Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 11 de septiembre de 2021.- En medio de una pandemia que obligó a las niñas, niños y jóvenes a dejar el salón de clases, docentes jubilados encontraron la forma de mantenerse activos y seguir con su vocación de enseñanza.
Tal es el caso de Ernesto Vásquez y su esposa Laura Ruiz Antonio, quienes habilitaron su casa, ubicada en la localidad Arroyo El Tres, del municipio de Santa María Tonameca, para convertirla en un espacio donde se brinda atención escolar de preescolar y primara indígena, con las medidas sanitarias correspondientes.
Así lo refiere una fotografía difundida por el periodista Omar Gasga, en donde se puede observar que en medio de una enorme palapa se han colocado un pizarrón, mesas y sillas que permiten recibir a las y los menores de edad que gustosos acuden a recibir sus clases presenciales, ya que la educación en línea se complica en contextos indígenas.
Y es que, de acuerdo con las estadísticas, en la población hay un porcentaje del 48 por ciento de población indígena.
En la publicación destacan la vocación de ambos docentes, quienes, pese a estar jubilados reconocen que su convicción va más allá de un contrato laboral o una retribución económica, y por el contrario se trata de un compromiso con la educación indígena.
“Una grata historia para empezar el fin de semana. Los padres de nuestro camarada Floriberto Vásquez Ruiz son profesores jubilados, con residencia en la comunidad de #ArroyoTres #Tonameca. Y él lo dice convencido: las causas y convicciones hacen la diferencia”, refiere el periodista a través de sus redes sociales.
Ambos docentes han sido reconocidos y felicitados por la población debido al amor, pasión y convicción que demuestran por la enseñanza; muchas de las personas han compartido la historia mediante las redes sociales e incluso ya buscan la forma de ayudar con materiales didácticos para que continúen con su labor altruista.
“Muchas felicidades profesor Ernesto Vásquez y esposa, me consta su gran amor a la enseñanza y siempre preocupado por la educación. Bellas personas, altruistas. Mi más grande admiración profe”, publicó el usuario Rito Martínez.
“Un gran ejemplo de amor y entrega a la docencia mi reconocimiento al profesor Ernesto y a su esposa», escribió en los comentarios la usuaria De La Rosa Mercy.
“Un gran ejemplo de vida, muchos nos dedicamos a hablar y a criticar por la educación y no hacemos nada”, manifestó María Virginia Gutiérrez.
Mediante los mismos comentarios a la publicación se dio a conocer que la historia se repite en la localidad de Tataltepec de Valdés, localizada en la Sierra Sur, donde el profesor Jorge Cupertino hace hasta lo imposible para que la comunidad indígena infantil continúe con su educación básica, tal y como lo indicó Araceli Díaz.