Inicio COLUMNA Opinión. Un año de gobierno, ¿y cómo va la transformación?

Opinión. Un año de gobierno, ¿y cómo va la transformación?

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., a 13 de noviembre de 2023.- Aunque el 30 de noviembre se cumple un año, el próximo miércoles 15, el titular del Poder Ejecutivo, Salomón Jara Cruz, deberá entregar al Congreso del Estado de Oaxaca su primer informe de labores.

Y las promesas de la transformación del estado todavía no se cimentan, por muchas razones, entre ellas los lastres del pasado y un equipo de trabajo poco eficiente.

Porque la mayoría de los integrantes del gabinete legal y ampliado están más preocupados por el entorno político-electoral que por dar resultados a quien les confió un puesto, el pasado 1 de diciembre.

Lenta la curva de aprendizaje, también quizá porque en muchos casos los cargos fueron pago de cuotas o favores políticos, pero el tiempo apremia y un año es suficiente para los experimentos.

Jara Cruz es el primer miembro del Partido Morena que gobierna Oaxaca, tras más de ocho décadas de dominio priista y un sexenio de un convergente-panista-perredista.

Y si de verdad quiere consolidar una verdadera primavera para los oaxaqueños, deberá darse prisa y prescindir de quienes simplemente no están dando resultados. Por lo pronto, no es hora aún de echar las campanas al vuelo.

¿Y LOS “CORRUPTOS”?

Evidentemente que derrotar al PRI fue un primer y un gran triunfo para la izquierda mexicana y oaxaqueña. 

Pero esa derrota electoral no significó que se haya terminado el partido tricolor ni mucho menos que esté combatiendo de manera eficiente la herencia del pasado.

Uno de los fuertes reclamos de Jara Cruz en su toma de posesión fue contra el saqueo y corrupción en el sexenio de Alejandro Murat, quien se trajo a un equipo de sus paisanos, del Estado de México y de la Ciudad de México, para cometer tropelías.

En los primeros meses, el gobernante morenista y ex perredista atizó contra probables y graves anomalías, principalmente en el uso de un préstamo autorizado por el Congreso, que fue de tres mil millones de pesos.

Y de las que sólo hubo escasas obras relevantes, como el Centro de Convenciones de Huatulco, el Centro Cultural “Álvaro Carrillo”, la pavimentación del circuito interior y la rehabilitación de la avenida Símbolos Patrios.

No obstante, no hay nada claro en ello; ni acusados ni detenidos y, por el contrario, las obras heredadas ya se empiezan a utilizar, como es el caso del espacio en Huatulco.

Del llamado “Cártel del despojo” —funcionarios del sexenio anterior en diversas dependencias coligados para despojar de bienes—, al final de cuentas parece que siguen vivos y operando tranquilamente.

No hay, absolutamente, nada fuerte en materia de combate a la corrupción y los casos pendientes se podrían citar por montones; Servicios de Salud y Secretaría de las Infraestructuras, sólo dos ejemplos.

Sin embargo, según un propio video que ha difundido el mandatario, previo a su primer informe, hay más de una docena de personas detenidas.

En las últimas fechas, un caso generó mucha polémica, el del notario Jorge Merlo, cuya detención las autoridades estatales consideraron un triunfo.

Pero un mal seguimiento, desde la Consejería Jurídica y desde la Fiscalía General del Estado, les generó una pesadilla pues el propio Merlo difundió videos en que alardeaba su libertad.

Este caso es hasta ahora poco claro y la impunidad sigue campeando en muchas áreas. ¿Ineficiencia de los nuevos servidores públicos para detectar y denunciar los desfalcos? ¿O colusión?

INSEGURIDAD Y PROTESTAS

En materia de gobernabilidad, fue un acierto rescatar el corredor exterior del Palacio de Gobierno y el zócalo, invadido por cientos de ambulantes, amparados en demandas de justicia, muchas de ellas injustificadas.

Un logro del que muchos disfrutan o disfrutamos, pero habrá que revisar si fue pleno, porque algunos ambulantes fueron trasladados simplemente a otros sitios, como a un costado del templo de Santo Domingo, el jardín Labastida y la Alameda de León.

En los últimos dos meses, las marchas y protestas han disminuido, pero no dejan de existir.

La Secretaría de Gobierno que encabeza Jesús Romero López ha logrado desactivar —no sabemos a qué costo— a la mayoría de organizaciones sociales acostumbradas al chantaje.

Del caso de las violentas agrupaciones de transportistas, en términos generales han tenido un comportamiento social, hacia el exterior, adecuado; llamó la atención una fotografía difundida por la Secretaría de Gobierno, de una reunión de su titular con líderes de gremios. Tampoco sabemos qué costo implicó pero por ahora están apaciguados, pues varios de ellos tienen antecedentes criminales o por lo menos señalamientos.

