Inicio COLUMNA Opinión. Y sin embargo, el sur resiste V

Opinión. Y sin embargo, el sur resiste V

por Agencia Zona Roja

Diego Enrique Osorno*

En su andar, la caravana El Sur Resiste fue sumando participantes de los pueblos y ciudades en los que se detenía. Así fue como se sumó Chirro, un joven de la comunidad indígena de Oteapan, Veracruz, quien tomó la palabra en Valladolid, Yucatán, para dar un mensaje al final de la marcha por el centro de la ciudad peninsular.

“Si no tenemos el territorio, no vamos a poder cuidarlo, pero yo les vengo a decir que no se desesperen. Como pueblo hay que resistir, porque la selva siempre retoña, porque los escarabajos y todos los animalitos buscan su vida en los troncos secos. Pueden querer llenarnos de concreto, pero la naturaleza siempre se defiende y los pueblos somos esa naturaleza defendiéndose: nosotros somos la montaña, nosotros somos el agua, nosotros somos los animales, nosotros podemos ser la voz de las abejas, de la selva y de todo lo que habita”.

Su participación fue uno de los momentos resaltados de manera especial en el comunicado del día siete del recorrido, difundido en www.elsuresiste.org. Al término del mitin, los caravanistas departieron cochinita pibil.

TREN MILITAR

Antes de que hablara Chirro, por la mañana de ese día, integrantes del espacio cultural y de derechos humanos, Casa Colibrí, realizaron un ritual con la caravana recién llegada en honor de los defensores y defensoras de la tierra asesinados en México, así como también en reconocimiento a las infancias actuales, por quienes luchan la mayoría de los participantes de esta iniciativa impulsada por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y otras organizaciones. 

“Hoy me comprometo a que mis acciones como adulto marquen una diferencia para las infancias, en donde el valor de nuestra tierra y nuestra cultura no tiene precio, simplemente no está a la venta”, fue una de las expresiones pronunciadas.

Ya después comenzó la marcha por el centro valladolidense, con consignas como: “¡selva sí, tren no!, ¡agua sí, tren no!, ¡los cenotes no se venden, se aman y se defienden!, ¡ese tren no es Maya, ese tren es militar!”.

Gentrificación y tala 

Diversos representantes de las comunidades peninsulares de la región tomaron la palabra antes de que hablara Chirro, para denunciar despojos, contaminación y violencia. Los caravanistas elaboraron una relatoría dividida por territorios, la cual permite entender algunos de los primeros efectos de los megaproyectos oficiales:

-Valladolid, Yucatán: La gentrificación urbana ha vuelto imposible a las nuevas generaciones locales comprar o adquirir un terreno en la ciudad, violando así el derecho a tener un hogar digno. El turismo que ha llegado deja de lado el bienestar de las personas originarias de estos territorios.  

—Concejo de Xpujil, Calakmul: el Concejo habló sobre un amparo que tienen vigente, con el cual han intentado frenar la construcción del Tren Maya en su territorio. Hablaron de la utilización de la Guardia Nacional y el Ejército; de la construcción de un hotel que posiblemente tenga 162 habitaciones, este hotel está siendo construido en el corazón de la Reserva de Calakmul y el cual también se ha otorgado al Ejército como el resto del proyecto Tren Maya. Dicha construcción, de llevarse a cabo, destruiría una de las últimas selvas conservadas en todo el continente.

—Cancún y Playa del Carmen: la destrucción ya se percibe en esta zona, como lo es la tala de 9 millones de árboles tan solo entre Mérida y Xpujil a causa del Tren Maya. También se habla de la violencia del modelo de turismo que se ha impulsado en Cancún y Playa del Carmen, el cual será el mismo que se aplicará con la construcción del Tren Maya en toda la península de Yucatán y en cada territorio que atraviese.  

 NUEVE MILLONES DE MENTIRAS

Justo en la zona de Cancún y Playa del Carmen, las participaciones resaltaron también cómo desapariciones forzadas, feminicidios y violencia generada por cárteles de la droga, son fenómenos interrelacionados con la llegada de megaproyectos.

 “Tenemos más de 9 millones de árboles talados después de que se dijo que no se iba a talar ninguno. O sea que tenemos 9 millones de mentiras regadas por ahí como si fueran cualquier cosa. Tenemos el resultado de ese desarrollo, tenemos a Cancún como una de las ciudades más violentas y más peligrosas, ocultando cifras todo el tiempo, presentando cifras bonitas de hoteles, cuantos cuartos de hoteles tenemos, de cuantos trabajos se generan, pero no nos dicen a costa de qué”.

También participaron representantes de la comunidad yucateca de Sitilpech, quienes mantienen una lucha en defensa del agua frente a las mega granjas porcícolas, así como también contra la persecución oficial que padecen ocho pobladoras mayas, víctimas de procesos penales arbitrarios por defender su territorio.

 EL TRAMO SEIS

Al día siguiente, el número ocho del recorrido trazado durante 10 días para concluir con el Encuentro Internacional en el Caracol Jacinto Canek de San Cristóbal de las Casas, los caravanistas hicieron una parada y una marcha en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, para luego partir hacia Xpujil, Campeche, aunque antes visitaron el crucero que da a Laguna Ocom.

Ahí elaboraron esta descripción de lo que vieron: “en cuanto llegamos, el panorama es desolador. En este lugar, el tramo seis del mal llamado Tren Maya ya ha tomado la vida de miles de árboles; cedros y caobas han sido talados sin ningún tipo de consideración por todo lo que se pierde con cada árbol que es derrumbado. El hogar de cientos de especies, ha sido arrancado de la tierra para poder entregar estas tierras a empresas americanas, canadienses, y alemanas”.

“La selva maya, antes llena de vida, flora y fauna, ahora es un espacio partido a la mitad en donde sólo hay piedras y todos los árboles han sido asesinados. Ahí en donde la vida ha sido destruida, el calor no da tregua, la sequía se siente en el ambiente, el polvo se siente flotar en el aire”.

“Aunque se han visto fotografías en internet de este crimen, estar en medio de la destrucción y muerte es doloroso para todos y todos los presentes. El responsable de este ecocidio tiene nombre: Andrés Manuel López Obrador”.

Luego, al término del acto, algunos de los caravanistas posaron para una fotografía en el yermo provocado en medio de la selva por el megaproyecto oficial.

*Escritor y periodista.

@DiegoEOsorno

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