Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 25 de septiembre de 2019.- Convencido de que la paz es real, no una teoría que esta en los libros, sino algo que se puede alcanzar con decisión y buenas elecciones, Juan Pablo Escobar Henao, recorre el mundo con este mensaje dirigido de forma particular a las y los jóvenes, quienes confía pueden hacer el verdadero cambio social.
Juan Pablo es hijo de uno de los capos de la droga más famosos en Colombia, Pablo Escobar, por lo que de viva voz y con la experiencia de vida que le precede, busca que la juventud tome conciencia del triste mensaje que dejan las series televisivas con temática del narcotráfico.
“En la televisión construyen una imagen de Pablo Escobar donde aparentan que es exitoso, pero no lo es, eso es lo que tienen que escuchar las y los jóvenes que se ven deslumbrados con la vida de lujos y excesos de los narcotraficantes”, dice.
Insiste en que la imagen que pintan en las series sobre el mundo del narcotráfico confunde a la juventud, porque no queda claro que se trata de ficción y que la realidad no tiene nada que ver con lo que se proyecta en la televisión, por lo anterior explicó que ha tomado como una especie de misión compartir lo que realmente se vive dentro y lo difícil que es salir de ese mundo.
“Mi mensaje es fuerte y claro, yo invito a las y los jóvenes a la no repetición de la historia de mi padre Pablo Escobar”, asegura en su visita a la capital del estado como parte del Congreso dirigido a este sector poblacional, denominado “Lo que de verdad importa”.
Juan Pablo no sólo busca difundir un mensaje de paz en el mundo, sino también de reconciliación, misma que hace de forma personal con las víctimas de su padre y son parte de las historias que comparte con la juventud durante los congresos en los que participa.
Explica que en medio de los entornos de pobreza, violencia y narcotráfico que se viven en México, es hasta cierto punto entendible que la aspiración de las y los jóvenes sea convertirse en narcotraficante o sicarios, de ahí que si la sociedad en general no se «pone las pilas» se dejará perder esta generación, que cada vez más se deja llevar por la imagen errónea que ven en la televisión del crimen organizado
“Yo soy muy optimista y no pierdo las esperanzas en la juventud, definitivamente no creo que este perdida, sino bombardeada por un montón de mala información que los está llevando por un lugar equivocado”, asegura.
Detalla que con toda su experiencia y la de su familia, hoy en día sabe que, lo que de verdad importa, es no perder la brújula que está dentro de cada persona y que les hace discernir entre el bien y el mal, el sentido de respeto y ayuda hacia las demás personas, aunque no las conozcan.
“Mi padre me mostró el camino que no debía recorrer, un abrazo de paz para todos y compartirles una frase que mi padre me dijo cuando me educo en el tema de las drogas, valiente es aquel que no la prueba, el verdadero valiente es el que es capaz de decirle que no a las drogas”, concluye.