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Opinión. ¿Quién apostará por el PRI? ¿Quién al rescate?

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., a 9 de enero de 2023.- Las traiciones y el sentido de supervivencia hacia otros lares tienen prácticamente enterrado al PRI en Oaxaca.

Traiciones que iniciaron con el otrora “primer priista del estado”, Alejandro Murat Hinojosa, que simuló apoyar a su partido pero que, desde el inicio del mandato de Andrés Manuel López Obrador, ya había pactado la entrega del estado.

En los próximos días habrá cambios en la dirigencia del Comité Directivo Estatal, sin embargo, desde hace semanas ha iniciado la purga entre varios grupos.

En tanto, otros más —muchos de ellos del equipo de Alejandro Avilés, sabedor de que la de la gubernatura era una elección perdida— apostaron por Salomón Jara y hoy sus familiares siguen incrustados en la nómina gubernamental, como pago de favores.

La reyerta arreciará en los próximos días e incluirá una purga, que puede alcanzar a Murat Hinojosa.

LOS TRAIDORES

Muchos de los cabecillas de la política en la era priista ya sabían del pacto de los Murat con López Obrador, incluyendo Avilés, que aún así aceptó ser candidato a gobernador, en una apuesta de ganar-ganar, aunque se hundiera el Revolucionario Institucional.

Gozan hoy de dinero y mantienen sus influencias con Morena y el gobierno de Salomón Jara Cruz.

Hoy Avilés sigue mandando a sus anchas desde del Poder Legislativo, donde aún, pese a ser minoría la bancada del PRI, impone condiciones de acuerdo con sus conveniencias políticas y financieras. Y ya no le importa ni le interesa mucho consultar a los Murat.

Pero también es displicente con la bancada morenista y, en un intercambio de favores —con el consecuente monto—, aprueba las iniciativas que ahora tiene contento a Jara Cruz.

Sólo tiene una piedra en el zapato (o muchas): su amigo-compadre del alma, Gustavo Díaz Sánchez, ya fue sentenciado a nivel estatal por un doble homicidio; el juicio a nivel federal, aún correrá… acorde a los tiempos político-electorales.

Sus incondicionales, felices. Gozan de fortuna, aunque no de buena fama, lo cual les tiene sin cuidado.

Francisco García López hizo que como que trabajó y coordinó la política interna, aún cuando haya sido un fracaso. Pero fue un fracaso social, no económico, pues desde ahí negoció múltiples movilizaciones y presiones y hasta azuzó a algunos.

Su cómplice, Jorge Toledo Luis, quien no hizo nada en lo que era el Coplade pero mantuvieron el contubernio para negociar. Justamente en este círculo de negociación-movilización-dividendos monetarios, encajó también Marco Cuevas, que ahora presume también sus ligas con los morenistas.

Aunque no es del primero círculo de Avilés, Francisco Ángel Maldonado se ha sumado a ellos, al quedar huérfano de Ivette Morán; grita a los cuatro vientos que le irá mejor con el gobierno de Morena que como estaba con el priista Murat.

Otro caso es Eviel Pérez Magaña, que también estuvo apoyando la campaña morenista y en pago a ello, su hija ahora es parte de la coalición a favor de Jara en el Legislativo.

Uno más es Jorge Franco Vargas, quien es asesor de la campaña política del hoy gobernador y sigue apoyando al partido guinda y a la autoridad estatal; por cierto, fiel de Ulises Ruiz Ortiz, quien también se sumó al morenismo con varios de sus incondicionales, pese a que en redes sociales despotrique, y uno de sus alfiles sigue siendo Jesús Romero López.

Fue prácticamente una cargada hacia Morena; unos por rencores contra los Murat y otros para sobrevivir, lo que hoy tiene al partido en crisis y prácticamente desaparecido.

EL TRAIDOR PRINCIPAL

¿Y en dónde está Alejandro Murat? Regresó a su natal Estado de México con su familia y transcurre por ahora su vida social entre esa entidad y la Ciudad de México.

Calcula sus tiempos políticos… y también los millones de pesos que logró juntar en un corto lapso, para ver si podrían alcanzarle para financiar su campaña política en busca de la Presidencia de México, habida cuenta que ya no hay erario de dónde financiarse.

Se pitorrea de las declaraciones de su sucesor Salomón Jara, que asegura públicamente que investigará y sancionará irregularidades del aún priista. 

Murat está seguro del manto protector que logró con López Obrador, una vez que entregó el estado a Morena.

De lo que no está seguro es si encontrará aún el apoyo del PRI, pues a nivel nacional, no las tiene consigo y no es el único aspirante a la Presidencia de México.

Alejandro Moreno también se ha entregado a Obrador y por lo tanto, sobrevive y mantiene su poder; sabe que uno de los Murat, el padre, ha sido uno de los artífices de la vapuleada en su contra, por lo tanto, no apoyaría al júnior.

El dirigente nacional del PRI se ha salvado en muchas ocasiones de la cárcel, tras aceptar aprobar las iniciativas del Presidente y por eso ha recuperado su mando y ha dejado de ser molestado mediáticamente.

Para disfrazar el apoyo, el PRI Oaxaca que aún encabeza Javier villacaña le dio el voto de confianza para prolongar su cargo y mantener el poder de decisión de las próximas candidaturas, al Senado y a la Presidencia

En el caso de Oaxaca, Murat quedó como apestado entre los pocos priistas que quedan. Si quisiera volver al estado, no hallaría respaldo y, por el contrario, sólo reclamos. Mucho menos militancia, pues durante sus seis años no hizo nada para cultivar y hacer crecer las bases priistas.

¿QUÉ SIGUE?

En la crisis en que entrará irremediablemente el PRI quedan muy escasas opciones. 

O de verdad se reagrupan y se recuperan… lo cual está difícil pues no hay dinero más que las prerrogativas, o van a la extinción. 

O logran una dirigencia estatal que arrope a todos, que acabe con las diferencias, o quedará totalmente libre el paso a Morena para los próximos cargos de representación popular.

Javier Villacaña sabe que ya terminó su ciclo y tiene dos opciones, seguir trabajando para el PRI o exigir su derecho de terminar lo que quedan de los dos años en el Senado, como suplente de Raúl Bolaños Cacho-Cué.

Hasta ahora, el único que no se ha confrontado con los grupos internos del PRI es Francisco Ángel Villarreal, quien estuvo a punto de lograr la candidatura a la gubernatura y tenía todo estructurado para ello. Una decisión de Alejandro Moreno —como parte de sus concesiones a Morena— echó al traste sus aspiraciones y el partido optó por Avilés, que simuló hacer campaña y revivir al PRI. En breve vendrá la sucesión en el partido y el ex director del IEEPO es por ahora, el único que puede rescatar al partido.

Mientras tanto la moneda está en el aire… ya están en puerta las decisiones para las próximas diputaciones, senadurías y Presidencia de la República. Y los Jara seguirán su labor de zapa y de cooptación.

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