Hay pendientes, como los desplazados triquis, que ahora son dos grupos, los de Copala que tienen más de dos sexenios y los de Tierra Blanca que tienen tres años; de estos últimos apenas hace unos días la CIDH les emitió medidas cautelares.

La violencia y la pugna mortal sigue en la zona triqui, con dos grupos que mutuamente se acusan de balaceras y asesinatos; el MULT y el MULTI están decididos a seguir disputándose la plaza a cualquier costo y mientras tanto sigue sin retomarse la mesa de paz para la zona.

¿Seguridad? Ha sido cuestionada por muchos veces e incluso ha habido referencias negativas contra el marino Iván García Álvarez, por los escasos resultados.

No obstante ser el propio gobernador quien encabeza la mayoría de las reuniones matutinas de seguridad, en el Palacio y en el interior del estado, pocos cambios se han notado en ello.

Si bien es cierto que el titular de Seguridad ha acudido a algunos operativos a las regiones, aún no tiene el pulso pleno de la incidencia delictiva, por su desconocimiento del estado.

Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dicen mucho y dicen poco; puede ser utilizadas a favor o en contra, pero lo real es que la inquietud y la intranquilidad social prevalece.

Apenas la semana pasada, Oaxaca de Juárez, Juchitán y Salina Cruz —por cierto todos gobernados por morenistas— fueron foco de varios crímenes; este domingo, hallaron a un tesorero de Atatlahuca asesinado.

Algo falla porque por lo menos no se ha obligado a las autoridades municipales a capacitar a toda su policía y a reforzar la vigilancia en sus demarcaciones, lo que ha devenido en constantes hechos violentos e incluso ya se han registrado algunas masacres.

¿Y LAS OBRAS?

Una de las graves fallas en materia de obra pública corresponde a la Secretaría de las Infraestructuras que encabeza Netzahualcóyotl Salvatierra, quien trae una losa de corrupción de su paso en el sexenio de Gabino Cué.

No ha hecho absolutamente nada para presentar las pruebas de las supuestas irregularidades y corrupción en el sexenio anterior, durante la gestión del mexiquense Javier Lazcano, mucho menos los ha obligado a reparar y concluir las obras relevantes.

Lo peor, ha tardado 10 meses en preparar y turnar para licitación las principales obras públicas; en consecuencia, al momento no hay ninguna relevante en el primer año de gobierno.

El IOCIED, a cargo del perredista Alejandro López Jarquín, es un lastre en materia de obra educativa y junto con su esposa, Tania López, en la UTCVO, quien enfrenta varios conflictos.

El director del IEEPO, Emilio Montero, quien dejó un avispero en Juchitán, está más preocupado por un cargo político que por su labor, por lo cual tiene el repudio de la Sección 22 del SNTE.

¿Alguien sabe qué hace la Secretaría de Educación que encabeza Delfina Guzmán? ¿Alguien sabe qué hace la secretaría de Pueblos Indígenas, Bertha Ruth Arreola?

¿Alguien sabe qué hace el secretario de Economía, Raúl Ruiz Robles? ¿Se pondrá ahora sí a trabajar el maestro Víctor Cata en lugar de andar en festivalitos regionales; la Secretaría de Bienestar, se la ha pasado en tequios y en promesas de apoyos sociales.

En Turismo, un desastre con Saymi Pineda, que busca igual un cargo de elección popular y que con exceso de lujos y dinero, organiza eventos que sólo han sido criticados, en lugar de contribuir a generar una mayor afluencia de visitantes.

La secretaria de las Mujeres, Elisa Zepeda, perdida en su mundo mientras la violencia crece; en el colmo, protege a su pareja, acusado varios meses como deudor alimentario.

La secretaria de Salud, Alma Velasco, tampoco ha podido con el cargo, pese al apoyo de la dirigencia sindical, y hay negligencias por todos lados, de las que recientemente dimos cuenta en este espacio.

Y de los organismos menores, ni hablamos, pues todos están desaparecidos y por ningún lado se ve acción o resultados.

VIENEN LOS CAMBIOS

No se le regatea a Jara Cruz el que esté por lo menos dos días a la semana en giras por el interior del estado; tampoco que utilice más transporte terrestre que aéreo en sus giras de trabajo. Mucho menos que madrugue prácticamente todo los días y no haya descanso ni el domingo.

Pero la dinámica no la siguen sus funcionarios, que creen que llegaron a la oportunidad de oro, para figurar política o económicamente. Están más interesados en difundir sus fotografías, con pose, que en trabajar.

No sabemos qué pasa en las reuniones de gabinete y quién da seguimiento a los acuerdos, pero hay fallas en las titularidades.

Lo cierto es que se requiere una revisión a fondo para reorganizar el gabinete legal y ampliado y comenzar a concretar el discurso en hechos. Salomón Jara tiene en el proceso electoral la oportunidad para sacudirse el pago de cuotas y comenzar a la de ya, a dar resultados más contundentes… pues el proceso electoral está a la vuelta de la esquina y hay poco qué presumir.

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