Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 30 de agosto de 2023.- La esperanza de algún día encontrarlos sigue presente. Es la que mueve a las familias de los pobladores de Zapotengo, San Pedro Pochutla, desaparecidos hace 13 años en Matamoros, Tamaulipas.
Como desde hace más de una década, las esposas, hermanas y madres, principalmente, que encabezan esta lucha de búsqueda, este miércoles marcharon junto a decenas de familias que integran diversos colectivos en el marco del Día Internacional de la Desaparición Forzada de Personas, realizada en la capital oaxaqueña.
Aunque por momentos el dinero ha sido una limitación para continuar la búsqueda de los 10 desaparecidos, las ansias de encontrarlos vuelven a moverlos.
Concepción Vizarretea Salinas, hermana de tres de ellos y Celerina Santos, esposa de Nemorio Vizarretea, no han cesado en la exploración de pistas para localizarlos. A veces solas y otras acompañadas, como este día, al que se integran ahora los hijos de los desaparecidos.
El tiempo las ha hecho conscientes de otra posible realidad sobre el destino de sus familiares, por eso Concepción refiere que “con vida o sin vida” quieren localizarlos, y que sus cuerpos regresen a su comunidad de origen, donde sus familias los pueda despedir conforme a sus tradiciones.
En sus hogares nada volvió a ser igual, ni siquiera en su comunidad, donde los 10 hombres impulsaron un proyecto de ecoturismo en Lagunas de Zapotengo que significaba empleo e ingresos para más familias.
El lugar se volvió a abrir con esfuerzo, pero solo con la intención de obtener ingresos para la búsqueda.
LOS HECHOS
Juan Carlos, Luis y Andrés Vizarretea Salinas (este último ex diputado local del PRD y ex líder del Partido Nueva Alianza); Fidel y Gregorio Hernández; Isauro Rojas, Adelaido Espino, Antonio Feria, Nemorio Vizarretea y Benito Salinas desaparecieron, presuntamente en Matamoros, Tamaulipas en julio de 2010.
Los hombres, de entre ellos familia, viajaron hasta el norte para comprar vehículos para su proyecto de ecoturismo, para el cual conformaron la Sociedad Cooperativa de Producción de Bienes y Servicios Zapotengo.
A su llegada, Isauro, estableció comunicación con su esposa el 14 de julio para avisar que ya habían llegado, pero después de eso, nada se volvió a saber de ellos.
Las mujeres se movilizaron para encontrar ayuda de autoridades en la capital del estado, en la Ciudad de México y en Tamaulipas, sin obtener apoyo satisfactorio.
Esta búsqueda desprendió a las familias de propiedades para obtener dinero, pero al paso de los meses y años, algunas frenaron su lucha, pues ya no había más por vender y había hijos por mantener.
Hasta ahora nada saben. Sus exigencias ante las autoridades han sido insatisfactorias.
Por eso este día marcharon, junto con cientos de familiares de víctimas, de la fuente de las Ocho Regiones al zócalo. Para hacerse oír otra vez, como hace 13 años.