Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 8 de noviembre de 2019.- En 2018, en su segundo y último año de funciones, la 63 Legislatura del Congreso de Oaxaca gastó más de dos veces su presupuesto inicial, pasando de 397 a 925 millones de pesos, lo anterior de acuerdo con los datos emitidos en el Informe Legislativo 2019 realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El gasto adicional de la Legislatura oaxaqueña durante el año pasado, representa un aumento del 133 por ciento y es superior a los recursos que el Gobierno de Oaxaca destinará a 12 universidades del estado en 2019.
La entidad oaxaqueña se ubica muy por encima de Tlaxcala que gastó un 31 por ciento más de su presupuesto, así como de Tamaulipas, Guerrero y Puebla quienes registraron el 27, 22 y 17 por ciento de aumento, respectivamente.
Oaxaca se encuentra también en el número seis de los estados con mayor costo por diputado, sólo por debajo de Baja California, Estado de México, Michoacán y Ciudad de México que encabezan la lista, incluso por encima de la Cámara de Diputados federal.
Los 32 congresos estatales cuestan más que 128 órganos autónomos y el financiamiento local a partidos políticos en las entidades federativas; 23 legislaturas gastaron mil 233 millones de pesos adicionales a lo presupuestado.
De acuerdo con el informe el gasto al interior de los congresos en un 58 por ciento se destina para servicios personal, 23 por ciento a servicios generales y 12 por ciento a ayudas sociales, el 7 por ciento restantes es para materiales y suministros, entre otros.
El informe hace un llamado a los congresos locales a apegarse a sus funciones ya que en el 2018, 25 congresos locales gastaron discrecionalmente y sin reglas de operación mil 852 millones de pesos en el concepto de ayudas sociales, cuando no está dentro de sus funciones legales.
Así mismo, explica que las funciones del poder legislativo son: presentar y aprobar leyes, vigilar a otros poderes, ratificar nombramientos, iniciar juicios políticos. “No deben dar despensas, juguetes, ni ofrecer fiestas o ayudas económicas y tampoco construir obra pública”, cita.
Como parte de sus conclusiones el IMCO asegura que en el 2018 se detectó una asimetría presupuestal que indica ineficiencias en la función legislativa y mala planeación del gasto, así como una invasión de funciones al Ejecutivo por dar ayudas sociales y uso indebido de recursos públicos.
Por lo que como parte de sus conclusiones propone congresos austeros que se apeguen a sus funciones y eliminen el gasto en ayudas sociales, así como planear mejor su presupuesto y no gastar más de lo planeado.