Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 14 de marzo de 2021.- La llegada en febrero de un extraño virus a México no hizo temblar a muchos.
Todavía era incierto, desconocido, y hasta lejano, al haber surgido en diciembre de 2019 en Wuhan, China. Nadie creería entonces que se extendería por todo el orbe hasta convertirse en una pandemia.
Pero en Oaxaca el rumor comenzó a cobrar fuerza un 13 de marzo de 2020: hay un caso probable en La Ciénega, en la región Valles Centrales.
El pánico comenzó en ese pequeño pueblo, a unos 25 kilómetros al sur de la capital y paulatinamente se extendió a todas las regiones, hasta callar a todos, con cubrebocas, y terminar el bullicio y la algarabía fiestera de los oaxaqueños.
Desde hace un año, ante la confirmación de los dos primeros casos del virus Sars-Cov-2 en Oaxaca, la vida en la entidad no volvió a ser la misma.
El último reporte de los Servicios de salud de Oaxaca, ofrecido este 13 de marzo, indican que a un año, 42 mil 289 personas en la entidad han padecido Covid-19 y tres mil 56 han muerto. Es decir, en promedio por día unas 115 personas se contagiaron de coronavirus y 8.3 murieron.
La vida en Oaxaca se transformó desde aquel día. Nos calló y nos encerró a todos. Desde aquel 14 de marzo cuando la Secretaría de Salud de Oaxaca informó que un hombre de 62 años con antecedente de viaje a Nueva York, y una mujer de 30 años que viajó por distintos países de Europa se encontraban enfermos en la región de Valles Centrales.
EL PÁNICO
Apenas se asimilaba la nueva realidad sanitaria, cuando en La Ciénega, municipio del distrito de Zimatlán, se desataba el pánico ante la falta de desinformación de los SSO sobre un caso en la pequeña comunidad.
El 17 de marzo el ex ahora titular de SSO, Donato Casas, dio a conocer que en Oaxaca existían siete casos sospechosos de Covid en la entidad. Uno de estos en La Ciénega.
La edil, Concepción Libia Hernández Castillo, acusó al titular de los SSO de no dar aviso a la autoridad municipal para tomar las medidas correspondientes y evitar riesgo masivo; pues se enteraron por los medios de comunicación sobre la situación en su localidad.
Bajo el riesgo para la población ante la amenaza del Covid, La Ciénega fue el primer municipio en Oaxaca en suspender clases a partir de esa fecha, mientras que la disposición de la Secretaría de Educación Pública (SEP), marcó como último día de clases presenciales el 20 de marzo.
Los casos comenzaron a crecer en la entidad, principalmente en la zona de Valles Centrales en el transcurso de una semana ya había casos en la capital, Oaxaca de Juárez, Santa María El Tule, La Ciénega y Santa Lucía del Camino.
INICIAN DEFUNCIONES
A poco menos de dos semanas de la primera defunción por Covid en México, el 18 de marzo, en Oaxaca se anunció el 30 de marzo de la primera víctima mortal del virus en la entidad. Fue un hombre de 44 años.
A poco más de un mes del virus en Oaxaca, todas las regiones ya presentaban casos y las defunciones se incrementaron. El 21 de abril la región Cañada, para ese entonces la única sin casos, confirmaba la defunción de una persona.
En esta misma fecha, el gobierno federal declaraba la “Fase 3” de contagios para México.
Pero este escenario se hacía más trágico desde los hospitales, donde el personal médico denunciaba la falta de material médico y equipo de protección personal para atender la contingencia.
PROMESA SIN CUMPLIR
Frente a lo que se pronosticaba como un escenario difícil en los distintos sectores económicos, con el cierre “temporal” de espacios y establecimientos, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, anunció el 7 de abril el “Plan de Recuperación Económica”.
La gran promesa fue la inversión de mil 270 millones de pesos para reactivar al estado en medio de la contingencia de Covid 19. Dinero que el Congreso del Estado dijo era parte del fideicomiso otorgado para el ejercicio fiscal 2020. Y a la fecha, los empresarios afirman no tener apoyo.
AUTORIDADES MUEREN
En mayo se abrió el registro de autoridades municipales que perdieron la vida frente al Covid-19, que a marzo de este año suman aproximadamente 21 ediles fallecidos.
El primer que falleció en Oaxaca a causa del SARS-CoV-2 fue el de Reyes, Etla, Javier Santiago Ruiz; Le siguieron Florencio San Germán Santiago, de San Baltazar Chichicápam; Artemio Ortiz Ricardez, de Tamazulápam del Espíritu Santo; después Fernando Bautista Dávila, de San Juan Bautista Tuxtepec; el alcalde de Matías Romero, Alfredo Juárez.
