Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 14 de marzo de 2022.- La intención de mantener un presunto orden en el ambulantaje de la capital superó el interés del gobierno de Oaxaca de Juárez por garantizar condiciones laborales y humanas de los elementos de la Policía Municipal, que desde varias semanas pasan de fríos y calores intensos desde casas de cartón para cumplir con la guardia en el Centro Histórico.
Con cartón, maderas viejas, lonas y hules remendados, incluso vallas, los elementos policiales han construido módulos de vigilancia en bocacalles y plazas de la capital para mantener el rol de vigilancia que el gobierno implementó a finales del mes de enero ante el operativo contra ambulantes.
Pues más que para prevenir hechos delictivos, la estrategia tiene el fin de evitar la instalación de más puestos en la vía pública, de donde se ha logrado el retiro de decenas de vendedores.
La queja sobre sus condiciones ha llegado de frente al secretario de Seguridad, Raúl Ávila Ibarra por parte de los uniformados, quien sólo les pide “aguantar”.
– Es un operativo que heredamos de la administración anterior, por la situación del ambulantaje, si no hacemos esa contención, se desborda todo lo que ya hemos avanzado —expresó el secretario el pasado 25 de febrero durante una protesta de elementos.
A la queja, el funcionario agregó:
-Ya los vi, por mí no tendrían que estar ahí, no tenemos más, si me preguntas a mí, yo no quisiera estar ahí, si estamos ahí bueno trataré de buscar que es lo más que puedo dar, pero el dinero no está en mi cajón.
Pero tras ese encuentro, que terminó en supuestas condiciones amigables, los uniformados ahora se sienten atemorizados de ser corridos por Raúl Ávila, quien les dijo que sancionará cualquier queja, mientras sigue sin haber recurso.
Ante ello, desde el anonimato, los policías siguen expresando sus deplorables condiciones inocultables, deplorables, lamentables, donde sufren de frío y calor.
“La necesidad es lo que nos hace hacer esto”, manifestó uno, quien prefirió omitir mayores quejas sobre la falta de apoyo de las autoridades municipales por la condición actual que atraviesan.
Pero no es la única omisión, el problema de chinches en los colchones y dormitorios continúa, lo que implica que sigan sufriendo de las picaduras de este insecto parásito, atentando contra su salud.
Mientras tanto, la delincuencia crece en la capital y el titular de Seguridad, Raúl Ávila, ha optado con amenazar a los policías para brindar “seguridad y resultados”, así sea la detención de borrachos en la calle, para incrementar las cifras de detenciones, así salgan libres horas después los detenidos… por faltas administrativas.