Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 7 de marzo de 2022.- No queda claro si es porque son intolerantes a la crítica, o porque realmente son transparentes e impolutos, por lo cual consideran agravios los señalamientos de la prensa en contra del gobierno.
El caso es que en la llamada por los morenistas como Cuarta Transformación de México, los ataques y asesinatos en contra de la prensa, son cada vez más crecientes.
Y vino Mario Delgado a Oaxaca, dirigente nacional de Morena, y remató el escenario, al llamar “mercenarios de los medios de comunicación” a los periodistas, declaración que hizo el pasado sábado en la capital y que generó rechazos y ola de críticas por parte de los comunicadores de la entidad.
No es para menos, el clima de crispación social, la imparable ola de violencia desde del crimen organizado y otros grupos delictivos, así como la verborrea descalificativa desde el púlpito nacional por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha creado un escenario perfecto para acallar a la prensa.
No lo dice uno o algunos periodistas —que, por ejemplo, cotidianamente son satanizados en cadena nacional por el mandatario mexicano, surgido de Morena—, sino las cifras de los hechos.
Apenas el pasado 4 de marzo, en Fresnillo, Zacatecas, fue asesinado el séptimo periodista en lo que va de este año.
En poco más de tres años, suman 59 crímenes con Andrés Manuel López Obrador, en su gran mayoría en la impunidad; de las agresiones, son incontables, pues prácticamente todos los días hay un ataque a comunicadores, que muchas veces no es denunciado debido a la ineficiente actuación de las fiscalías.
De acuerdo con la organización Artículo 19, el gobierno de Felipe Calderón reportó 48 crímenes en todo su sexenio y 47 en el de Enrique Peña Nieto.
Según el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, de la Secretaría de Gobernación, se registró un incremento del 88% de las personas afiliadas, pasando de 798 en 2018 a mil 506 a finales del año pasado; de éstas, 495 son periodistas.
¿QUÉ PASA?
La crítica, a nuestra consideración, sigue siendo la misma en México, al igual que en sexenios anteriores.
Quizá la diferencia estriba en que la Presidencia de la República, entregaba que en sexenios anteriores, multimillonarios contratos publicitarios y otras prebendas, que sólo iban a parar a las cuentas de los dueños o socios de los corporativos más importantes.
Jamás se reflejaron en el trabajador del medio informativo, así sea Televisa, Tv Azteca, “Reforma”, “El Universal”, “La Jornada”, “Milenio”, por citar algunos de los más importantes del país.
Pero sucede igual con López Obrador; ya no reparte a diestra y a siniestra el dinero destinado a comunicación social, pero tiene a sus medios privilegiados, como “La Jornada”, Televisa, Tv Azteca, entre otros.
Así que, pues no hay mucha diferencia más que los dueños de los medios que ahora no reciben cuantiosas cantidades de dinero, ahora son más furibundos en sus ataques, principalmente a través de artículos de opinión.
Sólo que, desde la “mañanera”, no hay día en que el Presidente de México generalice en sus ataques contra la prensa, aunque después minimice que se trate de unos cuantos.
“Los años más mortíferos en épocas recientes fueron el 2016 y el 2017, cuando se registraron, respectivamente, 11 y 12 asesinatos de reporteros. Pero este sexenio muestra malos augurios. En nada ayuda la cruzada contra la prensa del presidente, cuyos discursos diarios ponen a los profesionales en mal lugar de forma recurrente”, difundió el diario español “El País” recientemente.
¿Y OAXACA?
La mayoría de los gobiernos priistas que ha tenido Oaxaca, incluyendo el de Alejandro Murat, no ha podido o no ha querido frenar la violencia en contra de los comunicadores.
Apenas el pasado 12 de febrero asesinaron al periodista Héber López en Salina Cruz; del caso sólo hay dos detenidos, por parte de la policía municipal, pero que presumió el Gobierno del Estado y la Fiscalía General a nivel nacional.
El año pasado fue ultimado a balazos otro comunicador en el Istmo, Gustavo Sánchez Cabrera, en Tehuantepec.
En los últimos tres años, Artículo 19 documentó 108 ataques contra la prensa en vínculo con su labor en Oaxaca. La entidad se ubica en los primeros cinco lugares a nivel nacional por el número de asesinatos.
La impunidad reina en todos los casos y pruebas hay muchas; ni con Rubén Vasconcelos ni con Arturo Peimbert en la Fiscalía General, ha habido resultados.
Tras el crimen de Héber López, luego más de cinco años de ignorarlos, el pasado 15 de febrero el gobernador se reunió con un selecto grupo de periodistas, ya noche, para presentar “propuestas” a fin de enfrentar la problemática.
Se habló de un fideicomiso, mientras que el fiscal Peimbert anunció que se crearía una fiscalía especial, pero obvió o no supo que ya existe una unidad especializada… que ha tenido nulos resultados.
Llamarada de petate de esa reunión pues a casi un mes, las autoridades estatales olvidaron su iniciativa… que retomarán otra vez mediáticamente hasta que haya otro hecho lamentable.
Por otra parte, no hay en absoluto una política de comunicación social, ni con Alfonso Martínez ni con Francisco Vallejo, defeños ambos, que no conocen a la prensa local y que sólo destinaron cuantiosas cantidades millonarias a medios informativos de la ciudad de México, incluyendo unos que crearon ex profeso.
¿Los diputados? Dos legislaturas con mayoría morenista han pasado y todos han obviado, al igual que trienios anteriores, las múltiples iniciativas archivadas para actualizar leyes de protección a periodistas.
LA UNIÓN
Frente a ese cruel escenario, de desidia gubernamental y de violencia, ha surgido una iniciativa de comunicadores, sin distinto de ningún tipo ni mucho menos siglas, para unirse, primero para protestar.
Después, para comenzar a organizarse e impulsar diversas propuestas que permitan la autoprotección y el reclamo formal.
Por lo pronto, la prensa oaxaqueña, las y los periodistas, ya no aceptarán más agravios y la prueba la recibió Mario Delgado el pasado fin de semana. Como sucederá en los próximos días cuando haya respuestas contundentes de los comunicadores de la entidad.