Pedro Escárcega Pérez, de Santiago Jocotepec; Victoriano Gómez Martínez, de San Bartolomé Quialana; Daniel Hernández Hernández, de San Miguel del Río; Pedro Modesto Santos, de Santa Cruz Xitla; Simón Bazán Méndez, de San Simón Zahuatlán… el más reciente caso, este mes, el presidente municipal de San Juan Diuxi, Marino Martínez.
También Arturo Pérez Pérez, síndico municipal de Ixtlán de Juárez, en la Sierra Juárez; Aristeo Filio González, síndico de Mazatlán Villa de Flores, Andrés López Pineda, regidor de Hacienda en San Francisco Ixhuatán. Y el diputado, Othón Cuevas Córdoba.
SIN FIESTA MÁXIMA
La suspensión de la Guelaguetza 2020 se oficializó el 15 de junio, con la posibilidad de la fiesta en diciembre; propuesta que fue rechazada desde el Congreso de Oaxaca y que finalmente no se realizó.
INESTABILIDAD EN SEMÁFOROS
En julio la entidad oaxaqueña transitó a rojo en el semáforo epidemiológico, en el que la movilidad de la población no se contenía ante la necesidad de salir a laborar; pero tampoco se dejaban a un lado las actividades de esparcimiento.
Con la alerta máxima, Oaxaca iniciaba una “nueva normalidad”, la que ha sido difícil acatar, hasta por parte de autoridades municipales, que por omisión han permitido la celebración de eventos masivos que han llevado a la entidad a recaer en varias ocasiones en semáforo naranja.
En noviembre, en el marco de la fiestas del Día de Muertos, las celebraciones en el Centro Histórico de Oaxaca no se hicieron esperar; así como en otros municipios de la región de Valles Centrales y la Cañada.
Pero Oaxaca también ha sobresalido por haber sido el destino turístico y de descanso del subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, quién para fin de año e inicios de enero 2021, fue captado en las playas de Zipolite de “vacaciones”.
BAILES PROHIBIDOS
Un brote con al menos 400 contagios de Covid-19 en la comunidad de San Juan del Río fue advertido a finales de enero por el presidente municipal de Santiago Choapam, en la región de la Cuenca.
Un baile popular registrado el 5 de enero, en honor al Divino Niño Jesús en dicha comunidad de la Cuenca puso a Oaxaca en el escenario nacional, aunque los Servicios de Salud de Oaxaca y la Secretaría de Salud nunca registraron esa cantidad de casos en sus estadísticas.
A este baile se le sumaron una serie más en distintas regiones de la entidad, así como fiestas particulares que, en esas circunstancias, trataron o fueron canceladas por autoridades municipales.
LAS VACUNAS
El proceso de vacunación contra Covid-19 para el personal de salud se registró el 13 de enero de pasado en Oaxaca.
Pero la jornada se desarrolló en medios del desorden y en el que personal de salud denunciaron exclusión al no formar parte del área de médicos, enfermeros o de los trabajadores que no están en atención directa con pacientes Covid.
La discriminación para el personal sigue presente a más de dos meses de iniciado el proceso; al menos unos cinco mil trabajadores de la salud, adheridos a la Sección 35 del SNTSA siguen sin recibir la dosis; por lo que por enésima ocasión en medio de la contingencia se encuentran en paro.
CAOS, VIOLENCIA Y VACUNAS
El 15 de febrero, con 31 mil vacunas, inició la jornada del Plan de Vacunación de Adultos Mayores en Oaxaca; comenzó 44 municipios de las regiones Cañada, Sierra Cuicateca y Mazateca, así como un municipio de la Cuenca del Papaloapan, los cuales fueron catalogados con mayor marginación.
En los municipios anteriores a la llegada de las dosis a la capital del estado no se registraron incidentes.
Pero, ante el desarrollo de esta jornada a partir del 9 de marzo Oaxaca de Juárez, el caos comenzó. Días antes del primer caso en Oaxaca, la crisis por vacunas y Covid estalló en violencia.
El edil de Santa Lucía del Camino, Dante Montaño, de PT-Morena, protagonizó sendos bloqueos de carreteras la noche del miércoles y el jueves, que derivó en intento de retención de la delegada de Bienestar, Nancy Ortiz Cabrera, y un escolta que sacó un arma para amedrentar.
El viernes y sábado siguieron declaraciones y acusaciones por todas partes, entre políticos y funcionarios. Alejandro Murat, gobernador de Oaxaca, acusó al gobierno federal del desorden, pero se retractó el sábado en Santa María Atzompa, en la visita del titular de Programas de Desarrollo Social del gobierno federal, Gabriel García, quien dijo que todo se debió a una confusión…
