Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, a 17 de agosto de 2022.- A dos semanas de que diez mineros quedaron atrapados en un pozo de carbón, la esperanza de hallarlos con vida o siquiera recuperar los cuerpos se reduce, de acuerdo con fuentes cercanas a la labor de rescate.
Según el periodista Javier Garza Ramos, los encargados del rescate confian en que una vez que bajen los niveles de agua más rescatistas puedan entrar a buscar a los 10 mineros en El Pinabete, Sabinas.
Sin embargo, reconocen que prácticamente no hay esperanza de que los cuerpos estén directamente debajo de los tiros verticales. “La cantidad de agua que inundó los pocitos habría ahogado a los mineros, arrastrándolos por rumbos subterráneos desconocidos y de difícil acceso.
El subsuelo está lleno de oquedades que geólogos han buscado mapear”, compartió a través de su cuenta de Twitter el colaborador de Imagen Laguna. La petición de que venga ayuda internacional, señaló, incluye traer a expertos que ayuden a identificar los espacios del subsuelo.
“Hasta ahora nadie en el equipo de rescate ha mencionado públicamente la posibilidad de no hallar los cuerpos, pero es claro que eso no se podrá ocultar a los familiares si es que se llega a esa conclusión”, indicó.
El jueves y viernes de la semana pasada, los rescatistas entraron a las cavernas en un espacio muy reducido y se encontraron con obstáculos como vigas, que les impidieron hacer un mejor reconocimiento, pero sí detectaron que los mineros no estaban en los lugares donde presuntamente deberían estar.
Uno de los retos es mapear el subsuelo para buscar con más certeza en los lugares donde podrían estar los mineros, luego de casi 2 semanas de estar adentro. La disposición de las fuentes cercanas a la labor de rescate es que se mantenga al 100% el interés por encontrar a los 10 mineros atrapados, pero también están valorando un segundo escenario, donde ya no se pudieran encontrar a los trabajadores.
El lunes, Excélsior dio a conocer que Jorge Luis Mireles, hijo de José Luis Mireles Arguijo, uno de los mineros atrapados, ha trabajado como voluntario en la zona de rescate desde que se enteró del percance. Trabajaba incansablemente para lograr disminuir el agua en los pozos de carbón; sin embargo, la noticia de que los niveles habían subido más de diez metros fue un golpe para el trabajo de rescate.
(Información de “Excélsior”)