Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 1 de noviembre de 2021.- “Qué es lo que hace el pinche presidente (municipal), no hace nada… si tiene a mi esposo, que lo entregue, muerto o vivo pero que lo entregue”, reclamó una de las víctimas de los ataques violentos que se registraron en San Esteban Atatlahuaca desde el pasado 21 de octubre.
El reproche es contundente para la autoridad municipal, a cuyos integrantes reclaman no sólo la omisión para atender la problemática que se vive desde hace años, sino también el tomar partido y alentar a que las comunidades peleen entre sí, olvidando la convivencia en armonía como una familia.
El drama, coraje, y las lágrimas inundan a la mujer, ya que su esposo es una de las personas desaparecidas tras los hechos violentos registrados. Y, aunque han realizado la búsqueda respectiva no han dado con el paradero del habitante de Mier y Terán.
“Se fue como si se lo tragara la tierra. Mi esposo no es gente que provoca a alguien, esa es obra del presidente municipal de Atatlahuaca”, dijo a punto del llanto la mujer de avanzada edad.
Este mismo sentido dio a conocer que ni el presidente municipal, ni el regidor de Hacienda, ni la síndica municipal han hecho nada por atender la violencia en la zona, por el contrario, han descuidado a su familia (comunidad) y no procuran su bienestar.
Drama, coraje, lágrimas de las víctimas de la violencia criminal en comunidades de #Atatlauca, #Oaxaca:
— Zona Roja Oaxaca (@Zona_Roja_Oax) 1 de noviembre de 2021
“Qué es lo que hace el pinche presidente (municipal), no hace nada… si tiene a mi esposo, que lo entregue, muerto o vivo pero que lo entregue”, dice una de las víctimas. pic.twitter.com/qWksuxIWko
“Lo que es el presidente, el regidor de Hacienda y la síndica municipal hacen es que la lumbre se haga más grande, eso es lo que hacen”, manifestó.
Con lágrimas en los ojos, rogó a las autoridades que le informen sobre el paradero de su esposo; sin importar si está vivo o muerto ella quiere recuperar el cuerpo de quien la ha acompañado buena parte de su vida.
Así mismo dio a conocer que, aunque han pasado diez días de los hechos, los grupos armados continúan y la calma no ha vuelto, de ahí que muchas familias han huido ante la incapacidad de las autoridades, que tampoco han podido responder en materia de recursos y obra pública.
“Nunca ha llegado el presidente. Tenemos tres años que no ha dado ni un recurso, nada. Que es lo que quiere el presidente, yo sólo quiero que me devuelva a mi esposo”, concluyó.
De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (CEDHAPI), el saldo de los ataques registrados en las comunidades de Mier y Terán, Guerrero Grande, y Ndoyonoyuji asciende a un aproximado de 300 personas desplazadas, 120 casas quemadas, cuatro personas desaparecidas y una persona asesinada.