Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 24 de enero de 2022.- El actual sexenio irremediablemente pasará a la historia como uno de los más violentos en contra de la mujer, superando los registros de feminicidios de por lo menos cuatro gobiernos que le anteceden.
Tan sólo en enero, suman al menos siete asesinatos de mujeres, casi una cada tercer día.
¿De quién la responsabilidad? ¿A quién culpar? ¿Cómo entender esta grave problemática, pero sobre todo cómo atender?
Las autoridades estatales y municipales dicen que trabajan; los organismos civiles critican y señalan omisiones, pero nadie encuentra o propone una solución de fondo, que necesariamente tiene que ver con la pobreza y la marginación, así como la continua pérdida de valores en la sociedad.
En esa grave violencia entra también el caso de una mujer que el pasado viernes por la noche optó por, presuntamente, quitarse la vida en la ciudad de Oaxaca, prendiéndose fuego.
O el reciente caso de una adolescente, Citlalli, de San Juan Colorado: vejada desde su niñez por su propia familia, abusada sexualmente, embarazada por un pariente y prácticamente vendida a un sujeto para que éste se quede con el bebé.
ESCENARIO GENERALIZADO
Evidentemente que el flagelo no es único en Oaxaca y a nivel nacional se han dado las cifras escalofriantes las que, paradójicamente un gobierno que se dice de Cuarta Transformación, ha dejado crecer.
De acuerdo con registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el año pasado se perpetraron mil cuatro feminicidios; pero la realidad triplica, por lo menos, dichos datos. El año en que se rebasaron los mil casos, fue en 2015.
Apenas este fin de semana, el diario “Milenio” publicó un recuento, también con cifras oficiales, en que detalla que entre 2015 y noviembre del 2021 se han cometido al menos 554 feminicidios infantiles, siendo el 2020 el año con más casos con un total de 115.
Y OAXACA
Organismos como Grupo de Estudios de la Mujer “Rosario Castellanos” y Consorcio Oaxaca han dado puntual seguimiento hemerográfico a esta pandemia.
Según esta última organización que encabeza Yésica Sánchez Maya, del 1 de diciembre de 2016 al 23 de enero de 2021, gobierno de Alejandro Murat, se han cometido 587 asesinatos violentos de mujeres.
De acuerdo con GES Mujer, son 589 casos; desde finales de agosto de 2018, Oaxaca cuenta con Alerta de Violencia de Género para 29 municipios, pero en ese lapso han sido asesinadas 374 femeninas. Este año, van al menos siete casos.
“La violencia feminicida se está incrementando en contra de la población más vulnerable, el 43% de los asesinatos violentos correspondió a mujeres de 30-44 años. Otro dato que causa una profunda indignación es que el 14% del total de casos fueron cometidos al interior de su hogar, lugar en el que tendrían que estar protegidas”, refiere el organismo que encabeza Angélica Ayala.
Por sexenios, el de Alejandro Murat ha rebasado por mucho a sus antecesores: con Gabino Cué fueron 527, con Ulises Ruiz Ortiz sumaron 283 y con José Murat se registraron 429.
La Fiscalía General del Estado tiene registrados con la tipificación de feminicidios, 52 en el año 2017, 29 en 2018, 29 en 2019, 39 en 2020 y 41 en 2021, en total 190; el resto los cataloga como homicidios dolosos, para una suma de 524 crímenes contra mujeres.
Por lo menos en la gestión de Arturo Peimbert Calgo no ha entrado en constante confrontación –como sucedía con Rubén Vasconcelos—con los organismos civiles, respecto al inicio de las indagatorias en el asesinato de una mujer, que debe ser investigado bajo protocolos de feminicidio, sea cual sea la circunstancia. Pero tampoco hay suficientes avances en las indagatorias.
¿Y LA SMO?
No es exactamente el gobierno el único responsable de la violencia feminicidad, pues es un contexto social generalizado, como ya lo hemos dicho, que incluye también la cada vez más creciente violencia en el país.
De acuerdo con GES Mujer, “Las desigualdades que existen aún en la sociedad, donde se naturalizan prácticas que violentan los derechos humanos de las niñas y las adolescentes, son factores de riesgo para vivir todas las formas de violencia, incluyendo la violencia feminicida.
“Uniones tempranas, embarazos no planeados o forzados, matrimonios infantiles, acoso y violencia sexual en la infancia y la adolescencia son realidades que deben ser visibilizadas, pues profundizan la desigualdad entre mujeres y hombres y en el caso de las niñas y adolescentes las colocan en grave riesgo para su integridad y su vida”.
Evidentemente que es difícil asignar un policía a cada cuadra o a cada colonia del estado, pero sí hay múltiples formas de prevenir la violencia, y en eso hay un fracaso rotundo de las instituciones de seguridad y procuración de justicia, en este último caso para evitar la impunidad.
Pero un caso en particular que llama la atención es la Secretaría de las Mujeres Oaxaqueñas, que ha tenido al menos tres titulares y la última de ellas, Ana Isabel Vásquez Colmenares, la más omisa.
Frivolidades, falta de empatía, nulas acciones y una vida social de alcurnia, son las que caracterizan a ella, y pese a lo cual se mantiene en el cargo, más por compromisos políticos que por capacidad.
Sí, todos estamos de acuerdo en que es desde el seno del hogar en que se deben atender las causas y fortalecer los valores. Pero también, coincidimos todos, en que a nivel estatal y nacional, han fracasado las políticas públicas. Irremediablemente, Alejandro Murat se llevará el señalamiento como el sexenio más violento para las mujeres.