Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, 26 de septiembre de 2021.- La noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, 43 estudiantes que se preparaban para ser maestros desaparecieron sin dejar rastro alguno, en lo que se conoce como uno de los episodios más trágicos en la historia reciente de México y un hecho que marcó la administración del expresidente Enrique Peña Nieto.
Lo que se sabe hasta ahora es que un grupo de alumnos de la Escuela Normal Rural ‘Raúl Isidro Burgos’ de Ayotzinapa, acudieron a la ciudad de Iguala, con la finalidad de manifestarse en la ciudad de México por los hechos trágicos del 2 de octubre de 1968, lo hicieron como regularmente lo han hecho, tomando autobuses de líneas comerciales.
Aunque la retención y uso de autobuses había sido algo hasta rutinario en Guerrero y contaba incluso con la aprobación de empresas y autoridades, el 26 de septiembre de 2014 la respuesta de las autoridades no fue la ordinaria y generó un parteaguas que hasta el día de hoy no tiene respuesta clara.
Esa noche y de acuerdo con las investigaciones que se han llevado a cabo desde entonces, los muchachos normalistas fueron detenidos en camiones comerciales en los alrededores de Iguala, una vez sometidos por autoridades estatales de seguridad pública, fueron entregados a grupos del crimen organizado (Guerreros Unidos) y después comienza la confusión que no ha podido transparentarse.
Los jóvenes fueron sacados de Iguala y trasladados en diferentes camionetas a lugares hasta ahora desconocidos, no sin antes haber sido presa de la violencia, torturados y acribillados, no se sabe el momento de la desaparición ni el lugar exacto en el que pueden estar localizados los restos o bien, las pistas que puedan dar señales del paradero de los normalistas aún están en proceso de investigación.
El saldo de aquella noche trágica fue de 43 jóvenes desaparecidos, seis personas ejecutadas, entre ellas tres de los normalistas, incluido el caso de un joven que fue desollado y abandonado en un paraje solitario y al menos se sabe de 40 personas que resultaron heridas.
“YA ME CANSÉ”
Desde aquella noche, los padres de los jóvenes no han parado en su afán de conseguir justicia, no aceptaron la tristemente célebre ‘verdad histórica’ difundida en una rueda de prensa ‘inolvidable’ ofrecida por el exprocurador general de la república (PGR), Jesús Murillo Karam (acompañado del ahora prófugo y exdirector de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón) quien informó que los estudiantes fueron detenidos y violentados por policías municipales, entregados a Guerreros Unidos y ellos a su vez los asesinaron, quemaron sus restos en el basurero de Cocula y finalmente las cenizas tiradas al río San Juan.
La opinión pública y quienes observaron aquella conferencia de prensa no daban crédito a lo que estaban escuchando, la relatoría de hechos golpeó en lo más profundo del corazón a millones de mexicanos, quienes no podían creer que los jóvenes fueran asesinados con tanta saña y ser abandonados a su suerte por las autoridades y apuntando en sus inicios a los ahora procesados, José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda, el primero era edil de Iguala y de acuerdo con las primeras investigaciones fue señalado como cómplice de los atroces crímenes junto con su esposa.
La noche de aquella ‘verdad histórica’ finalizó con la frase tristemente célebre del procurador Murillo Karam “Ya me cansé”, luego de ser cuestionado por la prensa por varios minutos, el funcionario decidió no continuar respondiendo, según él porque ya estaba cansado y no había podido dormir luego de estar varios días tratando de esclarecer los hechos.
Desde entonces, la famosa ‘verdad histórica’ se ha desmantelado poco a poco luego del reinicio de las investigaciones del caso Ayotzinapa en la administración actual del presidente Andrés Manuel López Obrador, la exsecretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, anunció en marzo de 2020 que el gobierno de la 4T tenía como objetivo derribar la famosa ‘verdad histórica’ con la que se pretendió dar ‘carpetazo’ al asunto.
Tiempo después (2021), la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobernación (Segob), a cargo de Alejandro Encinas, informó que se liberaron al menos 31 mil documentos relacionados con la desaparición de los normalistas de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa a siete años de aquel hecho atroz.
Hasta ahora solo se han identificado los restos de tres jóvenes normalistas, Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, Alexander Mora Venancio y Jhosivani Guerrero de la Cruz, identificados entre el 2014 y el 2020, el último fue el joven Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, identificado por los científicos de la Universidad de Innsbruck en Austria.
(Información de “El Heraldo de México”)