Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 4 de diciembre de 2020.- La pandemia en Oaxaca ha dejado al descubierto la violencia en contra de las mujeres y también hacia la comunidad transexual; en lo que va del año, tienen el registro de al menos ocho agresiones.
Muestra de los ataques morales son los recientes asesinatos de Geovanna y “Shirley”, así como la desaparición de Amairani, mejor conocida como “La Chiquis”, en Puerto Escondido, cuyo paradero se desconoce desde noviembre del 2018.
Así lo dio a conocer Jesús Yoshio Morales Ramírez, integrante del Colectivo Oaxaca Vecinal y activista de la comunidad LGBT, quien manifestó que se trata de una problemática preocupante ya que las poblaciones que han sido históricamente vulneradas, siguen siendo mayormente afectadas con la violencia estructural.
“La violencia ha aumentado al interior de las familias y en las calles, las poblaciones trans se han visto seriamente afectadas. Si para las mujeres muchas veces no existe justicia, para las compañeras trans es mucho más complejo”, dijo.
Por lo anterior, se unió al llamado de justicia que han hecho las familias y amistades de ambas mujeres, ya que en el caso de Geovanna está identificado el presunto agresor y no se ha iniciado el procedimiento penal en su contra.
Al respecto, explicó que, en una reciente reunión con el fiscal General del Estado, Rubén Vasconcelos Méndez, éste se comprometió a capacitar a su personal y atender de forma inmediata los asesinatos de odio en contra de la comunidad LGBT; sin embargo, ante la solicitud de iniciar el procedimiento en contra del presunto responsable del asesinato de Geovanna, dio como respuesta un “Lo voy a ver”.
“No sabemos que está esperando para hacer pública la imagen de la persona que ha sido señalada como principal sospechoso del asesinato de Geovanna y tomar las medidas necesarias”, dijo.
Ante la insistencia de avances en los casos de agresiones y asesinatos en contra de la comunidad LGBT, el fiscal se comprometió a instalar mesa de trabajo para conocer los avances de cada uno de los casos, por lo que están a la espera de que se cumpla dicho acuerdo.
Para Morales Ramírez, un mayor compromiso y voluntad política por parte de las autoridades no es lo único que hace falta para erradicar los crímenes de odio, también es necesaria la empatía de la sociedad hacia las comunidades de identidad y sexualidad diversa, toda vez que la discriminación, el racismo y el clasismo siguen siendo una constante que vulnera en mayor medida a la comunidad LGBT.
CRECIENTES AGRESIONES
La falta de legislación en beneficio de la población trans ha derivado en que no existan cifras en torno a las agresiones en su contra, por el contrario, la mayoría de los asesinatos son incluidos en la lista general de homicidios, situación que complica dimensionar la problemática, lo cual asegura no quiere decir que sea menos grave ya que de forma cercana tienen registro de ocho casos en lo que va del año.
Y aunque manifestó que está pendiente que se incluya el tema de trans feminicidios en la ley, la realidad es que hay normatividad suficiente en torno a la igualdad y no discriminación que se tendría que hacer efectiva por parte de las autoridades para cualquier persona, sin embargo, al no utilizarse se convierten en letra muerta.
“Es bastaste complejo el tema, porque aún etanos en resistencia y porque ahora somos más visibles en realidad, lo cual nos pone en un doble riesgo al cuestionar la estructura del sistema y este responde con violencia para someternos”, sentenció.
Y aunque no hay cifras específicas en la entidad oaxaqueña, la realidad es que, a nivel mundial, México es el segundo país con más asesinatos de personas trans, de acuerdo con la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (ILGA-LAC).
Del 1 de enero al 30 de junio de 2020, se reportaron 69 crímenes de odio donde la orientación sexual, identidad o expresión de género fueron utilizados como pretexto para la vulneración de derechos, según el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+.