Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 7 de febrero de 2022.- Para lo único que ha servido hasta ahora la promoción del la Revocación de Mandato, “ejercicio democrático” que impulsa la 4T, es para sembrar enconos en el país y para publicitar más al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero, además, es una actividad inútil que ha sido útil para minar al Instituto Nacional Electoral… y para gastar mil 567.4 millones de pesos para su organización; el órgano pedía recursos adicionales por mil 738.9 millones de pesos.
¿LEGAL? ¿QUÉ ES?
Tras múltiples discusiones, el pasado 14 de septiembre de 2021 entró en vigor la Ley de Revocación de Mandato, al ser publicada en el Periódico Oficial del Estado, lego de la aprobación por el Poder Legislativo.
Se trata de un proceso mediante el cual, a la mitad del sexenio –en este caso de Andrés Manuel López Obrador–, los mexicanos podrán acudir a las urnas para decidir si continúa en funciones el mandatario federal o se le revoca el cargo.
Evidentemente que es, más que una determinación “popular”, es una demostración más de la fuerza presidencial en el país que, con algunos vaivenes, mantiene una popularidad aproximada del 60 por ciento en el país.
Se busca, supuestamente, que con ello se afiance el Presidente en el cargo y argumente que continúa con el respaldo de la mayoría de los mexicanos; sin embargo, no es más que un ardid publicitario de la imagen presidencial.
MUERTOS VOTANTES
Una vez aprobada la ley, de noviembre y hasta el 15 de diciembre, militantes del Partido Morena colocaron mesas de recepción de firmas, para respaldar dicha iniciativa, y al término de ello debía colectar firmas del tres por ciento de la lista nominal electoral, es decir, alrededor de 2.7 millones de pesos
Para que los resultados de este ejercicio sean vinculantes deberá participar el 40% del padrón, es decir, unos 36.4 millones de electores. En tanto, para que una eventual revocación del mandato del presidente prospere, deberán estar de acuerdo la mitad más uno de los participantes.
Y con tal de alcanzar la cifra del tres por ciento de la lista nominal, los morenistas recurrieron a múltiples prácticas típicas del PRI, que tanto criticaban.
El INE detectó que casi 13 mil personas fallecidas votaron a favor de la revocación de mandato de Andrés Manuel López Obrador.
En enero pasado informó que 12 mil 789 firmas corresponden a personas que fueron dadas de baja por fallecimiento. Asimismo, 21 mil 90 firmas de personas que ya no están en la lista nominal por credenciales sin vigencia fueron validadas como votos.
Mientras que 68 mil 355 firmas fueron entregadas sin copia de credencial de elector y seis mil 205 tarjetas del INE no contaban con firma o huella dactilar.
De acuerdo con las cifras oficiales del INE, para el proceso de revocación de mandato se recaudaron dos millones 845 mil 634 firmas, es decir, el 103.1% de lo requerido por la ley.
INICIA EL CIRCO
El proceso no ha estado exento de dimes y diretes a lo largo de más de un año; acusaciones desde la palestra presidencial llamada conferencia de prensa y respuestas también agresivas por parte del INE.
Dinero, el argumento para hacer o no dicho ejercicio y reproches por parte de los consejeros encabezados por Lorenzo Córdova.
Finalmente, el pasado viernes, el Consejo General del INE aprobó la convocatoria y el inicio formal de este proceso, inédito en el país, y ese mismo día inició una jornada de veda electoral para todas las instituciones de gobierno, que culminará el 10 de abril, en que se efectuarán las elecciones.
Según un comunicado del INE, “si bien la Revocación de Mandato no se realizará en las mejores condiciones, este ejercicio va gracias al INE y a algunas resoluciones del Poder Judicial, tanto del Tribunal Electoral, como de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que blindan jurídicamente el proceso de la Revocación de Mandato.
“La primera Revocación de Mandato en esta historia va a conducirse y llevarse a cabo exitosamente”, afirmó.
“La Revocación de Mandato, de ninguna manera puede leerse como la posibilidad de que el Presidente López Obrador extienda su mandato un minuto más allá del que le fue conferido en las urnas en 2018.
“Si el 10 de abril vota más del 40% del padrón, del Listado Nominal, esto es, algo más de 37 millones 200 mil personas y, la mayoría absoluta de esos ciudadanos, determinaran que el Presidente debe dejar su encargo, la consecuencia sería que el sexenio no termina, pero de ninguna manera el resultado contrario puede implicar que en México volvamos a tiempos ya idos, resueltos, hace prácticamente un siglo en los cuales se exploraba la posibilidad de reelección o de ampliar la duración del mandato”, precisó el INE a través de uno de sus consejeros.
“¿Estás de acuerdo en que a Andrés Manuel López Obrador, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?”, es la pregunta de la jornada comicial.
¿QUÉ CONSEGUIREMOS?
Nada, absolutamente nada conseguirá México con el ejercicio de Revocación de Mandato. Como se dijo al inicio, sólo es un ejercicio publicitario para afianzar el poder presidencial y al Partido Morena, justamente en las vísperas de elecciones de gubernaturas del país.
Como ya lo han mostrado las múltiples encuestas, López Obrador continúa con una alta popularidad e incluso ya se han hecho sondeos respecto a los posibles resultados de este ejercicio.
Por tanto, ya se sabe de antemano que los mexicanos “decidirán” que el mandatario mexicano continúe en el cargo y, más fortalecido, López Obrador podrá seguir gobernando al estilo omnímodo.