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Opinión. Medio ambiente, el olvido del gobierno de la 4T

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., a 3 de marzo de 2023.- Amparos desacatados por la contaminación de los ríos “Atoyac” y “Salado”; crisis por falta de agua; fracaso con el tiradero de basura para los Valles Centrales; deforestación e incremento de incendios forestales; nulos planes para la protección a flora y fauna; autoridad estatal, omisa para castigar delitos ambientales.

Ese es parte del panorama que existe en Oaxaca en materia de medio ambiente y cuya problemática no tiene hasta ahora una atención integral, a pesar de múltiples entes burocráticos, como la Secretaría del Medio Ambiente, la Procuraduría de Protección al Ambiente, el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y otros más.

Y en todo ello, la falta de un plan estatal por parte del gobierno de Salomón Jara Cruz para atender estas graves problemáticas, que amenazan no solamente a la población oaxaqueña, sino al planeta mismo.

En campaña política, nunca fue prioridad atender estos temas y los aspirantes a un cargo de representación popular, como Salomón Jara Cruz, dirigieron sus discursos a atender la pobreza, la marginación, la falta de infraestructura física educativa y de salud, pero poco o nada para cuidar el entorno.

El resultado —como ocurre a nivel mundial— es un escenario catastrófico que repercute directamente en el calentamiento global, como las elevadas temperaturas que ahora sufrimos en primavera; como la grave contaminación de ríos y mares; como la cada vez más escasa corteza forestal que permita regenerar aire y revitalizar el ciclo del agua.

“Coincidentemente”, los responsables de estas áreas son priistas que lograron sobrevivir y se incrustaron en la llamada “Cuarta transformación” a la oaxaqueña.

OMISIONES AYER Y HOY

Desde el sexenio de Alejandro Murat, el Poder Judicial federal otorgó un amparo a un grupo de la sociedad civil, Litigio Estratégico, para que a la brevedad, autoridades de los tres niveles sanearan los ríos “Ayotac” y “Salado”, que cruzan los Valles Centrales pero particularmente la ciudad de Oaxaca y su zona metropolitana.

Pero el gobierno oaxaqueño no ha hecho nada; el anterior, el de los priistas, optó por “chicanadas” legaloides para evitar sanciones, pero también para incumplir con la orden federal.

Igual ocurre con el gobierno de Salomón Jara Cruz, que ya cumplió cuatro meses y ni siquiera ha tocado el tema.

No es menor el asunto, que compete también a diversas instancias federales, como la Comisión Nacional del Agua, y a los ayuntamientos,

Fue en el año 2018 en que el juzgador federal otorgó el amparo en el juicio 621/2016, que además dicta hacer efectivo el derecho a un medio ambiente adecuado para el desarrollo y bienestar de habitantes de la capital y de al menos ocho municipios conurbados.

Pero no. Por el contrario, los tres niveles de gobierno siguen permitiendo la impunidad en la contaminación de uno de esos afluentes, como es el caso del “Atoyac”, en que desde hace más de medio año, la organización sindical CATEM ha creado y mantiene un tiradero a cielo abierto, con cientos de toneladas de desechos.

Y tiene pistoleros para impedir que cualquier ciudadano o autoridad se acerque a su zona, en que amedrenta y golpea a los que se atreven tan siquiera a tomar fotografías o videos. El gobierno ha cedido y concedido esas canongías, totalmente fuera de la ley.

Los incendios forestales son comunes en los primeros cinco meses del año; es cíclico, pero ni así hay incremento de número de combatientes, dotación de vehículos, herramientas y equipos de protección para el personal.

En lugar de ello, se ha optado por recurrir al Ejército Mexicano, que ya de por sí tiene múltiples tareas y responsabilidades en este gobierno federal.

No hay planes a corto plazo para resolver el grave problema del agua potable, principalmente para los Valles Centrales, donde se asienta el mayor número de municipios poblados.

Nadie se acuerda del fallido y fraudulento proyecto de “Paso Ancho”, donde por cierto tuvo que ver mucho el actual secretario de las Infraestructuras, Netzahualcóyotl Salvatiera, en el sexenio de Gabino Cué.

Acaso de vez en cuando el gobernador oaxaqueño ha mencionado que traería agua, ahora desde la Sierra de Juárez, sin considerar también que es un todo reto, que implicará, para empezar, el permiso de las comunidades serranas.

A 120 días de gobierno, ¿qué planes hay para cuidar el medio ambiente, no generar tanta basura y promover el uso de vehículos no contaminantes?

En lugar de ello, se sigue aplazando el reciclaje y separación de los residuos sólidos y suman más de medio año de crisis de la basura, en que ni autoridades municipales ni estatales han logrado destrabar y resolver.

¿Y LAS INSTITUCIONES?

Y, pese al discurso opositor de Salomón Jara Cruz, los priistas siguen incrustados en diversas áreas del gobierno de Oaxaca, coincidentemente en áreas de protección al ambiente.

Es el caso de Karina Unda Harp, quien desde el sexenio anterior ya laboraba en lo que fue la Semaedeso y hoy encabeza la Secretaría del Medio Ambiente estatal y es cuota del Partido Verde Ecologista de México, aliado permanente del PRI, aunque ahora se diga promorenista.

El hecho de que use bicicleta no significa que sea una auténtica ambientalista y, aunque supuestamente tiene reconocimientos nacionales en su trayectoria, eso no se ha visto reflejado en su trabajo; ni siquiera la invitan a las giras del gabinete al interior del estado.

Lleva, presuntamente, el tema de la localización de un predio para instalar un relleno sanitario para los Valles Centrales, pero ha sido rebasada en las negociaciones por parte del secretario de Gobierno, Jesús Romero López, que, por supuesto, tampoco ha dado resultados en ello.

¿Qué ha hecho para remediar la creciente problemática de la basura en todo el estado?
Otro priista de cepa, que trabajó con Alejandro Murat Hinojosa, es el titular de la Procuraduría de Protección al Ambiente, Ernesto Ruiz, que sólo difunde vía redes sociales supuestas acciones, pero ninguna para acabar con la impunidad y, sobre todo, sancionar a quienes dañan el ambiente.

Ese ente, sin ninguna razón de ser, fue precisamente aprobado por el Congreso del Estado desde hace dos años y fue el año pasado en que Murat cumplió con la creación y dejó al actual titular en el cargo.

Pero es lo mismo, ni antes ni ahora ha hecho algo por sancionar graves irregularidades, como el caso de la contaminación con basura del río “Atoyac”, por ejemplo. Tampoco es bienvenido en el gabinete de Jara Cruz, pese a lo cual se mantiene en el cargo.

La Comisión Estatal Forestal es otro caso, también encabezada por quien fue funcionaria en el gobierno priista anterior, Magdalena Coello Castillo, rebasada totalmente por la crisis de incendios forestales.

Otro organismo burocratico donde en lo único que cambió fue en el nombre, es el Sistema Operador de Agua Potable, a cargo de Omar Pérez Benítez, que llegó al cargo por recomendación de su familiar la diputada Nancy Benítez.

Pero por supuesto, tampoco hay planes de operación y saneamiento de los sistemas de agua potable y de drenaje; mucho menos inversiones.

Y claro, en todas las áreas mencionadas hubo irregularidades financieras, es decir fraudes, pero a nadie se le ha tocado; ni siquiera hay información respecto a ello, lo que quiere decir que los priistas siguen gozando de cabal impunidad, en el gobierno de la 4T que prometió justicia y alto a la corrupción.

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