Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 30 de mayo de 2022.- Tras casi dos meses de campaña política, poco más de tres millones de oaxaqueños acudirán a las urnas el próximo domingo 5 de junio, para elegir al o la titular del Poder Ejecutivo del estado.
De siete contendientes, dos de ellos mujeres, sólo dos figuraron en este lapso: Alejandro Avilés Álvarez y Salomón Jara Cruz. Uno, curtido en lides partidistas desde las cañerías; el otro, curtido en las calles y pueblos. Uno, que podría dar la sorpresa en las urnas, otro que se confió en que sólo con la marca Morena se gana.
Este domingo, en el auditorio “Guelaguetza” del cerro del Fortín, el postulado por el PRI y el PRD cerró su campaña política ante más de 12 mil personas traídas de diversas regiones, con la notoria ausencia del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.
El próximo martes 31 de mayo, el abanderado de Morena, PVEM, PT y PUP, cerrará su campaña en la Alameda de León, donde se prevé también llenar de militantes y seguidores.
ANQUILOSADAS
Sin embargo, las dos campañas no ofrecieron nada nuevo: sólo derroches, mitines con cientos o miles, reparto de apoyos, uso de plásticos contaminantes en promocionales, promesas y más promesas de un cambio verdadero… que a los oaxaqueños nunca les ha llegado ni se prevé cambie el panorama en los próximos seis años.
Los dos aspirantes con la misma tónica: cientos de acarreados a las concentraciones masivas, discursos, fotografías similares, con las manos en alto, y ya.
No se tiene conocimiento, o no se difundió, otro tipo de campaña, uno que fuera verdaderamente a ras de tierra, que hayan recorrido casas, o cuando menos algunas calles no tan sólo como pose, sino como acercamiento real con los ciudadanos.
Ninguno de los dos recorrió los 570 municipios; a lo mucho 200 cada uno, y sólo las principales municipalidades, no agencias ni mucho menos rancherías.
No hay, no hubo innovación; uno ofrece regresar los programas sociales que quitó el gobierno morenista, el otro combatir la impunidad, pobreza y nulas obras que deja el sexenio priista estatal.
Uno, el de Morena y demás partidos, a la usanza del priismo, trayendo a funcionarios federales, como el secretario de Gobernación, o como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, a actos proselitistas.
El otro criticando lo que tanto hacía, pero llevando al gobernador Alejandro Murat a un acto oficial, así sea en domingo, y más criticable cuando era un día de emergencia, a causa del huracán “Agatha”.
LA CHIQUILLADA
¿Y los otros cinco contendientes? Ninguno figuró, y no por falta de ganas, sino por falta de militantes.
Es el caso de la panista Natividad Díaz Jiménez —que insiste en ser beneficiaria, con su familia, de todos los cargos que se disputan en el PAN-, quien jamás tuvo un mitin masivo.
No estuvo en la mayoría de los medios de comunicación, o en los más importantes, simplemente porque decidió no invertir, o invertir migajas, en la difusión de su imagen.
Pretendió crecer con declaraciones estridentes e incluso el pasado fin de semana difundió un video en que presuntamente se escuchan disparos de arma de fuego, en un mitin en Miahuatlán, aunque no se sabe si presentó denuncias ante la Fiscalía General del Estado o la respectiva en denuncias electorales.
¿Bersaín López? ¿Quién es? Si al principio de la campaña pretendió mostrar el músculo, trayendo gente acarreada en la capital, se fue desfondando paulatinamente y sólo en pocos municipios donde tiene presencia Nueva Alianza logró juntar un centenar de personas.
Alejandra García Morlán, mucho menos; utilizó frases como “politicuches”, como calificó a los dos principales contendientes, pero se mordió la lengua, pues de inmediato revelaron las prebendas que ha recibido del gobierno así como las propiedades que ostenta. Quizá en el norte del país el Partido Movimiento Ciudadano tenga presencia, pero en Oaxaca hace mucho que ni siquiera existe; tampoco se le vio concentraciones multitudinarias.
De los indígenas independientes -o supuestos independientes-, poco qué decir; alegarán, y con razón, de la inequitativa contienda, pero tampoco echaron mano de la imaginación
Jesús López Rodríguez siguió escudado en la organización social FALP, afiliada ésta al PRD, pese a haber dejado dicha agrupación hace mucho; pretendió engañar con la bandera de independiente, pero de todos es sabida su probada militancia perredista.
Mientras que Mauricio Cruz Vargas hizo el esfuerzo, en la medida de sus posibilidades, y sí, es el único con origen auténticamente indígena y que fungió en cargos otorgados de manera tradicional por la gente.
¿A TRIBUNALES?
De iniciar con una amplia ventaja en diversas encuestas, de cuando menos 40 puntos de diferencia, la distancia de Salomón Jara con Alejandro Avilés se acortó paulatinamente.
Por ejemplo, según el más reciente sondeo de Massive Caller, el candidato de Morena y demás partidos pequeños tenía 48.8 por ciento de preferencia, contra 29 por ciento de Alejandro Avilés, es decir una diferencia menor a los 20 puntos.
La semana pasada se difundió un sondeo de la empresa Rubrum, que dio a Salomón Jara un 54 por ciento de preferencia contra un 18.2 por ciento de Alejandro Avilés, es decir, una diferencia de poco más del 30 por ciento.
En ambos casos, como en la mayoría de las encuestas que se difundieron, la población que no se decidía es alta; de 9.1%, según Massive Caller, y de 16 por ciento según Rubrum.
Por último, está latente el fantasma de abstencionismo que, de registrarse en niveles altos, beneficiarían al priista. Jara, por lo pronto, se dedicó a recorrer pueblos y encabezar mitines, pero descuidó a su imberbe equipo de estrategia, formado principalmente por sus hermanos, que tomaron decisiones incluso de incorporar a lo más rancio del PRI, ante el riesgo de un empate técnico, que no se descarta, y una posible resolución en tribunales local y federales.
