Evlin Aragón/Zona Roja.
Fotos: Cortesía
Oaxaca de Juárez, Oax., 24 de septiembre de 2019.- “En la vida vamos a enfrentar muchísimas cosas, muchísimas adversidades y momentos de cambio, pero si nuestra disposición, entereza, principios y valores no son equivocados, vamos a llegar a buen puerto”.
Son las palabras de Adriana Macías, conocida mexicana que nació sin brazos y pese a su discapacidad congénita, consiguió convertirse en abogada, diseñadora de ropa y escritora, todo ello con el apoyo de sus pies que convirtió en sus principales herramientas para realizar cualquier tipo de actividad.
De forma admirable y con el apoyo de sus pies, lo mismo sostiene el micrófono para hablar ante los medios de comunicación, diseña sus prendas, escribe, se maquilla o hace tareas como cocinar, limpiar la casa o vestir a su hija de cuatro años, a la que describe como el motor de su vida.
“Mi historia es de esfuerzo, disciplina, compromiso, dedicación, porque hoy en día he vivido momentos más difíciles que el hecho de no tener brazos, incluso puedo decir que al final el no tener brazos ha sido un regalo que me ha permitido disfrutar, saborear la vida y valorarla desde otro punto de vista”, aseguró en conferencia en la capital oaxaqueña.
Adriana asegura que, lo que de verdad importa en la vida, es el amor que pongas a cada una de las cosas que hagas, aunque evidente le falte una herramienta esencial para realizar cualquier tipo de actividad, asegura que siempre habrá otras formas de lograr los objetivos.
“En la vida siempre habrá otra manera de cumplir con nuestra misión de servir, siempre y cuando estemos enamorados de la vida”, manifiesta segura de que sus palabras pueden llegar a muchos oídos.
Segura de que en la vida hay que trabajar con el amor, la fe y la espiritualidad que hay en cada persona para superar cada uno los retos, Adriana Macías se presentó este martes, en la capital de Oaxaca, ante miles de jóvenes en el congreso de la Fundación “Lo que de verdad importa”, con el objetivo de mostrarles que hay muchas cosas que valorar en la vida y muy pocos impedimentos reales para hacer cosas que puedan trascender.
“Yo quiero ser un buen ejemplo, un ejemplo que inspire, dejar algo positivo en las y los jóvenes, dejar una mejor sociedad de la que encontramos, eso es lo que de verdad me gustaría conseguir”, concluyó.