Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 25 de abril de 2022.- ¿Qué pasó en la UABJO que de la noche a la mañana el escenario de sucesión cambió? El sábado 23 de abril, cuando los universitarios despertaban, el cacique seguía ahí… y retomaba el poder.
El día anterior, un segundo intento del grupo del STAUO por imponer a Cristian Éder Carreño López como rector, terminó en tragedia, al incendiar los cohetes del festejo un hotel a unos pasos de la sede de la supuesta sesión del Consejo Universitario.
A cuatro días de ese hecho, no se ha dado a conocer la convocatoria respectiva; no acudió la mitad de la Comisión Electoral; nadie sabe cuántos consejeros acudieron o si hubo quórum y sólo se vieron a grupos de estudiantes y “porros”, pues la Universidad se encontraba en receso vacacional. Tampoco ha habido reconocimiento oficial del gobierno.
Pero el sábado 23, a las ocho de la mañana, fotografías difundidas vía redes sociales dieron cuenta de la transición: Eduardo Bautista Martínez entregaba la estafeta a Cristian Éder Carreño, quien sumiso y cabizbajo recibía el mando de la rectoría.
Con ello sólo se confirmó: el cacique Abraham Martínez Alavés sigue más vivo que nunca; su grupo dominante, conformado en su mayoría por porros, vuelve al poder; la academia quedará a un lado y los días aciagos vienen, pues el ex rector jubilado pretenderá ahora subir a su hijo Abraham Martínez Helmes de secretario General a rector
SEXENIO TERSO
Eduardo Bautista cumplió su periodo formal de cuatro años el 13 de mayo de 2020. Sin embargo, la situación de la pandemia por Covid-19 obligó a que su periodo fuera prolongado por el Consejo Universitario hasta casi dos años, debido a la imposibilidad de realizar elecciones presenciales.
Los dos años fueron tersos, así como los cuatro anteriores, salvo los tradicionales emplazamientos anuales a huelga de los principales sindicatos y sus derivaciones; Bautista logró mantener la estabilidad de la institucional y la UABJO nunca se paró de manera prolongada.
Mucho menos hubo hechos violentos que derivaran en hechos de sangre, acaso el reciente incidente violento aislado en la Facultad de Contaduría y Administración, por un asunto interno de elección de director.
El secreto de la conducción universitaria: mantener el trato terso y de diálogo con las demás fuerzas universitarias.
En noviembre y diciembre del año pasado, comenzaron las presiones en contra del rector Bautista, que se sumaron a políticos externos que pretendían imponer a un rector, a base de golpeteos.
Fue en una de esas en que Enrique Martínez, actual dirigente del Sindicato de Trabajadores Universitarios, visitó (de hecho fueron varias veces, y hay testigos) la casona de Polanco en la Ciudad de México.
El objetivo, pintar a José Murat un escenario favorable para que lo apoyara en sus eternas intenciones de llegar a la rectoría, al costo que fuera. Sin embargo, múltiples señalamientos, contra él y contra su hermano, cesado éste por presunto fraude y desvío de recursos como director de Obras en la Universidad, impidieron su nominación.
Se conformó con ser integrante del Consejo Estatal de Arbitraje Médico, organismo gubernamental, pero desde donde, pese a su carácter de funcionario, seguía el golpeteo contra la UABJO.
Tuvieron que sumarse la ANUIES, diputados federales y locales, principalmente del Partido Morena, para respaldar al entonces rector y a la Universidad, a fin de que cesaran los ataques.
De nuevo vino una andanada el último día de diciembre del año pasado, en que detuvieron a Eduardo Martínez Helmes, por presunto desfalco de hace varios años, pero más bien para utilizarlo de ariete.
ARRECIAN ATAQUES
Hubo movilizaciones en defensa de Helmes, y tras presiones, o más bien condicionamientos gubernamentales, el ex rector fue puesto en libertad para seguir su proceso en arraigo domiciliario, el 19 de febrero.
O quizá fue la moneda de cambio para presionar a Eduardo Bautista, pues de inmediato vino otra andanada de Enrique Martínez y compañía, que culminaron con una falsa sesión de Consejo Universitario, el 1 de abril, en que supuestamente se eligió a Cristian Éder Carreño como rector y a Abraham Martínez Helmes como secretario General.
Vino la respuesta del aún rector, que descalificó tal encuentro, con el apoyo de la mayoría de consejeros universitarios, y el respaldo del Gobierno del Estado.
Entonces llegó la última arremetida de Abraham Martínez Alavez, con las decisiones ya narradas y que culminaron el sábado 23 de abril.
¿QUÉ SIGUE?
No se auguran muchos cambios en la Universidad, pues el grupo que llegó al poder se ha caracterizado por sus ambiciones políticas y económicas, encabezado siempre por el cacique universitario. Acaso lo único que se logró desactivar es una posible elección violenta, por el contexto de las elecciones a gobernador.
Christian Éder no tendrá mayor capacidad de operación más que obedecer al Estado que lo ayudó a imponerse y a lo que ordene el mentor Alavés, que ahora va por promover a su hijo Abraham como rector, en un corto lapso.
Y su hijo Eduardo Martínez Helmes, a quien ha vilipendiado y ha utilizado como carne de cañón, será liberado y exculpado pronto. Por lo pronto, vienen días aciagos en la UABJO, en que actores externos, funcionarios de gobierno, regresarán con más poder para manipular a sus anchas a los universitarios.