Ismael García M./Zona Roja
Oaxaca de Juárez, Oax., a 23 de octubre de 2023.- Además de muertos por negligencia, ¿podría haber algo más grave en los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) que dejar en la indefensión a cientos de personas de escasos recursos económicos?
Sí: su actual titular, Alma Lilia Velasco, ocultó por 10 meses que tenía en sus filas a un funcionario acusado de corrupción, heredado por el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, y no hizo nada; ni lo cesó ni lo denunció, y por el contrario lo solapó.
En realidad todo lo que sucede en esa dependencia es grave: múltiples negligencias han costado la vida y no pasa nada. No hay medicinas, no hay obras, no hay atención de calidad, no hay nada.
¿Y la panacea es la transferencia al sistema IMSS-Bienestar? En absoluto, porque en primer lugar, no habrá recursos financieros extraordinarios y, en segundo lugar, los sindicatos de salud —parte de la grave problemática— se opondrán a todo. Por lo tanto, nada bueno se augura para la salud de los oaxaqueños.
LA COLUSIÓN
El pasado 17 de octubre se dio a conocer la detención de Óscar Guillermo Guzmán Saavedra… quien se encobraba laborando en los Servicios de Salud del morenista Gobierno del Estado.
El delito: uso indebido de atribuciones y facultades cuando fue director administrativo en la Secretaría de Movilidad, en el gobierno priista de Murat Hinojosa, por suscribir un contrato con la empresa “CIFO Technologies S. A. de C. V.”, por 33.5 millones de pesos.
¿De verdad nadie sabía que en la dependencia de Salud había un funcionario acusado de corrupción cometida meses atrás? O la secretaria Alma Lilia Velasco es muy ingenua.
Tan “ingenua” que ha permitido una serie de anomalías, entre ellas probables actos de corrupción, sin que supuestamente se dé cuenta de ello.
Tan “ingenua” que ha permitido que Octavio Torres, de pésimos antecedentes, manipule y negocie con todo en los Servicios de Salud; ponga y quite funcionarios; haga y deshaga contratos… y siga generando nuevos ricos en Oaxaca.
Como sea, la titular de los SSO tiene una alta responsabilidad en este caso y no puede alegar que “no sabía”, pues se supone que tiene a su cargo la institución, con uno de los mayores presupuestos anuales.
CADENA DE NEGLIGENCIAS
Esa fue la cereza del pastel, porque en la dependencia, desde el inicio del gobierno de Salomón Jara Cruz ha tenido una serie de fallas, que comenzaron con la mordedura de murciélago a tres menores de edad, en el municipio de San Lorenzo Texmelucan.
Dos de ellos murieron, por negligencia médica corroborada, luego de peregrinar por al menos tres hospitales y en el último, el “Dr. Aurelio Valdivieso”, la atención fue también deficiente y tardía. Hasta ahora no se sabe de funcionarios cesados y a juicio penal.
Un caso más fue la muerte de un bebé, también por probable negligencia, en el Hospital Civil, a principios de marzo, en que además a la madre de le extirparon la matriz.
Otro escándalo de nivel internacional fue la difusión de una imagen con un bebé en una caja de cartón, también en el Hospital Civil, a falta de cuneros; la indignación mundial sólo alcanzó para supuestamente cesar a un funcionario del nosocomio, pero no al médico responsable.
Negligencias médicas también en la muerte de bebés se han denunciado en hospitales de Tuxtepec, Ciudad Ixtepec, Juchitán, por mencionar algunos, pero no pasa nada.
Ni qué decir de las graves carencias que continúan en todos los centros de salud y hospitales.
En Tuxtepec, por ejemplo, hubo alrededor de dos meses de paro de labores por parte de trabajadores sindicalizados, que exigían mejoras al inmueble hospitalario y dotación medicinas y medicamentos.
En Juchitán de Zaragoza, al hospital general, reconstruido totalmente, por cierto, por la Secretaría de la Defensa Nacional, le fallaron al menos cinco elevadores, por falta de mantenimiento.
Unas tres semanas lleva la protesta pero supuestamente no hay dinero para reparar todos. Claro, tampoco castigo a quienes hicieron una mala obra, pues se trata de los militares.
La cadena de errores de Alma Lilia Velasco es larga y se escuda con el dirigente de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud, Omar Jesús López Sánchez, para no ser afectada por los reclamos del personal de base.
Largo sería citar también las tardanzas en las acciones para prevenir el dengue, que al momento ha cobrado nueve vidas. De las vacunas, también hay un severo retraso en la adquisición y suministro.
¿Obras en materia de salud? Ninguna hasta el momento, a punto de cumplir los 11 meses del sexenio actual gobernado por Morena.
En los sexenios de los priistas José Murat y de Ulises Ruiz hubo denuncias de corrupción, aunque ningún funcionario de primer nivel enjuiciado. Pero hubo obras relevantes en todos los sentidos, sobre todo en hospitales.
Gabino Cué alegó que le dejaron muchos abandonados y sin concluir, pero no hizo nada, absolutamente nada, para terminarlos. De Alejandro Murat, ni hospitales ni clínicas ni nada.
¿A dónde se han ido los multimillonarios recursos que llegan anualmente para el sector salud?
¿QUÉ SIGUE?
En este año, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos 2023, hay para los Servicios de Salud de Oaxaca nueve mil 722 millones de pesos, uno de los financiamientos más grandes, después del IEEPO.
¿Pero qué se ha hecho con ese dinero? Es cierto que la mayor cantidad se destina a pago de salarios, pero ¿y las inversiones?
En realidad nada, y en el colmo hay múltiples denuncias de corrupción pero sobre todo negligencias, que siguen en la impunidad, en casi 11 meses de gobierno que prometió ser diferente.
En el reciente sexenio del priista Alejandro Murat hubo también similar situación; para encubrir a cada uno, tuvo cinco titulares de Salud, incluida Gabriela Velásquez Rosas —quien sigue en el sexenio actual, en otro cargo—.
Para el gobernador Jara Cruz todo parece estar bien en ese rubro, aunque es probable que le estén ocultando la información real.
Apenas el pasado 10 de octubre, el mandatario estatal firmó, ante Andrés Manuel López Obrador y al lado de otros gobernadores del país, el Acuerdo Nacional para la Federalización del Sistema de Salud para el Bienestar.
Ello implica la transferencia de todo el sistema estatal al federal, a través del IMSS Bienestar. Pero si el IMSS también padece de la misma situación, incluida la crisis financiera, pues no se entiende en qué podrá mejorar la atención sanitaria. Mucho menos si no se pone freno a la voracidad sindical.