Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, 23 de junio de 2022.- Con el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar el lunes, en un templo de la comunidad de Cerocahui, Chihuahua, suman siete homicidios a miembros de la congregación católica en lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, según cifras del Centro Católico Multimedial (CCM).
En 2019, el padre José Martín Guzmán Vega fue asesinado el 23 de agosto en la comunidad de Cristo Rey de la Paz, de la diócesis de Matamoros, Tamaulipas.
El sacerdote fue apuñalado a las afueras de su parroquia ”fue herido en varias ocasiones con arma blanca; vecinos escucharon gritos de auxilio al interior de la parroquia, al acercarse vieron al padre José Martín herido de gravedad por lo que fue trasladado de emergencia al Hospital General de la localidad para ser atendido. Minutos después se declaró su fallecimiento”, indicó el CCM.
La Fiscalía del Estado de Guanajuato reportó el hallazgo del cuerpo sin vida del sacerdote Gumersindo Cortés González, el pasado 28 de marzo de 2021, en la localidad de Cerrito de Guadalupe y San Antón de las Minas.
De acuerdo con CCM, los restos mortales presentaron indicios de violencia, con impactos de arma de fuego y tortura. El padre había sido reportado como desaparecido desde la mañana del sábado 27 de marzo.
Por otra parte, el fray Juan Antonio Orozco Alvarado cayó víctima de un fuego cruzado, el 12 de junio de 2021, junto con otras personas que le acompañaban. De acuerdo con los responsables de la provincia franciscana a la que pertenecía, el religioso, quedaron atrapados en un enfrentamiento entre cárteles rivales, en los límites de los Estados de Durango y Zacatecas.
Finalmente, la noche del 30 de agosto, el padre José Guadalupe Popoca Soto, párroco de San Nicolás de Bari en Galean, Morelos, fue asesinado.
El sacerdote José Guadalupe Rivas, era presidente de la Casa Migrante, en Baja California y se encontraba desaparecido desde la tarde del domingo 15 de mayo del 2022, más tarde, fue localizado sin vida junto con otra persona en un rancho, cerca de la Hacienda Santa Verónica en Tecate.
Ante estos hechos, la comunidad de jesuitas de México y otras organizaciones condenaron los asesinatos de Javier Campos y Joaquín Mora y exigieron justicia, así como el esclarecimiento de la situación.
(Información de «El Financiero»)