Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 22 de octubre de 2020.- Finalmente, después de cuatro días de protestas en la capital, el gobierno de Oaxaca aceptó hoy colaborar para que Raúl Gatica Bautista regrese a la entidad de su exilio.
Pero la petición del Consejo Indígena Popular de Oaxaca “Ricardo Flores Magón” (CIPO-RFM), tiene más de una década, a fin de que se garantice un retorno seguro y cesen las persecuciones contra el dirigente de esa organización.
Gatica Bautista es un indígena miexteco originario de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, exiliado desde el 2005 en Vancouver, Canadá, luego de ser víctima de múltiples agresiones y persecución política, durante la administración de José Murat Casab y Ulises Ruiz Ortiz.
Es un luchador social y fundador del CIPO-RFM; desde 1987 se desempeñó como profesor de educación primaria, adscrito a la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, gremio al que representó como parte de la Comisión Política, de 1995 a 1997.
Fue en este último año que surgió su participación en el Consejo Indígena Popular, que inició sus actividades en la defensa de las comunidades y pueblos indígenas, por lo que en abril de 1998 fue detenido en San Juan Bautista Tuxtepec, junto con otros 70 integrantes de la organización indígena, siendo únicamente él a quien desaparecieron y torturaron en una cárcel clandestina, dando así inicio a una serie de intimidaciones en su contra.
De acuerdo con el diario “La Jornada”, en septiembre de 2004, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó medidas cautelares a los gobiernos estatal y federal para proteger la integridad física y seguridad jurídica de Gatica Bautista y para otros dirigentes de la organización, por los actos de intimidación y hostigamiento de los que ya eran objeto.
Ese mismo año, el Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblo Indígenas (Cedhapi), denunció un incremento en los actos de persecución en contra de la dirigencia y militancia del CIPO-RFM, prueba de ello el retiro con la fuerza pública que se llevó a cabo en pleno Centro Histórico, en el cual 15 personas fueron detenidas.
Posterior a ese acto calificado de represión, el activista salió de la entidad para proteger su integridad física y con la esperanza que al término del sexenio de Murat Hinojosa la cosas mejoraran y le permitieran volver, lo anterior no sucedió con Ulises Ruiz Ortiz, por lo que aceptó viajar a Canadá en donde solicitó formalmente ser aceptado como refugiado político.
Fue en el 2006 que el gobierno de Canadá concedió al oaxaqueño su petición de ser aceptado como refugiado político, quedando en calidad de “refugiado de convención” desde hace más de una década.
Gatica Bautista se vio obligado al autoexilio debido a las diferencias que tuvo con el ex gobernador y padre del hoy mandatario estatal, José Murat, ello tras una jornada de movilizaciones que realizó la organización a las puertas de Palacio de Gobierno, tal y como la que se registra en estos momentos en la capital de Oaxaca.
Para la organización el caso de ex dirigente y fundador del CIPO-RFM es una muestra clara de la persecución política que afrontan los indígenas y las organizaciones que se atreven a denunciar las presiones de los gobernadores, quienes con sus acciones violan cualquier tipo de tratado internacional en materia de derechos humanos.
Pese a su lejanía, García Bautista se ha mantenido activo en la lucha por el respeto de los derechos de los pueblos y comunidades indígenas, ha trabajado como voluntario en foros patrocinados por las Naciones Unidas y actualmente tiene un programa de radio llamado «Echoes of the Frist Nations Peoples».
Hoy la organización que fundó hace más de 20 años busca que se garantice su regreso a su lugar de origen, a lo cual el gobierno de Oaxaca aceptó iniciar la búsqueda de mecanismos para su regreso.