Inicio Minuto a Minuto “¡Mi’jo!, ¡te quiero ver papá!, ¡dónde estás mi’jo!, ¡abrázame! ¡Por favor!”

“¡Mi’jo!, ¡te quiero ver papá!, ¡dónde estás mi’jo!, ¡abrázame! ¡Por favor!”

por Agencia Zona Roja

Redacción/Zona Roja.

San Bartolo Coyotepec, Oax., 9 de noviembre de 2019.- La madre estaba desconsolada. Como muchas madres, como muchos hijos, como cinco esposas. Como la familia policial.

El cuartel de la Policía Estatal fue insuficiente para albergar el llanto, el luto, la tristeza, por los cinco uniformados masacrados ayer en San Vicente Coatlán, Ejutla.

“¡Mi’jo!, ¡te quiero ver papá”, ¡dónde estás mi’jo!, ¡abrázame! ¡Por favor!”. Los gritos, de una madre que perdió a uno de sus seres queridos. No lo volvió a ver desde que salió de casa, asignado a labores de patrullaje en el distrito de Ejutla.

“¡Por qué me hacen esto!, ¡por qué! ¡Mi’jo, no te vayas mi’jo!”, los llantos de una sencilla ama de casa.

Como ella, hermanas, hermanos, policías, derramaron lágrimas por los uniformados, que cada vez que salen del hogar, nunca saben si regresarán.

HORAS DE CONFUSIÓN

Horas antes, la confusión y la desinformación oficial. Desde que pasaron los hechos, alrededor de las 18:00 horas, hasta casi las 23:00 horas, no hubo información oficial.

Las redes sociales, la única alternativa para obtener datos, fotografías y videos de la cruel escena: dos patrullas acribilladas, elementos uniformados sobre las frías planchas, con la cabeza destrozada unos, con el pecho perforado otros.

No fue sino minutos antes de las once de la noche en que la Secretaría de Seguridad Pública emitió su comunicado; 15 minutos después lo hizo la Fiscalía General, para reproducir lo que ya era una noticia mundial: la masacre de policías.

MAÑANA INCIERTA

En el transcurso de la madrugada y hasta la mañana de hoy, la incertidumbre, y otra vez las redes sociales para desplegar el odio, el enojo, los llamados a un paro de labores; la irritación por la falta de tacto de los mandos policiales, por el desconocimiento de la zona, por enviar al matadero a los uniformados.

“Ya están llegando los cuerpos a la Fiscalía General en el centro; las familias no van a permitir un homenaje, están enojados”, los mensajes por doquier. “Estamos preparando un paro de labores, llamamos a los policías a unirnos, no queremos más muertos, queremos justicia”, los clamores.

Alrededor de las nueve de la mañana, un pase de lista que encabezó en el cuartel el secretario de Seguridad, Raúl Ernesto Salcedo, para calmar los ánimos.

Tras ellos, rumores de una conferencia de prensa, citada para unos cuantos periodistas. Finalmente a las 10:00 de la mañana, la versión de las autoridades policiales.

LLANTO Y LUTO

Tras ello, en medio del desconcierto, el descontrol, la desorganización en la Secretaría de Seguridad, se organizó un homenaje de despedida. A prisa arribaron los ataúdes, custodiados por patrullas. Algunos familiares ya esperaban, todos en llanto.

El director del Cuerpo de Bomberos, dirigió la ceremonia, que al paso le fueron agregando puntos del orden del día; aprisa, ya con el homenaje, llegaron elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones y parte de la Policía Vial.

Palabras de consuelo, empeños de justicia, compromisos de apoyo a los deudos.

El pase de lista: ¡Máximo Medrano Onofre! ¡Presente!; ¡Presente!; ¡Pedro López Ramírez! ¡Presente!; ¡Bryan Talledos Toribio! ¡Presente!; ¡Germán Jiménez López! ¡Presente!; ¡Hildeberto Flores Ibáñez! ¡Presente!

Un minuto de aplausos, el “Dios nunca muere” y las “Golondrinas” para los hombres caìdos. La bandera en manos de los familiares y los ataúdes, de regreso a su tierra, a Zimatlán, a Cuicatlán, a Cuilápam, a Puerto Escondido, a Ejutla, a su destino final.

Wilfrido, hermano de Germán Jiménez López, clama sin poder contener las lágrimas:

“¡Justicia, justicia, justicia es lo que pedimos!. De verdad que la seguridad, doblen los refuerzos, que se sumen las demás instituciones, que no quede en vano esto. Se siente feo, se siente feo perder un familiar. Justicia es lo que queremos”.

NIEGA PARO DE LABORES

En la conferencia de prensa previa, el secretario de Seguridad Pública de Oaxaca, Raúl Ernesto Salcedo Rosales, condenó los hechos y aseguró que los deudos serán respaldados por la dependencia.

Hizo un llamado de unidad y lealtad por parte del personal, con lo que descartó el paro de labores por parte de elemento de seguridad en la entidad, tras los mensajes en redes sociales en lo que exigían justicia para sus compañeros y dejaban ver las posibilidades de suspender labores.

“Hay molestia por parte de los elementos, la compartimos, pero la Policía Estatal la distingue la disciplina, el orden, la lealtad y el trabajo en equipo, desde anoche y como todos los días estamos trabajando y no hay convocatoria alguna para un paro de labores”, dijo. 

Reiteró que la dependencia esta unida en estos momentos y aunque lastimada con la situación reciente en la que murieron cinco de sus compañeros, han reafirmado su compromiso a la unidad a fin de cumplir su labor en beneficio de la ciudadanía e incluso insistió en que Oaxaca sigue siendo de los 10 estados más seguros del país.  

Salcedo Rosales se comprometió a velar porque las familias de las víctimas reciban el respaldo de las autoridades, por lo que de forma personal supervisará que el área administrativa de la dependencia garantice el derecho que tienen las y los deudos de los elementos asesinados.

Ante la difusión de las imágenes de los elementos que fueron víctimas de la emboscada, el funcionario cuestionó que fueran distribuidas en chats de Whatsapp y redes sociales, toda vez que dijo se re victimiza a los oficiales caídos y se afecta de forma considerable a las familias, por lo que confía en que la Fiscalía General tome en cuenta este hecho para buscar las sanciones correspondientes, aunque reconoce que es un tema difícil de regular.

Finalmente el funcionario explicó que los elementos cumplían con su labor de dar seguridad en la zona, donde se llevan a cabo rondines de forma cotidiana debido a la presencia de empresas privadas que trabajan en la construcción de un tramo carretero, además que desde hace mucho tiempos se presume que en la zona hay siembra de enervantes.

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