Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 12 de octubre de 2022.- No sólo la inseguridad tiene en la lona al edil de la capital de Oaxaca. A la vista de todos, sigilosa o atrevidamente, el comercio informal se apropia de más calles en la ciudad, pese a operativos que sostiene, cada vez menos, el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez.
El deseo del edil de la capital, Francisco Martínez Neri, de limpiar el Centro Histórico de ambulantes que no cuentan con permisos para su actividad se ve entorpecido por la necesidad de un autoempleo, o por propias agrupaciones sociales que siguen retando a la autoridad para apropiarse de las calles.
A 10 meses del gobierno municipal de la “Cuarta Transformación”, el comercio ambulante sólo simuló una tregua, pero se migró de las principales calles situadas a dos o tres cuadras alrededor del zócalo de la capital.
Como ocurre en la calle de Doctor Pardo, en punto importante de paso para los ciudadanos que llegan de diferentes centrales de transporte provenientes de varios municipios de los Valles Centrales.
Mesas, rejillas, carritos y sombrillas atiborran las banquetas de esa vialidad con venta de verduras, comida rápida, postres, jugos, tejate, entre otros productos, que desde las primeras horas del día se expiden, desafiando los operativos municipales contra la instalación de nuevos y más puestos ambulantes.
Situación similar en la avenida Independencia, frente al mercado Cuarto Centenario, donde a pesar de estar a pocos metros del Palacio Municipal, los comerciantes informales logran la instalación de sus puestos.
También una banqueta amplia de la misma avenida pero a un costado del templo de La Soledad, ya es ocupado por al menos media docena de puestos de todo tipo de productos.
FALLIDOS OPERATIVOS
Desde el inicio de la administración municipal, el presidente Francisco Martínez Neri retomó el programa contra el ambulantaje, heredado por el gobierno de Oswaldo García Jarquín, quien se vio rebasado por el comercio informal en el Centro Histórico.
Martínez Neri prometió un reordenamiento eficaz, que resultó en diversos conatos de bronca entre funcionarios del área de comercio en vía pública, policías municipales y ambulantes, que defendieron sus puntos de ventas.
Los resultados se distinguen en algunas calles que rodean el zócalo y Palacio de Gobierno, donde por varias semanas permanecieron hasta vallas metálicas y vigilancia policial para evitar la reinstalación de éstos. Tras ellos, los nuevos puestos no dejan de aparecer.