Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 5 de octubre de 2020.- ¿Son del Partido Morena los peores gobiernos en los principales municipios de Oaxaca? O los homicidios y toda clase de delitos son alentados desde fuera, para restarle credibilidad a estas autoridades y, en consecuencia, desalentar al electorado.
Porque son justamente esos municipios, en su mayoría gobernados por el partido que creó el hoy Presidente Andrés Manuel López Obrador, los que enfrentan una grave crisis de inseguridad, más aún si se quitan los recursos financieros del Fondo de Seguridad Pública.
Por lo pronto, a un año nueve meses de gobiernos municipales morenistas, no ha podido consolidarse una baja notoria con lo que respecta a la incidencia delictiva, donde los homicidios y agresiones los mantienen hundidos en la violencia.
Entre los principales municipios donde los crímenes son asuntos cotidianos se encuentran la capital oaxaqueña y Santa Lucía del Camino en la región de Valles Centrales; en la Mixteca, Tlaxiaco y Huajuapan de León, mientras que en el Istmo sobresalen Santo Domingo Tehuantepec, Salina Cruz y Juchitán de Zaragoza, Ciudad Ixtepec, San Blas Atempa, Ciudad Ixtepec, por mencionar algunos.
Huautla de Jiménez, en la región Cañada, y Jalapa de Díaz en la Cuenca; las excepciones son Pinotepa Nacional, perredista, en la Costa; San Juan Bautista Tuxtepec, del Partido Nueva Alianza, y Loma Bonita, priista, municipio que ha tenido un descenso en los crímenes.
¿Y OSWALDO?
Es el caso de las autoridades de Oaxaca de Juárez, encabezadas por Oswaldo García Jarquín, le han quedado a deber a la ciudadanía el derecho a la seguridad, con la comisión de delitos de alto impacto y de menor grado que mantienen a la comunidad en zozobra.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con información de la Fiscalía General del Estado, con base en averiguaciones previas iniciadas o carpetas de investigación, refieren que en lo que va de 2020, al cierre del mes de agosto, en la capital se han cometido 28 homicidios dolosos y 460 lesiones dolosas.
En 2019 la capital registró 47 asesinatos, 893 lesiones y dos feminicidios, es decir, durante el actual trienio de Morena han ocurrido 75 homicidios dolosos; mil 353 lesiones y dos feminicidios.
Una de las explicaciones podría ser que su actual responsable de seguridad, Aquileo Sánchez Castellanos, sigue sin conocer la capital, mucho menos sus 13 agencias y colonias; otro caso que su subalterno Marcos Freddy Hernández, que sólo sabe de temas de vialidad. El caso es que cotidianamente hay asaltos a mano armada, asesinatos, robo a negocios, y no hay para cuando frenar los delitos.
En vecino municipio de Santa Lucía del Camino, con Dante Montaño, que a conveniencia a veces es de Morena y a veces del PT, de enero a agosto se ha registrado la comisión de dos homicidios y 52 lesiones dolosas; con un total de nueve asesinatos y 139 hechos de violencia con víctimas de lesiones dolosas en lo que va de la actual administración de Dante Montaño.
Según el recuento elaborado por la periodista de ZONA ROJA, Yuridiana Sosa, en la región del Istmo el escenario tampoco es alentador. En Santo Domingo Tehuantepec se han registrado 13 homicidios, 75 casos de lesiones dolosas y dos feminicidios, mientras que el 2019 cerró con 26 asesinatos, 172 lesiones y dos feminicidios.
El puerto de Salina Cruz también mantiene reportes continuos de hechos delictivos, que al corte del mes de agosto de este año el SENSSP reportó 23 homicidios y 71 lesiones, con lo cual alcanzó los 50 casos de homicidio en lo que va del trienio y 227 delitos de lesiones dolosas.
Los homicidios dolosos continúan en Juchitán de Zaragoza, donde este año van 28 asesinatos y 96 hechos violentos con lesiones dolosas; en el 2019 se registraron 51 homicidios y 127 lesiones.
En Tuxtepec, que gobernó Fernando Bautista Dávila por tres años y medio, por ejemplo, sigue estando en la lista de los 100 municipios del país más violentos, de acuerdo con el sitio el.crimen.
Entre septiembre de 2019 y agosto de este año se cometieron 101 asesinatos, con una tasa promedio del 59.5 por ciento.
PESE A APOYO
Esos son tan sólo unos ejemplos de los municipios que presentan el mayor número de delitos y que han querido, o se han confiado, en que la Secretaría de Seguridad Pública del estado o la Guardia Nacional les resuelva sus problemas.
En algunos casos ha tenido que entrar de lleno la SSPO, como por ejemplo Loma Bonita, en que prácticamente suplió a toda la policía municipal, por probables ligas con la delincuencia; o en Tuxtepec, donde designó un comandante estatal para dirigir la corporación municipal.
En las diferentes ciudades, la seguridad ha sido reforzada con la vigilancia por parte de la Policía Estatal, pues los policías municipales o se han visto rebasadas por el déficit de personal, presupuestos y problemas con las autoridades locales que no cumplen con las garantías laborales. O de plano están coludidos con la delincuencia.
Oaxaca de Juárez, por ejemplo, ha dejado al garete la seguridad, pues los elementos amagaron con un paro de labores por la falta de bonos, protección personal contra el Covid-19, además de denunciar acoso y hostigamiento laboral.
O en Santa Lucía del Camino, donde Dante Montaño tiene un escolta de Ulises Ruiz Ortiz como jefe de seguridad, pero muy frecuentemente ocurren los delitos. Juchitán, donde se reforzó su centro de videovigilancia, pero poco ha hecho a nivel municipal los delitos y ahí es altamente preocupante la ola delictiva con altos homicidios.
En definitiva esos ediles no se pueden decir primerizos o novatos, pues varios de ellos surgieron del PRD o de otros partidos, y en absoluto pueden decir que es por falta de capacidad o experiencia. Ahí está el caso de Juanita Cruz Cruz, en Huajuapan, perredista de hueso colorado junto con su esposo Pedro Silva, políticos añejos veleidosos, que ahora como morenistas no pueden con la inseguridad.
En el caso de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, también morenista, hay delitos cometidos hasta por los propios policías, que en varias ocasiones han atacado a ciudadanos y por lo cual el gobierno que encabeza Gaudencio Ortiz, incluso tiene señalamientos a nivel internacional de organismos de derechos humanos.
Pese a esa ineficiencia municipal, dejamos también en la duda la probable injerencia –que podría ser estatal– de agentes externos, que alientan la inseguridad o cobijan a delincuentes traídos de otras entidades o de la capital del país o del Estado de México, porque de otra manera, no se puede entender de manera integral la problemática de inseguridad en ayuntamientos morenistas. ¿O los ediles son verdaderamente ingenuos y desentendidos?
