Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 1 de febrero de 2021.- El “Viene-viene”, como le conocían, no le hacía daño a nadie.
Bebedor consuetudinario, pasaba el tiempo en el crucero de la carretera Internacional 190 con el bulevar Manuel Ruiz de la ciudad de Oaxaca.
Ayudaba a los motociclistas que reparten alimentos; les lavaba la moto, se hicieron amigos. Apoyaba en el estacionamiento del restaurante de comida rápida Mc Donalds.
En tiempos de sobriedad, se iba a un centro comercial a ayudar a embolsar la despensa, con eso se ganaba un dinerito. Los fines de semana le gustaba apoyar al béisbol; todos lo tenían en buen concepto; no era violento ni peleonero.
Pero hace seis días desapareció y sus amigos los repartidores en moto lo extrañaron; preguntaron por él en todas partes y nadie supo dar razón.
Hasta que anoche, en un predio baldío a un costado del crucero citado y colindante con la oficina de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, fue localizado el cuerpo.
Elementos policiacos y de la Fiscalía General del Estado acudieron al sitio; hallaron rastros de sangre y el joven presentaba golpes. Pero no se supo más.
LE RIDEN HOMENAJE
Alrededor de las dos de la tarde, motociclistas repartidores se reunieron a un costado del sitio donde fue hallado el cadáver, para rendirle un homenaje. Dos veladoras, una cruz y las mochilas, fueron puestas en el suelo.
Se trató de Eduardo I. Mestas, conocido como el “Viene-viene”; casado, originario del estado de Puebla, con una hija. Pero la familia lo había abandonado, al dedicarse al vicio del alcohol.
En el homenaje de este lunes, los jóvenes repartidores le brindaron aplausos y exigieron a las autoridades municipales de Oaxaca de Juárez y al Gobierno del Estado, mayor seguridad en las calles para garantizar la labor de los que se dedican al reparto de alimentos, así como para el resto de la ciudadanía.
Pues, apuntaron, sólo se han enfocado en implementar operativos viales, de los que en constantes ocasiones han sido víctimas de los elementos de tránsito, así como que ante cualquier accidente vial siempre son señalados como los culpables, antes que investigar o y todo cuando está involucrado algún trabajador del gobierno.
Los repartidores de Didi, Rappi y Uber exigieron justicia para su compañero, quien los ayudaba con servicios y a lavar las motocicletas.
Su cuerpo fue hallado cerca de las 22:40 horas de este domingo en un predio abandonado en la intersección de la carretera Federal 190 y el bulevar Manuel Ruiz, en un avanzado estado de putrefacción.
En el sitio se localizaron manchas de sangre, pero hasta el momento los compañeros del fallecido desconocen más detalles del probable delito contra quien describieron ser una buena persona que sólo buscaba ganarse el ingreso diario.
Hasta ahora nada se sabe de los probables autores del crimen. Será porque se trató de un bebedor consuetudinario que hasta ahora nadie reclama.