiándose, vehículos vandalizados, balas tiradas por cualquier parte, evidencias muchas que fueron borradas a causa de la tardanza de personal de la Fiscalía General.
En el crucero del monumento a la Madre, en inmediaciones de Santa Rosa Panzacola, el Sindicato “Libertad” se atrincheró. Se preveía lo peor. Pero la calma se impuso.
FUIMOS AGREDIDOS
“Nos disponíamos a dar inicio a una obra en inmediaciones del río ‘Atoyac’ cuando fuimos agredidos por CATEM, con armas largas; tenemos diez heridos. Tenemos el contrato debidamente firmado con la empresa Constructores de la Cuenca S. A. de C. V.”, la declaración de Pastor Domínguez, vocero de “Libertad”.
Muestra luego un documento que certifica que garantiza la titularidad de la obra de rehabilitación, en el acarreo de materiales.
“El llamado al gobernador para que meta las manos, porque tenemos la razón y la legalidad y no es posible que esa gente nos agreda; tenemos 30 vehículos dañados, dos totalmente destruidos”, agrega en improvisada conferencia de prensa ya casi al mediodía del martes, entre ciento de taxis, mototaxis y camiones tipo volteo.
No tiene datos precisos de las ocasiones en que han sido atacados por CATEM y asegura que en este sexenio, dos de sus agremiados han sido asesinados, de quienes piden justicia.}
DELINCUENCIA ORGANIZADA
Minutos después de las 12, la calma retorna, entre rumores de nuevos enfrentamientos. Se retiran del crucero del monumento a la Madre, pero se van a cuidar hospitales donde atienden a sus heridos. En uno de ellos, después de la una de la tarde falleció el segundo agredido.
Diego Armando Santiago Ortiz y Erick Giovanni Taboada Herrera, las víctimas mortales, presuntamente originarias de San Lorenzo Cacaotepec.
Una hora antes, desde el Palacio de Gobierno, el fiscal Rubén Vasconcelos Méndez sólo confirmaba aprisa un muerto y un herido; “no tengo más datos”, argumentaba; “vamos a aplicar justicia”, la cantaleta.
Mientras tanto, por la tarde, desde Concepción Pápalo, en la región Cañada, el gobernador Murat Hinojosa encargaba a su nuevo secretario de Seguridad, dar resultados.
Sobre el conflicto entre transportistas, decía a la prensa que no se tolerarían más actos de violencia, que podrían las instancias correspondientes quitar la toma de nota a sindicatos violentos; que se llevaría a los responsables de los hechos ante la justicia… que habrá cero tolerancia. Aunque no hay detenidos, hasta anoche.
Y el reconocimiento tácito:
“Las acciones que se han tomado en el Istmo, la Cuenca y los Valles Centrales, pues también lamentablemente en ciertas ocasiones tienen reacciones de la delincuencia organizada”.
Sí, la delincuencia organizada que desde hace mucho no quieren ver las autoridades, reinan en Oaxaca. Y los transportistas, uno de sus principales operadores.
