Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, a 13 de agosto de 2022.- La tragedia se repite para otra familia oaxaqueña que dijo adiós a un padre de familia que partió a Estados Unidos en busca de una mejor vida, pero no volvió con vida; es más, que ni siquiera ha podido regresar.
Padres, hermanos, esposa e hijas hoy lloran la partida de Benito Muñoz Muñoz, quien dejó el pasado 27 de junio su natal San Felipe Tejalápam, Etla, en la región de Valles Centrales de Oaxaca. Ahí, todos lo esperan para darle el último adiós.
Sin embargo, el retorno de sus restos aún en Estados Unidos se ha convertido en un pesar que hace más difícil el duelo, mismo que no logran asimilar.
UN CAMINO SIN FINAL
Con la ilusión de darle a su familia, esposa y dos hijas de 15 y nueve años, una mejor vida de la que habían tenido, Benito, de 44 años de edad, decidió dejar su trabajo como empleado en una taquería para ganar dólares.
“Aquí también se puede”, le dijo Rosa, su hermana, quien ahora hace lo posible para traer los restos de Benito.
El hombre llegó como primer destino a Altar, Sonora, donde permaneció por varios días para preparar su viaje, a pie, por el desierto de Sonora, México, y Arizona, Estados Unidos, el cual emprendió junto a un grupo de migrantes el 12 de julio.
“Bien, bien”, le decía por mensajes Benito a su hermana Rosa sobre cómo iba el viaje, sin darle más detalles. El domingo 17 de julio fue el último mensaje que recibió de él. Después inició la pesadilla.
Al día siguiente la familia recibió la noticia del probable fallecimiento, por medio de un mensaje de voz por parte de uno de los integrantes del grupo –de quien desconocen identidad- que les decía que Benito no había aguantado y se quedó en el camino. También mandaron su ubicación para que lo localizaran. Benito ya no contestó.
Rosa Muñoz contactó a un grupo de búsqueda para que la ayudaran a localizar el cuerpo de su hermano. La ubicación que les habían dado era correcta.
Benito fue reconocido por fotografías y oficialmente por datos que ya se encontraban en sistema de migración, cuando en 2020 intentó cruzar por otra ruta, pero fue detenido y deportado; coincidía con el nombre de su credencial de elector que portaba.
INCOMUNICADOS
Después se pidió el apoyo de un familiar en Estados Unidos para dar seguimiento al caso, pues a distancia la información no fluía.
Incluso, fue por medio de una investigación particular que la familia logró la ubicación de los restos de Benito en una morgue de Tucson, Arizona, pues la autoridad estadounidense no ofrecía información, no ofrece información hasta el momento.
En incansables ocasiones Rosa ha llamado a un número del Consulado para tener noticias sobre la repatriación, pero no la atiende.
En la Secretaría de Relaciones Exteriores en México le dicen que debe esperar a que la autoridad de la Unión Americana ofrezca datos.
Pero la espera es eterna, los días pasan como años y no ven el fin a este difícil retorno.
UN ADIÓS DIGNO
“Voy a vender mi casa para que mi hijo pueda regresar”, expresa el padre, un hombre adulto mayor dedicado al campo; su único patrimonio es su casa, pero su mayor deseo y el de la madre de Benito es que su hijo vuelva, para despedirlo, para que descanse en paz, en su tierra.
Rosa Muñoz expresa con voz entrecortada la impotencia que siente de no poder hacer que su hermano vuelva pronto.
“Le pido a la gente que se toque el corazón, sé que no soy la única que pasa por esto, pero con un peso, es mucha ayuda para poder regresarlo”, refiere la mujer, pues consideran que si tuvieran dinero, las condiciones y el manejo del caso en Estados Unidos serían distintas.
Respecto al apoyo de autoridades, el Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante ofrece cubrir el costo del traslado de México a la comunidad, pero no puede intervenir en otros procesos.
Mientras que el gobierno municipal de Tejalápam le negó todo tipo de ayuda económica o para trámites, pues afirman que ahí no hay recursos para eso.
CUENTA
La familia dispuso de la cuenta número: 10458747445 de la tarjeta número 4169160854233666 de Ban Coppel, a nombre de Rosa Muñoz Muñoz.