Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 2 de diciembre de 2020.- “Soy una mujer inteligente, audaz, capaz, con principios, pero sobre todo soy una mujer completa”, así se definía Geovana Angulo Ramos, cuyo cuerpo sin vida fue localizado en estado de descomposición tras ser asesinada presuntamente por su pareja sentimental.
Hace tan solo dos años, en el 2018, participó en un documental en el que dejó constancia de su amor por la vida y su búsqueda de la felicidad. Se le veía radiante, con una belleza particular y un amplio orgullo de ser una mujer oaxaqueña.
Tenía una profunda pasión por la danza, tanta que se dedicó a la enseñanza de dicha disciplina en niñas y niños, quienes lejos de cuestionarle su género le reconocían el trabajo que realizaba y la llamaban “maestra”, lo cual la llenaba de satisfacción.
“Me dedico a la danza, soy maestra de baile. Me encanta, el baile es a lo que siempre me he dedicado, es lo mejor que hago. Me siento muy contenta cuando voy en la calle y uno de mis niños dice mira ahí va la maestra, porque creo que cuando alguien te dice maestra es porque les enseñaste algo”, refirió en el documental realizado por Pablo Osorio.
En su trabajo con niñas y niños, nunca tuvo problema por su transición de género mucho menos fue cuestionada al respecto, por el contrario, cuido cada detalle al momento de presentarse como su maestra de danza, mismo cuidado que tuvo con todas las demás personas con las procuró siempre el respeto y la tolerancia.
Su transición física fue a partir de los 14 años, sin embargo, desde muy pequeña sabía que no se identificaba con el niño que veía en el espejo, de ahí que inició el procedimiento hormonal que, aunque fue difícil, dio como resultado que con el paso del tiempo se asumiera como mujer, lo que siempre quiso ser.
Creyente de Dios, tuvo que enfrentar el rechazo de la Iglesia que, aunque no le cerró las puertas, se encargó de dejarle claro que su transición no era bien vista y debía reconsiderarla, acción a la que se negó sin perder de vista su vida espiritual ya que para ella su Dios es más justo, amoroso y comprensivo que el de la propia institución.
Su belleza física la hizo participar en velas istmeñas y certámenes de belleza de la comunidad LGBT, los cuales aseguraba sirven para hacer evidentes los cuerpos y sexualidades diversas, demostrar que son parte también de la sociedad y merece el respeto que cualquier otra persona.
“Hazlo porque no hay repetición para volverlo a hacer, vida solo hay una y esta te toco vivir. Quiérela, disfrútala”, era su consejo ante la vida, misma que llegó a su fin de forma prematura y violenta.
Y es que los sueños y aspiraciones de Geovana se desvanecieron el 25 de noviembre que fue reportada como desaparecida. Su búsqueda se hizo viral en las redes sociales, sin embargo, este martes primero de diciembre se dio a conocer la localización de su cuerpo en estado de descomposición.
Las muestras de cariño y exigencias de justicia para Geovana no se hicieron esperar, colectivos por la diversidad sexual pidieron a las autoridades esclarecer los hechos y sancionar a los responsables.
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PIDEN INVESTIGAR COMO FEMINICIDIO
Para el Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos”, Geovana, desde su expresión de ser mujer, es una víctima más de las omisiones y negligencias de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, ya que fue reportada como desaparecida a la unidad de búsqueda de personas no localizadas, pero no lograron encontrarla con vida.
Al igual que el 25 por ciento de las 94 mujeres asesinadas de manera violenta en lo que va del año, de quienes sus cuerpos han sido abandonados en lotes baldíos, barrancos, poblados solitarios, caminos de terracería, en el basurero, en fosas clandestinas o, como en este caso en una presa, acción que representa una completa deshumanización de su cuerpo y por lo tanto debe considerarse transfeminicidio.
“Como GES Mujer manifestamos nuestra indignación por este crimen de odio y en ese sentido demandamos que sea investigado bajo el protocolo de feminicidio, pues urge que se implementen investigaciones que lleven a la sanción ante asesinatos violentos por orientación de género”, refieren.
De acuerdo con el organismo, expresiones discriminatorias, actos de violencia que se materializan en crímenes de odio, graves violaciones a los derechos humanos por motivos relacionados a la orientación sexual, la identidad o expresión de género de las víctimas, deben ser erradicadas de la sociedad.
Finalmente, aseguraron que el caso de la joven de 25 años de edad, como el de las 479 mujeres y niñas que han sido asesinadas de manera violenta durante la administración de Alejandro Murat, es una indignante muestra del nivel de violencia machista y la misoginia que persisten en Oaxaca.