Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 11 de septiembre de 2023.- La buen noticia: una mujer será la próxima Presidenta de la República, sucesora de Andrés Manuel López Obrador
La mala noticia: ninguna es lo que dice ser en sus mensajes políticos: Ni la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México podrá sostener el apotegma cuatroteísta de “No robar, no mentir y no traicionar al pueblo”.
Ni la aún senadora por el PAN podrá concretar en los hechos su grito de campaña: “Ni rateros ni huevones ni pendejos”… porque de ellos está lleno la triada de partidos que la cobija.
En la primera semana de septiembre quedaron definidas las dos principales contendientes a la silla presidencial, la morenista Claudia Sheinbaum y la panista Xóchitl Gálvez Ruiz, cobijadas cada una por al menos tres partidos políticos.
Falta por definir otros nombres, como el caso de Marcelo Ebrard Casaubón, que iría por el Partido Movimiento Ciudadano, para contrarrestar a la panista y ganarse un espacio al Senado, y lograr la presidencia prometida en esa Cámara Alta.
Hay otros aspirantes por la vía independiente, como los actores Ulises Ruiz Ortiz y Eduardo Verástegui, pero aún antes de iniciar los comicios, están descartados porque en realidad no tienen absolutamente nada que hacer en la contienda; en el caso del oaxaqueño, arrastra un turbio pasado de su paso por la gubernatura.
DOÑA XÓCHITL
Xóchitl, ex funcionaria con Vicente Fox —uno de los dos peores presidentes panistas del país—, ex jefa delegacional en la Cdmx, senadora actual, le puede pegar un susto a Andrés Manuel López Obrador y Morena… si no se rodea de los rateros, los huevones y los pendejos.
Pero todo parece indicar que ello será su tumba política, pues desde ya comenzó a ser copada por priistas de alcurnia y de oscuro pasado de corrupción, empezando por Alejandro Moreno Cárdenas, quien no ha dudado con pactar con el morenismo a cambio de no ser sometido a juicio por múltiples irregularidades y enriquecimiento sospechoso a su paso como gobernador de Campeche.
Por cierto, poco importó a “Alito” hacer a un lado a Beatriz Paredes y al proceso interno simulado de los priistas, para ceder ante la panista. Así le ha hecho toda su vida para sobrevivir políticamente.
Y la lista de nombres es larga, sólo por hablar de los priistas que ya se apuntan para los próximos cargos federales, sin hacer aún labor proselitista.
Como de los ex gobernadores y ex legisladores priistas Emilio Chuayfett y la matanza de Acteal que arrastra; Rubén Figuero, el de la matanza de Aguas Blancas; otro guerrerense, Ángel Aguirre Rivero, con su matanza de “El Charco” y el caso Ayotzinapa, como bien lo refirió el periodista Álvaro Delgado.
O como el caso de los oaxaqueños Alejandro Avilés Álvarez, diputado local tres veces y ahora, insaciable, busca la senaduría… sin tener el aval de quien aún manda en buena parte del PRI, José Murat.
O como Rebeca Cervantes o como Liz Concha —cuyo único mérito es ser hija de Elpido Concha Arellano, también priista de turbio pasado y señalado por el asesinato de una persona—; como Javier Villacaña, que insiste en aferrarse a la dirigencia estatal del partido, pese a que ya le pidieron que deje el cargo.
¿Pero qué cuentas van a entregar a Xóchitl los priistas oaxaqueños si ya no hay ni militantes y muchos siguen emigrando a Morena, embelesados por un cargo público como es el caso de Lino Velásquez, por poner el más reciente ejemplo?
Del PAN ni se diga, sólo quedan doña Perla Woolrich que lo único que hace cada semana es despotricar contra los morenistas, y la familia real albiazul, los hermanos , que lo único que han hecho es vivir del partido.
¿Los perredistas? Sólo cuentan con tres curules de consuelo en el Congreso local y aunque en el próximo reparto de candidaturas quieren más, ya no tienen ni militantes; Tomas Basaldú sólo se la pasa en declaraciones y de Raymundo Carmona Laredo nadie sabe, desde hace mucho tiempo.
Por cierto, en nada ayuda a Xóchitl Gálvez estar desacreditando a Oaxaca y a los oaxaqueños, al declarar que el estado no tiene ni mano de obra para grandes proyectos y otras expresiones nada corteses.
Por cierto, en nada ayuda a Xóchitl depender de los grandes empresarios del país para sostener su campaña, porque, de ganar, les tendrá que pagar con creces y devolver todos los privilegios.
DOÑA CLAUDIA
Los morenistas tampoco son un pan de Dios y ahora mismo enfrentan un cisma en el interior del partido, tras la elección de Claudia Sheinbaum como su virtual candidata a la presidencia, en su disfrazado cargo de “coordinadora nacional de los comités de la Cuarta Transformación”.
Arrastra tras de sí varios casos de desvío de recursos, que de ahora en adelante, poco a poco irán saliendo a la luz pública.
Tiene también complicaciones por el grave deterioro del sistema Metro y varias muertes por un accidente aún no aclarado y mucho menos sancionado legalmente con todo el peso de la ley.
Y ahora ya empoderada, será más notorio su talante autoritario, como ya se ha hecho evidente en actos públicos.
Pero eso es poco si no fuera porque arrastra y arrastrará tras de sí el sello lopezobradorista que, si gana y no se quita esa marca, será también su tumba política.
Porque ha copiado todo el estilo y hasta las palabras del aún Presidente de la República, con tal de retomar el arrastre político y mediático del tabasqueño; pero, ahora sí que como diría AMLO, no es lo mismo, no son iguales.
Y también no puede ni podrá quitarse el estilo de Morena plagado de engaños y simulaciones, como lo han sido todos sus procesos internos para elegir a sus candidatos, como lo fue el más reciente.
¿O cómo explicar lo inexplicable del video difundido el fin de semana en que la secretaria General del partido Citlalli Hernández detalló que un voto puede valer más de un voto, dependiendo de qué segmento poblacional lo hizo.
Y, por supuesto, tiene y seguirá sumando más priistas de la peor calaña, urgidos éstos de seguir pegados a la ubre presupuestal y política, así sea disfrazados de verde. Hay incontables casos y para no ir lejos, el del aún senador Verde, Raúl Bolaños Cacho Cué, fiel a los Murat, quien quiere una secretaría, en caso de ganar Claudia.
¿QUÉ HACEMOS?
Lo único que queda claro es que ambas mujeres seguirán usando el indigenismo, para simular que respaldan esta causa, así sea violando las tradiciones, como lo fue el uso político del bastón de mando con Claudia.
Lo único que queda claro es que seguirán utilizando la bandera de la violencia en contra de las mujeres, para ganar más adeptos, sin demeritar, por supuesto, la grave situación que cunde en el país.
Lo único que queda claro es que seguirán las mentiras y la corrupción.
Lo único que queda claro es que con Claudia o Xóchitl, gente de turbio pasado las rodean y, lamentablemente seguirán gobernando el país.
¿Qué hacer? Por lo pronto, desde las trincheras respectivas, seguir denunciando las irregularidades y falsedades de las y los candidatos a todos los cargos en juego en el proceso electoral federal y estatal que ya inició.
O seguir pasivos, para seguir llevando la carga de las y los políticos, del color que sea, que día con día se enriquecen y explotan para su beneficio personal a los mexicanos, que en la pobreza eterna.