Gibrán Ramírez Reyes*
De común acuerdo y en los mejores términos, la dirección de Canal Once y yo hemos tomado la decisión de dar por terminado el proyecto De Buena Fe, el programa que conduje por 118 episodios en el pilar de la televisión pública mexicana.
Me acompañaron en el programa Danger, quien utiliza el rap para expresar profundos planteamientos, y Estefanía Veloz, voz de proyectos feministas, denunciante de la mala fe en el clima político de nuestros días y enemiga declarada de la posverdad desde la pantalla.
Estoy seguro de que, por su enorme valía, ambos tendrán cabida en el futuro de los medios públicos y privados del país.
Durante esos 118 episodios tuve la oportunidad de conversar profundamente con personas académicas, intelectuales críticas, oficialistas y opositoras, destacadas periodistas; conversé también con ex guerrilleros, víctimas y activistas, psiquiatras, especialistas de organismos multilaterales, el ex presidente de Ecuador, el actual presidente de Bolivia, el líder del Consejo Coordinador Empresarial, el director de la CFE, dos directores del IMSS, el subsecretario que condujo la pandemia, cuatro secretarios de Estado, legisladores de la izquierda (los de derecha nunca quisieron acudir), dos precandidatos a la Presidencia de la República, el ex director de la UIF, una gobernadora actual, y otros funcionarios públicos.
Hablamos de la guerra de afuera y de la interior, de la muerte, de la salud pública, de consumo de sustancias, de salud mental, de ética, de la democracia mexicana, de la agenda para el futuro de la izquierda, de la sequía, de las maternidades y la urgencia de una política de seguridad social y cuidados, de las luchas feministas, de masculinidades, del salario mínimo, de antropología, de elecciones, de la relación del gobierno con los empresarios, de espionaje, de la reforma en materia de pensiones, de megaproyectos, de la Conquista de México, de aduanas, puertos y aeropuertos, de educación, de la Decena Trágica, de la relación México-Estados Unidos, de los proyectos del gobierno, de la reforma judicial, de tristeza y felicidad, de las Fuerzas Armadas, de la envidia en la política, de la guerrilla como opción política, de la Liga Comunista 23 de Septiembre, de demografía, de las megalópolis, del suicidio, de violencia y barras bravas, del Congreso Mexicano, de Emiliano Zapata, de libertad de expresión, del caso Ayotzinapa, de la violencia, de la pandemia y sus efectos, de la Reforma Energética y el abuso de las trasnacionales, de la crisis de los partidos políticos, de mujeres privadas de la libertad.
Agradezco a José Antonio Álvarez Lima la oportunidad magnífica de crear el proyecto, su ayuda esmerada, su confianza para abrir un nuevo espacio de discusión, su apoyo incondicional durante su duración —además de sus enseñanzas sobre la televisión, el país y la vida.
Agradezco también a Carlos Brito, el director actual, por su gentileza, su escucha y comprensión. Agradezco a todo el equipo de producción y redes. Agradezco, sobre todo, al público que no dejó de crecer desde 2019, alcanzando cientos de miles de habituales. Con ustedes seguiré coincidiendo en los proyectos por venir, siempre, de buena fe.
* Doctor en ciencia política por la UNAM.
@gibranrr
