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“Sabuesos Guerreras” y el dolor de la ausencia; dolor ante ineptitud oficial

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., 29 de agosto de 2021.- Mañana fresca de domingo, antepenúltimo día de agosto. Fresco el viento, fresca la llovizna, fresca la herida. Herida de una ausencia que duele, que mata poco a poco.

“Si tú eres mi sangre, yo sé que voy encontrarte; no existe la noche ni el día que el tiempo me pueda calmar, ya no puedo si tú no estás… Nos quedamos sin nada pero lo haremos todo, nuestro amor es real y nada me hará cambiar. La familia se lleva en el corazón, lucharé hasta el final”.

La melodía cala, en un escenario de esplendor, la explanada de Santo Domingo de Guzmán, ciudad de Oaxaca.

Pero ni el fresco aire ni el verdor de los framboyanes calman las lágrimas de una madre que le falta su hijo. Uno de sus hijos. No hay consuelo que alcance.

Una de tantas familias que ha perdido a un ser querido, que dejó la casa o que se lo llevaron.

Mañana dominical que concentró a hombres y mujeres que buscan desde hace días, meses, años a un familiar. Que han tenido que agruparse, unirse, para emprender por su cuenta búsquedas, muchas infructuosas.

Un caso reciente, el de Juventino Cruz Cruz, de 35 años de edad, quien desapareció el pasado 21 de agosto, dejando en la orfandad a una menor de edad. Fue visto por última vez en la avenida Ferrocarril de la capital de Oaxaca. Desde entonces nada se sabe de él.

INDIFERENCIA E INEPTITUD

Pero a ello se suma el dolor de la indiferencia, la indolencia, la ineptitud gubernamental

“Estamos desesperados por saber de él, gente que se ha acercado a nosotros nos dicen una cosa, nos dicen otra. La Fiscalía General nos tomó declaración; hemos hablado. el mismo agente nos dice que no ha hecho nada, se queja porque dice que hay un solo vehículo para cinco agentes. Que cada uno de ellos tiene diligencias que hacer y que no pueden moverse porque no tienen para gasolina.

“El día que nos tomaron la declaración fue la única vez en que vi la utilización de una computadora; lo demás todo ha sido a mano. Hemos tenido sólo dos entrevistas con ellos, les estamos pidiendo por favor que nos ayuden a encontrarlo”.

Es el testimonio de la hermana de Juventino, que narra su otro calvario, ahora en la instancia gubernamental. A su lado, la madre inconsolable, impotente hasta las lágrimas.

MÚLTIPLES CASOS

Pero es uno de tantos casos. En la víspera del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones, familiares se reúnen para unir su dolor en una lucha.

“Las autoridades están haciendo su trabajo, pero no como lo requerimos; hay lentitud, negligencia, hay encubrimiento, hay una serie de situaciones propias de la aplicación de la justicia en México que todos conocemos”.

Eso dice al micrófono don Said García, que desde hace varios años lucha por los suyos y por los demás desaparecidos, que suman unos 900 en Oaxaca, según detalla.

“El hijo de un funcionario público o de una persona importante de la vida privada, alguien que tenga el peso político o económico sí lo hacen (la búsqueda) con todo el aparataje del estado”, reclama.

Doña Martha Pablo Cruz, representante de “Sabuesos Guerreras Oaxaca” tercia:

“Necesitamos recursos y las herramientas necesarias, para nosotros como colectivo hacer nuestro trabajo, es lo que estamos pidiendo.

“Estamos haciendo la invitación a todas las familias que se unan; es cierto que el dolor nos paraliza, el miedo, las amenazas, pero si nos unimos todos y somos más fuertes, vamos a hacer temblar a la delincuencia”, remarca.

Dolor que no cesa. Deseos de localizar a sus familiares que les lleva a colocar listones de colores en los verdes framboyanes, el llamado “árbol de la esperanza”. Con nombres y apellidos de los ausentes, como el de Juventino Cruz, cuya madre no cesa de sollozar.

“Si tú no estás, me falta el aire, quisiera dejar de llorar, para a tu lado volver a empezar… Si tú eres mi sangre, yo sé que voy a encontrarte”… la melodía “Te voy a encontrar”, de Nicole Pillman, que cala, duele, punza la herida ante la ausencia.

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