Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 20 de julio de 2022.- Álvaro Sebastián Ramírez tenia sueños de retomar su lucha social en su natal San Agustín Loxicha y en la zona, a favor de sus paisanos.
Pese al estigma de ser comandante del Ejército Popular Revolucionario (EPR), por lo cual pasó en prisión más de 19 años, en julio de 2017, al quedar en libertad, decidió retomar su activismo. Pero no culminó sus sueños.
“Yo me considero un luchador social, lo que yo hice en la región Loxicha, construí, organicé a los compañeros, que el mismo pueblo me pidió, para sus demandas económicas, políticas, sociales, para la región.
“En aquel entonces como maestro tuve que estar adelante, lo hice con trabajo de organización de corazón, sabía que estaba bien, no estaba perjudicando a nadie, simplemente a exigir al gobierno estatal y federal, a exigir lo que le corresponde al pueblo.
“Eso nos obligó a crecer, tanto como por el lado de la Costa, hacia el Istmo, hacia el Valle de Oaxaca, y eso vio el Estado mexicano que la organización va creciendo y ora sí que nos fabrican delitos.
“Nos acusaron de homicidio, de homicidio en grado de tentativa, de conspiración, terrorismo, robo de autos.. eso me llevó a estar preso 19 años con seis meses con 10 días”, narró el 10 de julio de 2017, recién salido de prisión, al medio digital “Avispa Midia”.
“Pero eso no me doblega, al contrario aprendí mucho; para mí fue una escuela, una universidad; me siento más capaz para continuar con los trabajos de organización de lucha; y sabemos muy bien que el Congreso Nacional Indígena tiene más trabajos en este momento y quiero acompañarlos”, expuso Álvaro Sebastián Ramírez.
El indígena zapoteca participó activamente en la conformación de la Organización de Pueblos Indígenas Zapotecas (OPIZ), surgido desde 1984.
En 1997, sexenio de Diodoro Carrasco Altamirano, su intensa actividad social lo llevó a ser vinculado con el Ejército Popular Revolucionario —que surgió en Guerrero y en Oaxaca realizó dos ataques armados, el 29 de agosto de 1996—, por lo cual se inició una redada policial en la Sierra Sur.
El llamado “Comandante Teacher” fue detenido el 26 de diciembre de 1997; fue condenado a 27 años de prisión, junto con otros habitantes de la zona Loxicha.
De acuerdo con el activista Flavio Sosa Villavicencio, dirigente de la organización Comuna, Álvaro Ramírez quería intensificar su labor social y política:
“El sábado nos vimos y me insistió en la importancia de charlar con el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Tenía un sueño… Él quería la libertad de sus hermanos indígenas presos por delitos fabricados y que a Loxicha llegara la justicia de la 4T.
“Le quería plantear cómo sigue Loxicha al Presidente. Lo asesinaron… ¡Exigimos justicia!”.
En su entrevista en 2017, Álvaro Sebastián agradeció a organismos nacionales e internacionales de derechos humanos por la solidaridad y exigencia de justicia y libertad, que finalmente lograron sacarlo de prisión, dijo.
Vivió en prisión el dolor de perder a su esposa, Catalina Luis Pérez, quien falleció el 17 de marzo de 2016. Pidió permiso para acudir al sepelio; se lo negaron.
Trabajaba ya por su zona, Loxicha, y buscaría la presidencia municipal de su tierra natal, San Agustín. Las balas truncaron ayer su sueño, al ser abatido en Santa Cruz Xoxocotlán.