Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 02 de mayo de 2022.- Familiares de dos ciclistas que fallecieron tras ser arrollados en la carretera federal 190, en el acceso a Villa de Mitla, hace nueve meses, denunciaron irregularidades y hasta amenazas contra su integridad por parte del personal de la Vicefiscalía de Tlacolula para que dejen de insistir por justicia.
La señora María del Rosario Hernández Calderón, madre de Juan José Ramírez Hernández, y Teresa Cruz Ramírez, esposa de Jaime García Flores, señalaron que tras pedir apoyo de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) conocieron que los expedientes de la investigación de sus familiares se encontraban incompletos.
El fatal accidente se registró en julio del 2021 cuando los hombres regresaban de su trabajo, en Mitla, a bordo de sus bicicletas con dirección a Tlacolula, cuando una camioneta los embistió, muriendo en el lugar Juan José y de acuerdo a testigos, la conductora del vehículo se encontraba en estado de ebriedad, quien huyó dejando la camioneta volcada en el lugar.
En conferencia de prensa en la capital del estado, las mujeres demandaron a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca atender sus denuncias para una investigación completa del caso, pues los trabajadores en la Vicefiscalía de Tlacolula encubren a la presunta responsable, identificada como Eva Monroy, por ser empresaria e influyente en dicho municipio de la región de Valles Centrales.
Entre otras irregularidades en el caso encontraron que el dueño del vehículo declaró que “una empleada” había agarrado sin permiso la unidad, pero desconocía de quién se trataba; así como que tras el accidente se detuvo a un indigente como el responsable de conducir la camioneta, a pesar que otras personas señalaron que era una mujer.
Las mujeres, víctimas indirectas de los hechos, apuntaron que el Ministerio Público de nombre Miguel Ángel Torres les ha insinuado la petición de dinero para para que avance el caso, mientras que otras les indican que dejen por la paz el proceso o “van a rodar cabezas”, lo que a su vez les genera miedo a su integridad.
Madre y esposa sólo exigen justicia por sus seres queridos, quienes tenían como oficio la mecánica.