Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 13 de enero de 2021.- Poco a poco, la imagen de Arleth Azucena comienza a hacerse viral en las redes sociales, acompañada de un escrito que han compartido sus familiares y amistades más cercanas que indigna, conmueve y sobre todo es un llamado a la justicia.
A sus escasos 20 años de edad, ella se convirtió en una víctima más de la violencia feminicida que nadie puede contener en Oaxaca y que la mayoría de las veces es minimizada por las autoridades de procuración de justicia que insisten en negar las investigaciones por feminicidios, para reducir así las cifras que reportan al gobierno federal y los medios de comunicación.
El texto escrito en primera persona, busca difundir las condiciones en las que le fue arrebatada la vida a la joven, hacer conciencia sobre la realidad a la que se enfrentan las mujeres en la entidad, exigir que el caso sea investigado como feminicidio y por consiguiente sancionar a los responsables.
“Salí de mi jornada de trabajo a la 9:00 pm, el día viernes 8 de enero de 2021, caminé algunas calles del centro histórico de Oaxaca para abordar el taxi que me llevara a mi hogar. ¡Nunca llegué a casa! Me levantaron, me llevaron… manos criminales terminaron con mi vida y aparecí al día siguiente en un terreno baldío”, refiere el crudo relato.
El mismo hace una dura crítica a las autoridades del gobierno de Oaxaca que sigue sin garantizar el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia como lo mandata la ley, además de referir que lamentablemente, las mujeres sólo están presentes cuando están ausentes y vivas cuando están muertas.
“Los asesinos robaron mi vida, mis sueños a los 20 años, la tranquilidad de mi familia. Pero no sólo son ellos los criminales, también lo es este gobierno que me robó el derecho a la protección como mujer y ciudadana”, cita.
Refiere la falta de capacidad de la Fiscalía General del Estado para garantizar justicia a las víctimas, además de su insistencia en minimizar los feminicidios, al investigar las agresiones contra las mujeres como asesinatos simples.
“Estoy muerta. Doblemente violentada. Desde las manos de los criminales que arrebataron mi vida y el Ministerio Público oaxaqueño que me niega la justicia, catalogando mi muerte como asesinato y no como feminicidio.
“Ni una menos hemos dicho infinidad de veces. Pero el número va en aumento, mañana me nombrarán como una cifra y también me habrán robado el derecho a un nombre propio que exige justicia”.
El texto acompañado de una foto de Arleth Azucena es un llamado a la sociedad para exigir justicia por su asesinato violento, el cual piden sea investigado como feminicidio y no quede impune.
“Ayúdame, no permitas que mi muerte quede impune. ¡Que se investigue como feminicidio, no como asesinato! Coloca este mensaje en tus redes sociales, en tu perfil, déjame en ellos hasta que las autoridades reconozcan e investiguen mi muerte como acto de violencia hacia la mujer”, expone.
El cuerpo sin vida de la joven fue localizado el pasado sábado en un predio ubicado en inmediaciones de San Antonio de la Cal. La causa de la muerte: asfixia mecánica por estrangulamiento.
La muerte de Arleth, quien vivía en el municipio de Cuilápam de Guerrero y se dedicaba a las ventas, fue contabilizado como el feminicidio número 500 de la administración de Alejandro Murat Hinojosa, que está a poco de convertirse en la más violenta de la historia.