Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 29 de noviembre de 2021.- Este martes, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llega a la mitad de su sexenio.
Lo hace entre paradojas, alto reconocimiento social, controversias y un ambiente cada vez más crispado, promovido muchas veces desde la más alta tribuna del país: “las mañaneras”.
Lo hace también, pese a que no se le ha reconocido plenamente, con un país en cierta estabilidad financiera; sin deudas, con megaproyectos a los que está invirtiendo enormes cantidades de dinero.
Con una contención adecuada, aunque no óptima, de la pandemia por Covid, que se ha reflejado en un menguado impacto económico.
Lo hace además con el creciente flagelo de la inseguridad, en que por lo menos las víctimas directas e indirectas, no concuerdan con el “abrazos, no balazos”, mientras los cárteles del crimen organizado se disputan de manera violenta el territorio mexicano, y ensanchan cotidianamente sus dominios.
López Obrador es, en resumen, el mago de la popularidad y llega con altos índices de aceptación, pese a las fallas en su gobierno. Pese a que su gobierno es cada vez más populista… y cada vez más semejante a una dictadura.
MEDIDAS IMPOPULARES
Al Presidente le gusta la polémica, quizá para desviar de la discusión temas torales del país, pero que le han funcionado para darle “pan y circo” a los mexicanos.
Loas más recientes casos, los señalamientos contra la UNAM y otras universidades del país, así como las indagatorias en contra de investigadores del Conacyt, además de los continuos ataques y críticas al Instituto Nacional electoral.
O como el reciente decreto en que impuso prácticamente la opacidad en sus megaproyectos de obra pública, bajo el disfraz de la agilización de trámites administrativos. O su creciente apoyo con el Ejército Mexicano, que cada vez más tiene responsabilidades civiles, lo que representa un riesgo de una insurrección militar.
A López Obrador se le ha criticado, también, de manera constante el manejo de la pandemia, que sí ha tenido un alto impacto en el número de contagios y muertes (tres millones 883 mil 842 casos positivos y 293 mil 897 decesos, hasta este domingo).
La construcción del aeropuerto “Felipe Ángeles” y el Tren Maya, que pese a su importancia, son las más señaladas en su administración.
En particular, ha calado hondo en el medio periodístico que constantemente el Presidente rebata la información que difunden e incluso desacreditado a diversos medios informativos.
No ha reparado también en señalar directamente a periodistas que critican su gobierno y tiene hasta favoritos en sus tradicionales “mañaneras”.
LA POPULARIDAD
Sin embargo, pese a ello, Andrés Manuel López Obrador llega fortalecido a sus tres años.
Varios sondeos así lo confirman, de casas encuestadoras como Mitofsky, al igual que destacados medios impresos como “El Financiero” y “El Economista”.
Llama la atención también el sondeo publicado la semana pasada por el diario “El Universal” (uno de los criticados por el Presidente), que refiere que el mandatario es avalado por prácticamente siete de cada diez mexicanos (68%).
“Su aprobación tuvo un crecimiento de seis puntos porcentuales desde agosto. Solo tres de cada diez mexicanos lo desaprueban (bueno, casi tres, el 27%) (https://www.eluniversal.com.mx/nacion/amlo-sube-aprobacion-pese-percepci…), publicó el fin de semana el articulista Juan Pablo Becerra-Acosta.
“La realidad que mide la encuesta de Buendía&Márquez para este diario (‘El Universal’) da más bien una nítida idea de que 2022 será el año en que López Obrador será abrumadoramente ratificado en su cargo si hay una consulta popular (76% votaría así), y solo una minoría (22%) votaría por la revocación (fotografía de hoy)”, añade el analista.
Añade que la fuerza de AMLO ayudaría a su partido para ganar en cuatro de seis elecciones de gobernador que se celebrarán: el 5 de junio Morena podría triunfar en Durango, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo, y tal vez podría perder en Tamaulipas (aunque lo dudo) y Aguascalientes (ahí sí gana el PAN).
“¿Qué pasa? ¿Que las críticas del círculo rojo no llegan a la mayoría de la gente? ¿O era tanto el hartazgo por el PRI y PAN que la mayoría de los mexicanos le perdonan todo (pero en serio todo) al Presidente, con tal de que no vuelvan priistas y panistas?
“¿O acaso será que solo los odiadores de López Obrador piensan que toda va mal y están en estado de negación desde hace tres años, sumidos en la frustración y la iracundia?”, pregunta Becerra-Acosta.
Lo cierto es que el populacho, la gente común, la que lucha todo los días por su alimentación diaria, cree en Andrés Manuel López Obrador, en estos tres años de gobierno y tiempo atrás, ahora principalmente porque recibe de manera directa múltiples apoyos sociales.
Pero entonces, ¿qué esperamos los próximos tres años? ¿Más polarización? ¿Más encono contra todo aquel que no comulgue con el lopezobradorismo? O la oportunidad de promover una unidad nacional, por encima de intereses políticos, para hacer frente a un cúmulo de problemas, que requieren el esfuerzo de todos.