Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 5 de abril de 2021.- En poco más de cuatro años, suman cinco titulares en los Servicios de Salud de Oaxaca, quienes poco o nada han hecho para resolver la cauda de problemas, ahora multiplicados por la pandemia del Covid-19.
Pero podría haber un sexto: el actual, Juan Carlos Márquez Heine, apenas lleva dos meses y medio en el cargo y ya está agobiado, hastiado, acosado y ocupado más en atender las múltiples demandas de presuntos actos de corrupción, entre ellas la de la Auditoría Superior de la Federación.
Los oaxaqueños Gabriela Velásquez, Celestino Alonso Álvarez, Juan Díaz Pimentel –que no duró ni un mes– y Donato Casas Escamilla, además de Márquez Heine, son las cabezas que ha tenido la dependencia, que anualmente recibe recursos presupuestales por el orden de los cinco mil millones de pesos.
Pero el más gris es el originario del Estado de México y ex titular del Régimen Estatal de Protección Social en Salud, conocido como Seguro Popular, quien desde hace un año fue designado subsecretario de Salud y desde el 19 de enero pasado es secretario; prácticamente vive escondido y angustiado, sin poder solucionar ni los propios conflictos administrativos internos.
ESCÁNDALOS CONTINUOS
Desde su llegada como secretario de Salud y director general de los Servicios de Salud de Oaxaca, Juan Carlos Márquez Heine se ha visto envuelto en señalamientos que ponen en duda su desempeño ante la dependencia más importante en materia de salud.
Desde trabajadores, ex trabajadores, asociaciones civiles y hasta diputados de la 64 Legislatura de Oaxaca han pedido su renuncia.
Luego de ser subsecretario de la dependencia, Márquez Heine rindió protesta como titular el 19 de enero; desde ese momento comenzó a sumar manifestaciones de rechazo a su cargo, que se han convertido en innumerables protestas.
De los primeros señalamientos se encuentra el que realizó el grupo “Oaxaqueños Contra la Corrupción”, quien por medio de una investigación exhibió que durante su paso en la Dirección del Seguro Popular realizó una serie de contrataciones con empresas “fantasma”.
También, fue este mismo organismo civil el que dio a conocer que el titular de los SSO no pagó en el año 2019 más de 69 millones 200 mil pesos de un total superior a los 83 millones de pesos de ISR de la nómina del Régimen de Protección Social en Salud del Estado de Oaxaca, conocido como Seguro Popular.
Difundió además sobre las observaciones que realizó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) cuando estuvo al frente del régimen Estatal de Protección Social en la Salud del Estado de Oaxaca, con una afectación a la Hacienda Pública Federal por un monto de 16 millones 81 mil 699.20 pesos.
Este último caso derivó en que diputados de la 64 Legislatura de Oaxaca aprobaran un exhorto al gobernador Alejandro Murat para que destituya de su cargo a Juan Carlos Márquez, y de esa forma atienda las observaciones del ASF.
Pero previo a eso, el Congreso de Oaxaca también se inconformó con la designación de Márquez Heine en el preámbulo de la comparecencia programada para los Servicios de Salud de Oaxaca, cuando aún estaba al frente Donato Casas Escamilla.
Esa solicitud fue respaldada por el sindicato mayoritario de salud, la Sección 35 Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaria de Salud (SNTSA).
PROTESTAS DE SALUD
Durante la comparecencia del nuevo titular de la Secretaría de Salud de Oaxaca, el 26 de enero, se registró la primera manifestación por parte de los trabajadores de esta dependencia; ocurrió a puerta del Congreso del Estado.
Fueron los integrantes del Sindicato Independiente de Trabajadores de Salud (SITSS) quienes exigieron la recontratación ex trabajadores del extinto Seguro Popular. Mismo sindicato que mantuvo por 24 días de marzo un «plantón» frente a la Secretaría de Salud, en el Centro Histórico de la capital y en la colonia Reforma, por esta misma exigencia.
En febrero continuaron las manifestaciones del personal de Salud por la exigencia de aplicación de la vacuna contra el Covid-19.
Integrantes de la Sección 35 del SNTSA de la región del Istmo de Tehuantepec comenzaron con esta demanda y se declararon en asamblea permanente a partir del 18 de febrero.
Ellos justificaron que, desde 22 de enero médicos, enfermeras y demás trabajadores le demandó atención al secretario de salud, y fueron ignorados.
Por la desatención, el personal médico y administrativo de la Jurisdicción Sanitaria número 2 instaló una serie de bloqueos carreteros en la región del Istmo.
Días después, el gremio se unió a nivel estatal y realizó la “toma” de oficinas tanto de los Servicios de Salud de Oaxaca como de la Secretaría de Bienestar. Por delante, la exigencia de la renuncia de Márquez Heine.
Por parte, los trabajadores del programa U013 “Atención a la salud y medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social laboral”, también emprendieron protestas para exigir salarios caídos y recontrataciones.
Ello provocó una nueva llamada de atención desde el Poder Legislativo, a iniciativa de la diputada Magaly López Domínguez.
Se sumaron a las manifestaciones personal del equipo de Fortalecimiento a la Atención Médica (FAM) de las Caravanas Oaxaca por falta de pagos de sus quincenas y basificaciones, reclamos que también fueron dirigidos al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Los conflictos laborales continuaron por parte de los trabajadores del área de Vectores que con la “toma” de oficinas de Administración de los SSO exigieron la renuncia de Juan Carlos Márquez, pues no los consideró grupo prioritario en la aplicación de la vacuna contra el Covid-19 a pesar de también encontrarse en alto riesgo de contagio ante su labor en las comunidades y casa por casa.
Pero las inconformidades no quedaron en el personal, ya que autoridades municipales expresaron su rechazo a la gestión del secretario de Salud que no ha considerado las prioridades en las comunidades.
HASTA VIOLENCIA
La violencia por el caso de las vacunas contra el Covid también le tocó a Márquez Heine, por la nula coordinación con el gobierno federal; el 10 y 11 de marzo, el edil de Santa Lucía del Camino y sus trabajadores quemaron llantas, «tomaron» la sede de Bienestar e incluso intentaron retener a la delegada Nancy Ortiz.
Días después hicieron lo propio habitantes y autoridades auxiliares de Bajos de Chila de San Pedro Mixtepec, en la Costa, quienes irrumpieron de forma violenta en las oficinas de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, para exigir equipamiento para su unidad médica, lo cual fue una promesa.
El acabóse fue el 31 de marzo, en que el ex subdirector de Administración y Finanzas acudió a la sede central de los Servicios de Salud, con notario público, para dejar constancia que desde hace más de un mes pretende hacer la entrega-recepción de su cargo, pero que el titular de la dependencia, Márquez Heine, nada más no tiene tiempo para ello.
El 1 de abril amainaron un poco las protestas, al retirarse los integrantes del Sindicato Independiente, que este lunes tienen una mesa de trabajo con el Instituto de Salud para el Bienestar respecto a la recontratación de personal, pero su dirigente María del Carmen Noriega insiste en la renuncia del funcionario.
Otro «plantón» sigue, el de la Sección 73 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, que insisten en que muchos del sector salud no han sido vacunados.
Hay fuentes que confirma que uno de los principales detractores de Márquez Heine es su antecesor, Donato Casas, por berrinche también al no ser considerado candidato a algún cargo de representación popular; otras versiones señalan al mismo equipo de Heine de pugnas por el multimillonario presupuesto; lo cierto es que la incompetencia del actual secretario de Salud es notoria y su cabeza pende de un hilo.
