Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 9 de abril de 2021.- Una mujer, que fue atacada sexualmente por dos jóvenes en la región de la Mixteca de Oaxaca, denunció que, independientemente de la agresión, fue revictimizada por las autoridades de procuración de justicia en el municipio de Tlaxiaco, hasta donde acudió para denunciar los hechos.
Así lo expresó de viva voz en un trabajo periodístico de René López para la “Máxima Tlaxiaco”, estación de radio local, en donde indicó que pese a recorrer ocho horas de camino, toda vez que vive en una ranchería alejada, las autoridades se negaron a levantar la respectiva denuncia.
Y es que la mujer, afectada física y emocionalmente por la agresión, no aceptó realizarse el estudio médico solicitado por la instancia, de ahí que las autoridades le recriminaron el hecho y la responsabilizaron de no estar en plena disposición de proceder legalmente.
“Me violaron y casi me matan, pero no es suficiente para las autoridades. No me quieren tomar la declaración y levantar la denuncia para realizar una investigación que permita la sanción de los responsables”, dijo con la voz entrecortada.
La mujer relató que fue el día 4 de abril cuando dos jóvenes, ajenos a su comunidad, los que aprovechándose de la oscuridad la violentaron sexualmente y al ser descubiertos la lanzaron al barranco, acción que estuvo a punto de quitarle la vida, sin embargo, la pronta intervención de su familia la salvo.
De igual forma, fueron sus hermanos y cuñados los que capturaron a los agresores y juntos se trasladaron a la Heroica Ciudad de Tlaxiaco para presentarlos ante las autoridades y evitar que se dieran a la fuga sin pagar por el delito cometido.
Acudieron de primera cuenta al municipio de San Andrés Cabecera Nueva para dar parte a la autoridad, ahí la remitieron a Tlaxiaco, de manera específica a la Fiscalía Regional Especializada en Delitos contra la Mujer, donde lejos de hacerla sentir acompañada, fue maltratada psicológica y emocionalmente.
Y es que el relato de la mujer y la presencia de testigos no fue suficiente, las autoridades le pedían pruebas a pesar de llevar varias marcas en el cuerpo e insistían en el estudio médico como requisito indispensable para levantar la denuncia.
“Yo no me quiero hacer el estudio médico porque me siento muy mal y que quieran hacerlo en contra de mi voluntad no es correcto. Yo soy la víctima y pareciera que yo soy la agresora”, dijo.
Además, la captura de los agresores por parte de la familia fue vista como un delito por parte de las autoridades, aunque de no hacerlo se hubieran dado a la fuga sin ninguna consecuencia a la agresión efectuada.
Al borde del llanto, confirmó que la impunidad es una constante en este tipo de agresiones, facilitando que los agresores sigan lastimando a otras mujeres, niña y niños, quienes son más vulnerables a los ataques sexuales.
“Si no se hace nada lo seguirán haciendo. En las comunidades nos acostumbramos y las autoridades se hacen de la vista gorda porque no se quieren echar un paquete tan grande”.
Finalmente, y aunque agradeció estar con vida, lamentó que su testimonio no sea suficiente para las autoridades, para quienes dijo el caso se equipara incluso a un feminicidio donde no hay pruebas “suficientes” que puedan incriminar a los agresores para ser sancionados.