Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, 17 de noviembre de 2019.- Si bien los crímenes de odio en Estados Unidos registraron una ligera disminución en 2018, los ataques en contra de hispanos y latinos tuvieron un comportamiento distinto al aumentar en términos numéricos por quinto año consecutivo, de acuerdo con estadísticas de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Según publicó hoy el diario “La Jornada”, datos del informe de Estadísticas de Crímenes de Odio, muestran que hubo 671 víctimas de incidentes motivados por prejuicios antihispanos o antilatinos, mientras en 2017 la cifra fue de 527 y en 2016 fue de 483.
En 2015, el número de víctimas –término que se refiere a personas, negocios o sociedad en su conjunto– fue de 392. Un año antes, en 2014, se registraron 389 afectados por incidentes con motivaciones en contra de latinos o hispanos, mientras que en 2013 el número fue de 432.
“La Jornada” agregó que la agencia estadunidense precisó que los datos de 2018 fueron presentados por 16 mil 39 agencias de aplicación de la ley, las cuales brindaron información sobre los delitos, las víctimas, los delincuentes y la ubicación de los crímenes de odio.
Los organismos encargados de hacer cumplir la ley informaron a la FBI de 7 mil 120 delitos de este tipo relacionados con prejuicios contra la raza, etnia, ascendencia, religión, orientación sexual, discapacidad, género e identidad de género. Este número representa un poco menos de los 7 mil 15 incidentes reportados en 2017.
Según los datos ofrecidos, 7 mil 36 incidentes tuvieron un sesgo único de los cuales hubieron 8 mil 646 víctimas. En tanto, 84 incidentes se motivaron por dos o más aspectos de discriminación.
Al analizar la distribución porcentual por sesgo se muestra que 59. 6 por ciento de estas víctimas fueron atacadas por delincuentes motivados por cuestiones de raza, origen étnico o ascendencia; 16.7 por ciento lo fueron por prejuicios de orientación sexual; 2.1 por ciento por discapacidad y 0.7 debido a cuestiones de género.
El informe anual se publicó en momentos en que el Estado mexicano ha expuesto su posicionamiento contra la proliferación del discurso de odio a escala mundial. Esto estigmatiza y deshumaniza a grupos de comunidades basados en su raza, religión, lengua o estatus migratorio o país de origen, expresó recientemente, por ejemplo, la Misión Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Para México este lenguaje de odio alimenta la xenofobia, lo cual puede conducir a incitar a perpetradores potenciales que puedan llevar a cabo ataques violentos en contra de minorías.
Los ataques como el ocurrido en marzo contra una iglesia de la comunidad musulmana o contra judíos en 2018 y más recientemente contra hispanos en El Paso, Texas, ha seguido esta peligrosa sentencia, según la misión mexicana ante el organismo multilateral.