Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 14 de diciembre de 2022.- En el día 14 de la llamada “primavera oaxaqueña”, no cesan las protestas cotidianas en Oaxaca.
Desde temprana hora y hasta el momento, estudiantes normalistas se apoderaron de la caseta de Huitzo de la supercarretera Oaxaca-Cuacnopalan, para cobrar su propio peaje, a fin de financiar su movimiento.
Ayer, en la capital «tomaron» varios camiones de mercancías, mismos que saquearon y robaron al interior del Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca.
Ello, sin que el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, que preside Emilio Montero -sin experiencia en el ramo educativo- atienda las demandas de los estudiantes, y sin que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, al mando del marino Iván García, actúe para frenar los ilícitos.
En oficinas de gobierno de Ciudad Administrativa, ubicada en Tlalixtaca de Cabrera, habitantes de Eloxochitlán de Flores Magón efectuaron una protesta pacífica, en el marco de una mesa de trabajo con las autoridades estatales, que pidieron sea resolutiva, a fin de que sean liberados sus presos, que consideran están encarcelados injustamente por delitos que se les imputan y que no cometieron.
Alrededor de las 11:00 horas, habitantes de la agencia de Santa María Mixistlán protestaron en la sede del Congreso del Estado, en el municipio de San Raymundo Jalpan, para exigir una reunión con diputados.
Lo anterior para exponerles una petición de separarse de su cabecera municipal, Mixistlán de la Reforma, y convertirse en un municipio, ya que el ayuntamiento se ha negado a otorgarles participaciones municipales, además de acusar al edil de diversas irregularidades.
Mientras que frente a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, en la ciudad de Oaxaca, autoridades agrarias y municipales de 17 localidades del distrito de Ocotlán, demandaron no ser utilizado como tiradero de basura el municipio de San Martín Tilcajete.
Y es que aseguran que desde el sexenio de Gabino Cué Monteagudo fueron despojados de un terreno de 43 hectáreas y hoy se pretende utilizar como vertedero de desechos de municipios de los Valles Centrales, a dos meses del cierre definitivo del tiradero ubicado en Zaachila.