Evlin Aragón/
En Oaxaca, durante la administración de Alejandro Murat Hinojosa, han ocurrido 556 asesinatos violentos contra mujeres de las ocho regiones de la entidad, menos del 25 por ciento de los casos han sido reconocidos como feminicidios, lo que da cuenta de la opacidad e impunidad que impera en el estado.
Así lo dio a conocer Consorcio Oaxaca, organización feminista que junto con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y madres de víctimas han convocado al Tribunal Feminista contra la Violencia Feminicida en Oaxaca, toda vez que, de acuerdo con Impunidad Cero, en México la mitad de los feminicidios nunca se esclarecen.
En una reciente publicación, las activistas refieren que la violencia de género no es exclusiva de nuestro país, por el contrario, las cifran mundiales dan cuenta de la gravedad de la problemática y la urgencia de implementar acciones para resarcirla.
Y es que en el mundo una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual por su pareja; una de cada dos feminicidios ha sido cometido por la pareja sentimental de la víctima o por un familiar directo; mientras que una de cada cinco niñas y jóvenes sufrirá un intento de violación o será víctima del delito alguna vez.
Aunque dramáticas, no son las únicas cifras, ya que el 98 por ciento de las víctimas de trata de personas son mujeres y niñas; 70 por ciento de la población femenina ha experimentado algún tipo de violencia en su vida; así mismo, 40 por ciento de las mujeres que han sufrido violencia no buscan ayuda debido a la aceptación generalizada de la violencia.
A lo anterior hay que agregar que en el mundo 120 millones de niñas han sufrido de relaciones sexuales forzadas y 700 millones más se casaron siendo aún niñas.
Por ello y con el objetivo de visibilizar la ausencia de justicia para mujeres que han sido víctimas de feminicidio o tentativa de feminicidio, es que fue propuesto el Tribunal que dará voz a quienes no han sido escuchadas por las autoridades estatales y federales.
Quienes impulsan el Tribunal refieren que la violencia contra las mujeres no son hechos aislados sino reflejo de la estructura social patriarcal, que discrimina, excluye y desvaloriza la vida de las mujeres, con lo cual vulnera sus derechos humanos.
Así mismo, que las víctimas ven obstaculizado el acceso a la justicia por parte de las autoridades correspondientes, ello como resultado de la incapacidad institucional que daña a toda la sociedad, pero en especial, a las mujeres.