Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 10 de octubre de 2022.- Si consideraba que la máxima expresión de inconformidad social en Oaxaca son las marchas y bloqueos de vialidades, se ha equivocado.
Sí, hay algo peor. Al cierre del sexenio estatal, la ingobernabilidad se acentúa y comunidades y organizaciones, en algunas casos sin razón, han recurrido a la retención de personas, sin que el área responsable de la política interna del estado, la Secretaría General, actúe.
No simpatizamos ni mucho menos alentamos este tipo de prácticas, violatorias de las leyes, de los derechos humanos y de la convivencia social. Pero existen y crecen, ante la indolencia oficial.
Para exigir dinero, para demandar justicia o para solicitar un documento, desde hace al menos dos semanas, la privación ilegal de la libertad se ha incrementado, sin que las autoridades de seguridad y procuración de justicia actúen.
Mucho menos la dependencia que dirige Francisco García López, quien ha dejado en el abandono el cargo y encargó la secretaría a cargo de funcionarios de segunda o tercera.
Los afectados, en la mayoría de los casos, ciudadanos comunes, como usted y como yo, que lo único que quieren es que los dejen trabajar en paz.
EJEMPLOS DE INCIVILIDAD
Unos cuantos botones de la ingobernabilidad reflejada en retenciones:
Al inicio de esta semana, 10 habitantes de Santiago Progreso cumplirán cinco semanas privados de la libertad en San Pedro Ozumacín, en la región Cuenca.
El argumento de los inconformes: violaron leyes comunitarias, invadieron territorio -pese a que comparten una misma zona ejidal- y deben pagar, al menos 10 millones de pesos.
Como se ha dado a conocer, cuatro de los familiares de los retenidos, reiniciaron el 26 de septiembre una huelga de hambre, que concluyeron el pasado sábado, con la promesa de que ahora sí habría intervención oficial.
El miércoles se apareció García López, pero porque no quería que se perturbara la reunión de los gobernadores actual, Alejandro Murat, y electo, Salomón Jara; éste, por cierto, dialogó con los manifestantes pero les dijo, con razón, que por ahora no podía hacer nada.
Otro caso de barbarie ocurrió el lunes 26 y martes 27 de septiembre, cuando un grupo de estudiantes originarios de Santa Maria Alotepec Mixe -tierra de Adelfo Regino, titular del Instituto de Pueblos Indígenas- retuvieron a trabajadores del Colegio Superior de Educación Indígena Intercultural, en una oficina en la colonia Reforma en la capital.
Más de 24 horas duraron retenidos y al final se reveló que una de las dirigentes sociales más recalcitrantes, Jaqueline Almazán, apareció dando órdenes y hablando familiarmente por teléfono con el secretario García López, para arreglar la situación… dinero de por medio.
Por cierto, fue el único caso en que llegaron la Policía Estatal y la Guardia Nacional, estos últimos “por su propia iniciativa”, según declararon a la prensa.
CAOS E INDOLECIA
El martes 27 del mismo mes, otra agrupación, Codeci, retuvo a trabajadores de la Secretaría de Finanzas en Ciudad Judicial; ni las súplicas ni reacciones violentas permitieron la liberación, hasta ya entrada la noche; la policía apenas se asomó.
La ola de retenciones continuó el 5 de octubre, cuando pobladores de San Pablo Güilá, agencia de Santiago Matatlán, retuvieron a una veintena de docentes de la escuela secundaria, aunque otros contabilizaban 12.
¿La razón? Se les acusaba de drogar a los estudiantes y, en este caso, sí tuvieron que acudir autoridades de la Fiscalía General, del IEEPO y otras dependencias, para lograr, 24 horas después, la liberación de la mayoría de los docentes, mientras que tres fueron puestos a disposición.
El mismo día pero en la región Mixteca, habitantes del municipio de La Reforma, Putla, retuvieron por más de 24 horas a distribuidores de mercancías.
El pasado jueves, moradores de San José del Pacífico retuvieron también ilegal a dos personas, que acudían a atender una obra; el viernes 7 cerró la semana con la retención, por parte de docentes egresados de la Universidad Pedagógica Nacional, de al menos 30 trabajadores del IEEPO, también por más de 12 horas, por la exigencia de que les entreguen sus títulos.
¿QUÉ HARÁ LA 47?
Mientras el gobernador Alejandro Murat se placea por el país -en una semana acudió al informe de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México y al del gobernador de Nuevo León, la crisis de ingobernabilidad no tiene freno.
La Secretaría de Finanzas alega que no hay dinero, pero sus principales funcionarios siguen viviendo como jeques, viajando cada fin de semana a la capital del país.
La Segego sigue indolente y la única vez en la semana que apareció públicamente Francisco García López, fue el miércoles pasado para apaciguar, con falsas promesas, las protestas en el Palacio de Gobierno, y el jueves, donde acudió a una reunión que encabezó el mandatario en San Vicente Coatlán.
Evidentemente que la ola de marchas, secuestros, retenciones y bloqueos, además de la grave violencia, se acentuarán en lo que queda del cambio de gobierno, pues a nadie en el sexenio actual le interesa ya Oaxaca. El saqueo culminó.
¿Qué hará la Cuarta Transformación? Aunque quisiera, Salomón Jara Cruz no puede hacer nada y ya lo dijo el pasado miércoles a pobladores de Santiago Progreso.
Pero, sus funcionarios designados para la entrega-recepción ya deberían estar tomando nota y previsiones, pues el 1 de diciembre la situación social puede explotar.
No obstante, en el círculo cercano del próximo gobernador ya hay disputas y Jesús Romero López -quien no niega su amistad y cariño mutuo con el priista Ulises Ruiz Ortiz- se promueve para dirigir la Secretaría General de Gobierno.
Otro de los aspirantes es Antonino Morales Toledo, cuestionado personaje que apenas este fin de semana conmemoró el aniversario de su organización social, FUCO.
Así que, el ciudadano común seguirá en la indefensión y las organizaciones protestantes seguirán sin atención e incrementando el nivel de sus protestas. ¿Alguien duda del Modelo Oaxaca?
