Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 2 noviembre de 2020.- Como nunca, el silencio invadió los panteones de Oaxaca en Día de Muertos.
Las sepulturas lucieron tristes, sin gente, sin celebraciones, sin el olor a cempasúchil; el Covid-19, el responsable de la situación.
La contingencia calló la fiesta para recibir y acompañar a los fieles difuntos en su regreso al más allá, en medio de rituales y algarabía, tanto dentro como afuera en las calles que rodean los panteones.
Cada año, desde hace varias décadas, en el exterior de los camposantos de la capital oaxaqueña se instalaba una verbena y feria popular que convocaba a miles de personas a ser parte de la celebración milenaria.
Este año como medida de prevención ante la contingencia sanitaria y al alto número de contagios de coronavirus, la autoridad municipal prohibió el ingreso al cementerio y la instalación de juegos mecánicos y vendedores informales.
El panteón general de la capital, llamado “San Miguel”, era zona de “alto contagio de festividad”; días previos a Todos Santos, cuando comenzaba la instalación de vendedores de flores, alimentos, principalmente antojitos oaxaqueños, y de una feria que alcanzaba calles colindantes con el municipio de Santa Lucía del Camino.
Desde temprana hora del 1 de noviembre comenzaba el arribo de personas, la limpia de las tumbas, era de las actividades principales. Pero el 2 de noviembre se registraba el mayor número de asistencia.
Música de banda, mariachi, tríos o cantos a capela se escuchan casi todo el día. Y aunque la tristeza por la partida de los seres queridos se hacía presente, dentro del camposanto predominaban las risas, pues la fecha también era motivo de la reunión entre los vivos. Nada de eso fue posible este año.
En el panteón “Jardín”, ubicado en San Andrés Huayápam, pero perteneciente al gobierno municipal de Oaxaca de Juárez, también era epicentro de celebración.
Sobre sus puertas principales sólo luce una lona con el mensaje que prohíbe el ingreso.
Mientras que decenas de familias más que vivían de estas actividades comerciales, como son los denominados “ferieros”, sufren las consecuencias que ha traído la contingencia sanitaria.
EN REGIONES, LO CONTRARIO
En la región de la Cuenca, el gobierno municipal de Santa María Jacatepec permitió la apertura de los panteones.
La autoridad municipal anunció que el ingreso sería controlado y no se permitiría la asistencia de más de dos personas por familia, así como aplicarían las medidas sanitarias correspondientes.
En el municipio de Loma Bonita la autoridad municipal montó un operativo de vigilancia con la ayuda de la Policía Municipal para el arribo de la ciudadanía al nuevo panteón.
Aunque se anunció la medida, algunas personas trataron de ingresar al nuevo camposanto al no contar con barda perimetral, pues este nuevo camposanto surgió apenas el pasado mes de julio cuando una ola de defunciones por motivo de covid 19 obligaron a la autoridad a su apertura, pues en el anterior ya no había espacios.
En municipios como Tuxtepec, Valle Nacional, San Lucas Ojitlán, San Felipe Jalapa de Díaz, San Pedro Ixcatlán y San José Chiltepec, también se prohibió el ingreso a los panteones para esta fecha.
