Redacción/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 9 de noviembre de 2023.- Además de incrementar su presencia en las regiones Istmo y Valles Centrales, los migrantes centroamericanos y sudamericanos ahora toman nueva ruta, por la Costa, para buscar llegar a la Ciudad de México y posteriormente a los Estados Unidos de Norteamérica.
De acuerdo con información del periodista Omar Gasga, desde el pasado fin de semana, cientos de migrantes de África, Haití y Venezuela comenzaron a desplazarse del Istmo hacia la Costa, para transbordar en Huatulco o en Pochutla.
La central camionera de Santa Cruz Huatulco, se encuentra saturada y los migrantes descansan en parques, calles y exterior de tiendas de conveniencia, lo que ha originado inquietud entre los habitantes y turistas que acuden a ese destino de playa, el principal de Oaxaca.
Se trasladan del Istmo, principalmente Juchitán, vía camiones de pasajeros, taxis, camionetas e incluso caminando, para buscar boletos en la terminal de autobuses.
Ante la alta demanda, otros grupos han optado por avanzar hacia San Pedro Pochutla, con la finalidad de alcanzar un boleto de pasaje.
De acuerdo con el periodista Omar Gasga, corresponsal de “Milenio”, la empresa Altamar les vende boletos directos a la Ciudad de México pero sólo tiene una corrida al día que ahora sale saturada de haitianos.
Y los choferes de Transportes Rápidos de Pochutla se niegan a llenar sus unidades tipo Urban de migrantes para evitar problemas con personal del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional que, aleatoriamente, instala un filtro de revisión en la carretera federal 200, frente a la Universidad del Mar campus Huatulco.
En su mayoría son varones, jovenes, algunas mujeres con pareja y unas mas con hijos, que esperan sentados o recostados dentro de la nave principal, en el corredor y bajo la sombra de los arboles que rodean el amplio patio de maniobras de la terminal, para protegerse del sol y de 32 grados centígrados a las dos de la tarde.
En la central camionera de Huatulco están preocupados por el incremento de la migración que se avecina y los problemas que ya empiezan a generarse con los usuarios habituales por la saturación de corridas y baños, las riñas o discusiones suscitadas por boletos o por el control de contactos eléctricos para cargar sus teléfonos, así como por el incremento de la basura en todas sus instalaciones.